A nivel global, la buena noticia es que es posible que se esté llegando al límite de las subas de tasas de interés en los EEUU. La mala noticia es que el gobierno de EE.UU. se encuentra a solo unas semanas de alcanzar el límite de su deuda, y aún no ha llegado a un compromiso en el Congreso. Aunque todo indica que, como es habitual, se logrará un acuerdo tarde o temprano.
A nivel local, a tan solo cuatro meses para las elecciones, cada vez se hace más difícil definir a dónde aplicar los pesos, si es que sobran algunos a fin de mes. No obstante, en un año electoral, se vuelve clave determinar dónde colocar los ahorros.
El inversor se encuentra ante un escenario altamente incierto, considerando la dinámica de pérdida de reservas y alta inflación, sumado a la incertidumbre económica y política. Por ende, las recomendaciones en general apuntan a opciones defensivas con riesgos bajos en términos de moneda (bajo nivel de exposición a pesos) y crédito (calidad crediticia).
Las recomendaciones en general apuntan a opciones defensivas con riesgos bajos en términos de moneda
Y entonces, ¿cuál es la mejor alternativa para los pesos? Lejos de haber una respuesta definitiva, vale repasar algunas de las principales opciones y sus implicancias.
El menú y tipos de riesgo
Ajuste por inflación: factores diversos como la volatilidad de los dólares alternativos y el nivel de reservas del Banco Central (BCRA) -afectado principalmente por la fuerte sequía- y la evolución del déficit fiscal presionarán sobre la inflación. En este marco, el ajuste CER es una de las mejores herramientas para mantener el valor de los pesos frente al continuo avance de los precios. Los instrumentos con este tipo de ajuste tienen rendimientos que arrancan desde un poco por debajo de inflación (letras cortas principalmente) y hasta 15 puntos por encima para bonos soberanos de mayor plazo al vencimiento.
Ajuste por Devaluación oficial: más allá de la velocidad a la que corre el tipo de cambio oficial (con un crawling peg cercano al 7% mensual, por debajo de inflación), con tipo de cambio real cercano a máximos y brecha en récord, muchos en el mercado comienzan a pricear un salto devaluatorio, aunque nadie puede asegurar cuándo. Sin embargo, un cambio profundo en el corto plazo parece improbable. En el contexto actual de aumento de las expectativas devaluatorias, aunque no inminentes, hay una fuerte demanda por instrumentos Dólar Linked y dentro de este universo, principalmente de riesgo corporativo.
Tasa fija: En lo que respecta a las tasas de interés, normalmente deberían ir acompañando (y lo vienen haciendo) la suba de los registros del índice de precios al consumidor para contener al dólar financiero e intentar anclar las expectativas. Aunque no es un hecho que el BCRA siempre haya procurado en Argentina tasas reales positivas, es un objetivo que la política actual persigue. Si el tipo de cambio financiero se mantuviera estable, puede ser una oportunidad para captar las altas tasas en pesos, pero sin dudas no está exento de riesgos. En el caso de los Plazo Fijos, los plazos más cortos son los más razonables, para poder capturar potenciales subas nominales. Sin embargo, en el mercado existen varias alternativas con rendimiento superior y mayor liquidez.
Acciones: han sido, en general, el activo más rentable en lo que va de 2023 (considerando el tipo de cambio Contado Con Liquidación). Si se asume un escenario de reordenamiento político y recuperación económica, queda aún atractivo en términos de comparables emergentes y nivel histórico de precios. De todas formas, si se lo analiza en el contexto del nivel de riesgo país, podría lucir un poco “caro”.
Financieramente, podría decirse que, a diferencia del cambio de mando de 2015, se encuentran en una situación financiera más sólida, dada las persistentes restricciones crediticias desde que se desató la crisis cambiaria en 2018. Es importante determinar si seguir el principal índice argentino o elegir aquellos sectores con mayor potencial en esta coyuntura. En la búsqueda de oportunidades, es imprescindible determinar el sector y el mejor punto de entrada, considerando la gran volatilidad actual.
Aunque no es un hecho que el BCRA siempre haya procurado en Argentina tasas reales positivas, es un objetivo que la política actual persigue
Bonos Soberanos / Provinciales / Corporativos: Los bonos soberanos, con paridades menores a USD 30 (caídas mayores al 40% desde la reestructuración), son los instrumentos que reflejan más claramente la situación delicada de la economía argentina y quedaron al margen de la recuperación observada en renta variable. En caso de estar dispuesto a aceptar la volatilidad y riesgo que implica esta inversión, es necesario definir si aprovechar el descuento extra que representan los bonos ley local frente a los de ley extranjera. Incluso para las valuaciones más agresivas de los principales analistas, contemplando nueva reestructuración y quita agresiva de capital, hay valor.
En provinciales con finanzas más ordenadas, los rendimientos en general son un poco menores y hay una gran variedad de créditos cuyo comportamiento ha probado ser más consistente que el soberano.
La deuda corporativa ha sido la gran estrella de los últimos años. Es importante considerar que, al menos los buenos créditos, no reconocen en sus precios a la actual situación local, siendo el refugio preferido y más demandado por todo tipo de inversores. Da nota de esto la última colocación de Arcor, que, tras recibir ofertas por USD 132 millones, emitió deuda a 30 meses a una tasa del 3,55% anual, rindiendo hasta menos que el activo libre por excelencia (los t-bills norteamericanos). Más allá de este caso, hay otros créditos disponibles con rendimientos y plazos variados acorde a las necesidades y perfiles particulares de cada inversor.
Cabe destacar que no necesariamente hay que elegir una sola opción y que la diversificación de riesgos es fundamental para estar cubiertos en todos los frentes. Para inversores novatos, muchas de estas estrategias pueden ser canalizadas a través de fondos comunes de inversión, que permite una mejor diversificación, normalmente desde montos muy bajos.
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