“Y ahí quedaron atónitos, al ver que cada uno oía hablar en su propia lengua” (Hechos de los Apóstoles, San Lucas -v. 6).
Alguna que otra vez sucede que sentimos que nos están hablando de la misma forma como pensamos, pero suelen ser muchas más, por desgracia, las que vemos que no entendemos nada, o lo que es peor aún, que nos hablan lenguajes absolutamente diferentes.
Nos está faltando un Pentecostés que nos permita oír, hablar en nuestra propia lengua, sabiendo que son muchas y diferentes las situaciones que vivimos, pero que todos debemos recibir un mensaje único, comprensivo y coherente.
Importación-Exportación; Agricultura-Industria; Trabajador-Empresario; Productor-Comerciante; situaciones distintas, aparentemente contradictorias, que necesitan de una política estratégica de mediano y largo plazo, y un mensaje comprensible para todos.
• Reconversión para qué, y con qué.
• Incremento productivo de qué productos, y hacia qué Mercado.
• Bienes de capital en función de qué objetivos productivos.
• Exportación incrementada por contingencias no previstas, o vocación exportadora debidamente estudiada.
• Producción Primaria - Industria Alimentaria - Agro Industria - Industria Manufacturera - Agricultura Ganadería - Pesca - Producciones Intensivas o Extensivas - Defensa de Mercados Tradicionales - Nuevos Mercados - Economías Regionales - Mano de Obra Intensiva. Todas, algunas, con qué intensidad.
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Nuestro país ha realizado un esfuerzo notable durante los últimos 40 años de democracia ininterrumpida sin alcanzar los resultados esperados. De allí la importancia de debatir los roles a cumplir por parte de cada uno de los sectores, y la coherencia de todos detrás de un objetivo integrador, que es el Crecimiento Productivo. Por ello, cabría preguntarse:
-¿El sector Financiero participa de este necesario lenguaje común, o sigue escribiendo su partitura en soledad y a contrapelo?
-¿La Obra Pública debe ser un elemento complementario de un Proyecto Global, o se agota en sí misma?
-¿La Acción Social debe ser algo meramente coyuntural hasta lograr la Justicia Social, objetivo central, o es permanente y se incrementa día a día, echando luz sobre nuestras falencias?
-¿La Producción Agropecuaria y Pesquera debe seguir siendo la base de nuestra economía, adicionándole el concepto del valor agregado de la industria y comercialización alimentaria, o se la desvaloriza desde la misma función que debe defenderla?
-¿A la Industria y sus derivados, se la considera válida, y como tal se la defiende y promueve con las mismas armas e instrumentos que lo hacen los países más desarrollados y las economías aparentemente más abiertas del mundo, o se la deja librada a su propia suerte, aceptando la falencia de la igualdad de oportunidades?
Quizá hoy, y en función de Gobierno, la respuesta debe llamarse Proyecto Productivo, algo que necesitamos para sentir que todos nos entendemos, tenemos el mismo lenguaje y trabajamos juntos, a pesar de nuestras diversidades, y aparentes antagonismos. Como hace 2000 años.
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