“Volverá a hacer vida normal, incluso viajar según lo planeado. El Papa no tiene otras enfermedades”, así de contundente fue el doctor Sergio Alfieri, que operó este miércoles a Francisco de una hernia abdominal, aunque ahora los doctores recomiendan mucho reposo debido a sus 86 años y la pregunta que surge es si será necesario que baje su hiperactividad.
En una de nuestras charlas me manifestó, hablando de la vejez, que le sorprendía cuando pensaba en la edad que tenía. En la mayoría de las personas las limitantes físicas de la edad condicionan su psicología. Pero Francisco es un hombre con tantos proyectos y tanto deseo de entregarse, de no decir que “no”, que su cuerpo se ve arrastrado por su voluntad, hasta que le dice: “Basta”. Los problemas de movilidad, lo mucho que ha engordado por la falta de movimiento y ahora sus problemas digestivo-intestinales, deberían convencerlo de que es difícil mantener una agenda como si tuviese 20 años menos.
El Papa Francisco se despertó con fiebre hace una semana, al día siguiente de mantener varias audiencias por la mañana y acudir por la tarde a un acto con alcaldes latinoamericanos, cuando acabó estaba agotado, desveló el secretario de Estado vaticano, Pietro Parolin.
Algunas mañanas recibe hasta a 10 personas o mantiene 3 o 4 audiencias con organizaciones, en donde saluda personalmente un centenar de personas, además de gestionar él todas sus actividades, documentación y papeleo, sólo con la ayuda de dos secretarios.
Los médicos del Hospital Gemelli no han querido adelantar los días que permanecerá hospitalizado, pero explicaron que, en promedio, para este tipo de operaciones se requieren de 5 a 7 días, aunque hay que tener en cuenta la edad del Papa y que es su cuarta operación, después de la de colon de julio de 2021.
Ahora, como explican los médicos, “la recuperación posoperatoria es inmediata pero se necesita reposo. Y sobre todo se necesita una alimentación más controlada”.
El profesor de cirugía general de la Universidad Tor Vergata de Roma, Giovanni Milito, explica al diario “Il Messaggero”: Tras una operación como la de Francisco “la recuperación es inmediata, sin embargo el paciente necesita descansar un tiempo. Por lo general, se necesitan de 7 a 15 días para la actividad física. Pero es necesario descansar, porque la malla (que le han colocado en el abdomen) debe asentarse bien. El paciente debe perder peso y asegurar un buen tránsito intestinal. Se necesita una dieta controlada”.
Por otro lado, Francesco Corcione, presidente emérito de la Sociedad Italiana de Cirugía, señala en el diario “Quotidiano Nazionale” que ahora “debe descansar mucho más que en la otra operación. Una convalecencia lenta, por lo tanto, de al menos 40-60 días y no digo de reposo total, pero sí actividad muy ligera”.
Alfieri, quien ya operó a Francisco en 2021, también recomendó al Papa que no haga esfuerzos ni levante pesos, a lo que el Santo Padre, con su tradicional tono jocoso, le contestó: “Soy el Papa, ¿Vos crees que levanto pesos?”.
El Papa no levanta pesos, pero ya tiene un problema de movilidad por los problemas de la rodilla derecha y dos viajes importantes y duros en agosto y el proyecto del viaje a Argentina el año que viene y al que podría sumar otros países.
Por el momento, el Vaticano ha cancelado todos los actos y audiencias hasta el 18 de junio “por precaución”, pero se mantienen los viajes a Lisboa del 2 al 6 de agosto para participar en la Jornada Mundial de la Juventud, un evento que atrae jóvenes de todo el mundo y suele tener misas multitudinarias que el Papa debería presidir, también el País anfitrión le organiza eventos a los que debería asistir.
Dentro de las cosas que se propuso en su pontificado está el propósito de visitar países a los que ningún Papa haya ido, es por eso que del 30 de agosto al 4 de septiembre visitará Mongolia, lo que supone casi 15 horas de vuelo.
Además del viaje a Marsella para un encuentro con los obispos del Mediterráneo previsto para el 23 de septiembre. El Papa ya afirmó en una entrevista cuando se le preguntó sobre los problemas de movilidad que “se gobierna con la cabeza, no con las piernas” y quienes salen de sus audiencias aseguran que el Papa tiene una memoria poderosa, y una velocidad mental impresionante. Pero ahora, son muchos los que recomiendan reposo.
En el orden Nacional, este fin de semana se realizará la colecta nacional de Cáritas, una organización de la Iglesia Católica que trabaja para dar respuesta a las problemáticas sociales de las comunidades excluidas y de personas en situaciones de pobreza del país.
Más de 40.000 voluntarios conforman 3.500 equipos de trabajo, cuya misión y servicio es estar junto a los más vulnerables, generando vínculos fraternos, favoreciendo la cultura del trabajo, la solidaridad y el bien común.
La colecta se llevará a cabo el sábado 10 y domingo 11 de junio en parroquias y comunidades de todo el país. Las contribuciones, que ya se pueden realizar en forma electrónica, permitirán sostener los programas que Cáritas lleva adelante en todo el país, brindando respuestas a las urgentes necesidades y la creciente demanda de asistencia de millones de argentinos que viven en situación de pobreza e indigencia.
Respecto a la grave situación social que atraviesa nuestra patria, los obispos argentinos, en su reciente declaración “A 40 años de la recuperación de la democracia renovamos la esperanza”, expresaron que “día tras día vemos un pueblo que sufre. Pesa el agobio del desencanto, las promesas incumplidas, los sueños rotos. Pesa también la falta de un horizonte claro para nuestros hijos. Angustia sentir que es cada vez más difícil poner el pan en la mesa, cuidar la salud, imaginar un futuro para los jóvenes”.
No obstante, los obispos destacan que “siempre es posible renacer si lo hacemos entre todos. Siempre hay camino si somos capaces de conversar y de ponernos la patria al hombro. Este es un deseo que no sabe de grietas o partidos, es de un pueblo”. Al finalizar el informe técnico del “Observatorio de la deuda social argentina”, que se realizó en la UCA, Mons. Gustavo Carrara, destacó la importancia de tener números concretos para direccionar las políticas públicas, pero recordó que detrás de estos números hay personas, hay rostros, hay nombres, hay historias. “Lo primero que quisiera subrayar es que la pobreza, y sobre todo la indigencia, trae sufrimiento en vidas concretas. La pobreza y la indigencia hipotecan vidas, rompen sueños y es una situación realmente dramática”. “La mirada de Cáritas -explicó- es una mirada que busca integrar, que busca que los que más sufren sientan que la Iglesia es su familia. No queremos tratarlos como asistidos, sino que queremos mirarnos, encontrarnos y ayudarnos, es decir, tratarlos como hermanos. Nuestro sueño es que esa gente que `está tirada´ en la calle se pueda poner de pie, sea protagonista de su propia historia y aporte a la construcción de la patria. La pobreza y la indigencia es la verdadera brecha que tiene nuestro país”.
El año pasado, la recaudación total de la colecta anual fue de $340.784.996,94.- registrando un 73,3% de incremento respecto de 2021. Dicho ingreso permitió atender necesidades básicas urgentes e impulsar numerosos proyectos relacionados con microemprendimientos productivos y de autoconsumo, capacitación laboral, inclusión educativa, abordaje pastoral y comunitario de las adicciones, cuidado de la primera infancia, mejoramiento habitacional, formación en ciudadanía, centros comunitarios de atención integral, jardines maternales, etc.
Como es ya habitual, junto a los canales habituales de colaboración en parroquias y alcancías en sitios públicos, Cáritas tiene habilitados canales de recolección de fondos a través de sus redes sociales y plataformas digitales para aquellos que quieran donar por estos medios.
¿Cómo colaborar con la Colecta Anual de Cáritas?
Se puede hacer llegar los aportes de muchas maneras:
- Por tarjeta de crédito, débito, CBU, pagomiscuentas o Mercado Pago ingresando a nuestro sitio de Cáritas
- Por transferencia o depósito bancario a nombre de Cáritas Diocesana de Santiago del Estero:
Cuenta Corriente Banco Nación Argentina
Nº 4990038247
Sucursal 3370
CBU:
0110499220049900382472
CUIT:
30-52092336-1
[Alias DONA.CARITAS.SGO]
- Para la recepción de donaciones en efectivo se repartirán sobres y se desplegarán alcancías o urnas en parroquias, capillas, centros misionales y lugares públicos como plazas, avenidas, o supermercados.
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