De acuerdo con el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC) –que presentó su sexto informe en marzo de este año– el éxito en la adopción de políticas de desarrollo resilientes al clima, que incluyan la integración de medidas para adaptarse a la crisis climática junto con acciones para reducir o evitar las emisiones de Gases de Efecto Invernadero, depende en gran medida de que las empresas, los gobiernos y las personas en general se preocupen y tomen medidas.
Uno de los puntos fundamentales que toca el escrito es plantear que la solución para asegurar un futuro sostenible y habitable para todos es emprender de manera urgente acciones más ambiciosas e inmediatas sobre todo por parte de las organizaciones.
La acción climática acelerada requiere de empresas comprometidas con el clima
Ello implica integrar las medidas de adaptación al cambio climático con acciones orientadas a reducir o evitar las emisiones de gases de efecto invernadero, de manera tal que aporten mayores beneficios. Por ejemplo, el acceso a las energías y las tecnologías limpias mejoran la salud, especialmente en el caso de las mujeres y los niños; la electrificación con bajas emisiones de carbono, los desplazamientos a pie y en bicicleta y el transporte público mejoran la calidad del aire, la salud y las oportunidades de empleo, a la vez que fomentan la equidad. Los beneficios económicos para la salud humana derivados solo de la mejora de la calidad del aire serían aproximadamente iguales, o quizás incluso superiores, a los costos que implican reducir o evitar las emisiones.
La acción climática acelerada requiere de empresas comprometidas con el clima. Actualmente, la financiación es insuficiente y hay que promover la inversión en nuevas acciones y estrategias. Los avances relativos a la reducción de los riesgos climáticos redundarían además de forma positiva en los sectores de bajos recursos, mejorando su calidad de vida.
La bomba de relojería del calentamiento global está activa, pero las empresas pueden ayudar a desactivarla
El informe también enuncia que hay un gran trabajo por hacer: para una vía alineada con 1,5ºC sin superar ese límite o superándolo de forma mínima, se requiere de las siguientes metas:
● 2030 = 48% de reducción de CO2
● 2035 = 65% de reducción de CO2
● 2040 = 80% de reducción de CO2
● 2050 = 99% de reducción de CO2
La energía solar y eólica, los sistemas urbanos eléctricos, la infraestructura verde urbana, la eficiencia energética, la gestión del lado de la demanda, la mejora de los bosques y la gestión de cultivos y pastizales, y la reducción del desperdicio y la pérdida de alimentos, son técnicamente viables, que pueden ayudar a lograr estas metas. Estas acciones se vuelven cada vez más rentables y generalmente cuentan con el apoyo de la sociedad.
La bomba de relojería del calentamiento global está activa, pero las empresas pueden ayudar a desactivarla.
El autor es CEO de San Miguel Global
Seguir leyendo: