Habemus arzobispo de Buenos Aires

El último viernes el Papa Francisco nombró al frente del Arzobispado de Buenos Aires al obispo Jorge García Cuerva. Nacido en Río Gallegos, provincia de Santa Cruz, el 12 de abril de 1968 sucederá a Monseñor Mario Poli, a quien el Papa aceptó su renuncia por razones de edad. El joven Garcia Cuerva inició la carrera de abogacía en la UBA y mientras tanto misionó en los barrios populares de El Palito y El Garrote de Tigre en el conurbano bonaerense. Poco después, en el año 1989 ingresó al Seminario de la Diócesis de San Isidro donde estudió Filosofía y Teología y recibió su ordenación sacerdotal el 24 de octubre de 1997.

Es licenciado en Derecho Canónico y en Teología con especialización en Historia de la Iglesia de la UCA, fue vicario parroquial de Nuestra Señora de la Cava desde 1997 al 2005 años en los que vivió junto a su comunidad donde ocupaba uno de los ranchos de la villa. Fue párroco de Santa Clara de Asís desde el año 2005 hasta el 2014 y párroco de Nuestra Señora de la Cava del distrito de Beccar.

También fue vicepresidente de Cáritas diocesana de San Isidro, asesor regional de la Pastoral Carcelaria, secretario de la Comisión Episcopal de Pastoral Carcelaria de la Conferencia Episcopal Argentina y capellán de varios centros penitenciarios de la provincia de Buenos Aires, participó de numerosos congresos y dictó conferencias en materias de su especialidad. Concluyó en la Universidad Católica de Salta sus estudios de abogacía cumpliendo así acaso con un “mandato familiar” ya que “los García Cuerva”, según le consta a este cronista, además de ser una familia de fe son “una familia de abogados”.

Infobae consultó al doctor Mariano García Cuerva -un prestigioso jurista y tío de Jorge -y este le contó que desde niño Jorge demostró una gran vocación de servir a los pobres. Recuerda que siendo aún muy joven reunió sus ahorros y unos pesos que pidió y llevó a los pibes de un barrio pobre, cercano a la ciudad de San Isidro donde vivía, a Mar de las Pampas, a veranear, generando así el escándalo y la queja de algunos vecinos insolidarios a la vez que el recocimiento de quienes habían descubierto el mar. También recuerda que ya siendo cura, en los tiempos en que la Cava vivía en estado de emergencia extrema, era frecuente que lo llamaran en busca de ayuda. A cualquier hora por asuntos tales como pibes que estaban al borde del suicidio, familias en situaciones de riesgo con motivo de riñas, altercados, efectos de toxicidades como alcohol o drogas, necesidades materiales u otras causas difíciles y desesperadas. Y contaban siempre con él. “Un Judas Tadeo…” concluyó el tío Mariano.

Después de haber sido cura en barriadas muy pobres, el 20 de noviembre de 2017 Francisco lo nombró obispo titular de Lacubaza y auxiliar de Lomas de Zamora. Recibió la consagración episcopal el 3 de marzo de 2018. Al año siguiente, el 3 de enero, lo nombró obispo de Río Gallegos iniciando su ministerio pastoral dos meses después y su incorporación en la Conferencia Episcopal Argentina en la que es miembro de la Comisión Episcopal de Pastoral Carcelaria y ocupó muchos más cargos en su función pastoral.

Ante la movilización popular, dijeron entonces los obispos del Sur que se situaron acompañando a las expresiones y movilizaciones populares oponiéndose a la minería a cielo abierto y en defensa del agua: “Entendemos que, para que vuelva la paz social, sólo es posible que sea derogada la ley e iniciar un largo proceso de acuerdo que involucre a todas las partes. Decimos No a este modo de devaluar las instancias que hacen legítima una ley, y lo hacemos acompañando a nuestro Pueblo y pidiéndole para que ese NO, activo y en las calles, sea pacífico”, insistieron, mediante un texto firmado por los obispos patagónicos Joaquín Gimeno Lahoz, Esteban Laxague; Alejandro Pablo Benna; Juan José Chaparro; Fernando Martín Croxatto; Roberto Álvarez; Jorge García Cuerva y José Slaby, quienes solicitaron “a la violencia institucional, resistencia pacífica”. Y el gobernador comprendió al pueblo y la ley fue derogada. Para refrescar las circunstancias del grave conflicto del pueblo chubutense y sus autoridades encabezadas por el gobernador Arcioni véase nuestra nota titulada “En Chubut es posible la resistencia pacífica”.

Comenta Religión Digital en estos días que “El Papa está rompiendo a menudo el escalafón, a la hora de elegir los obispos de las grandes diócesis mundiales, desde Lima a Nápoles o Génova, pasando por Valencia o, en los días pasados, por Buenos Aires”. El Papa -al margen de las normas del Derecho canónico -contaría con una gran ventaja en comparación con otros anteriores: “sabe a la perfección la vida de cada uno de los candidatos que le proponen”, así como también -agreguemos -las intenciones que hay detrás de opinólogos, supuestos entendidos en la vida de la Iglesia o periodistas que pretenden influir sobre sus decisiones. Discierne jesuíticamente y se deja llevar por el “soplo” del Espíritu Santo. Aclaremos que el Derecho canónico no obliga al Papa a ceñirse a la terna y este goza de un alto grado de arbitrio a tal punto de poder elegir a cualquiera de los ternados, pedir otra terna o dejar de lado el procedimiento y designar a un presbítero “per saltum”. A ninguno de esos recursos apeló Francisco limitándose a elegir a García Cuerva quien se encontraba entre los propuestos en la terna que le fue elevada.

Anecdótico resulta que, a su turno, Jorge García Cuerva no será el cardenal más joven en el mundo designado por Francisco. Ese lugar lo ocupa un italiano en Mongolia, misionero piamontés de la Consolata Giorgio Marengo a quien le impuso el capello rojo el año pasado cuando tenía apenas 48 años (nuestra nota Infobae, 4/09/22) y a quien en los próximos meses -Dios mediante -verá cuando llegue, ‘Susurrando el Evangelio en el país del eterno cielo azul’.

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