Inteligencia Artificial: algunas preguntas incómodas

La IA no tiene por qué desplazarnos siempre y cuando aportemos un valor agregado con nuestro trabajo. De nada sirve temerle, lo mejor que podemos hacer es aprender a utilizarla para nuestra ventaja

Un prompter es una persona experta en diseñar las indicaciones para obtener el mayor provecho posible de la IA

“Inteligencia artificial” no es solamente el nuevo término de moda. Es, según muchos expertos y quien escribe, la revolución tecnológica más importante de nuestro tiempo. Nuevos prototipos y herramientas están siendo desarrolladas para los usos más diversos: desde buscar información, escribir código o componer canciones libres de regalías. La inteligencia artificial (IA por sus siglas) ya llegó y está por cambiar todo.

¿Por qué es tan importante? Se trata de un salto cuántico en conocimiento y accesibilidad. Cualquier persona con acceso a internet puede utilizar, por ejemplo, el Chat GTP, la herramienta desarrollada por OpenAI que está en boca de todos.

Para quien aún no la conoce, se trata de un chatbot entrenado para reconocer y mantener conversaciones con las personas. Su función como herramienta basada en IA es interpretar las preguntas que los usuarios le hacen y ofrecer respuestas coherentes y rápidas a cambio.

Si bien tiene sus limitaciones, estamos hablando de tecnologías que podrían cambiar radicalmente nuestros entornos laborales. Una encuesta llevada adelante por la consultoría McKinsey reveló que este año hasta un 50% de las empresas participantes intentaron usar la IA de alguna manera. En el mundo corporativo, hay mucha expectativa.

El futuro llegó hace rato

Una vez que se haya perfeccionado la programación de estas herramientas, estaremos ante una especie de Aleph, un punto del espacio que contiene todos los puntos. Y claro que esto plantea varias preguntas incómodas. Analicemos dos de ellas:

¿Qué va a pasar con mi trabajo?

Por supuesto, uno de los mayores miedos es que la IA pueda reemplazar y eliminar puestos de trabajo y aunque esto es ciertamente una posibilidad para ciertos trabajos –en especial para los que llamamos entry level–, no es la única manera en que la IA va a cambiar el mundo del trabajo.

Cualquier persona con acceso a internet puede utilizar, por ejemplo, el Chat GTP, la herramienta desarrollada por OpenAI que está en boca de todos

También se están desarrollando nuevas profesiones en torno a la IA. La especialización en prompts (las indicaciones para la herramienta de IA) se ha vuelto tan relevante que muchos creen que la profesión de prompter puede ser uno de los trabajos del futuro. Ahora en español básico, ¿Qué es exactamente un prompter? Se trata de una persona experta en diseñar las indicaciones para obtener el mayor provecho posible de la herramienta.

Por otro lado, la IA puede automatizar muchas tareas diarias en las áreas de trabajo más diversas y ayudarnos a trabajar más eficientemente y lograr más en menos tiempo.

En resumen: la IA no tiene por qué desplazarnos siempre y cuando aportemos un valor agregado con nuestro trabajo. De nada sirve temerle a la IA, ya está en camino y lo mejor que podemos hacer es aprender a utilizarla para nuestra ventaja. Y desde ya, si están considerando profesiones: el ingeniero de IA es el nuevo astronauta.

– ¿Qué pasa con el arte? ¿La inteligencia artificial puede crear?

Esta es una de las preguntas más controvertidas, quizás porque solemos pensar la creación artística como una actividad única del ser humano. Podríamos decir que la IA no “crea” sino que lee patrones y los usa para “simular” algo aparentemente nuevo. Pero, ¿Qué tan distinto es este procedimiento a lo que hace cualquier ser humano al crear? ¿Qué es la creación artística? ¿Qué constituye una obra original? Estas preguntas no son tan fáciles de contestar porque, en definitiva, todos los artistas humanos crean a partir de algo: utilizando materiales y elementos existentes, inspirándose en otras obras.

¿Qué es exactamente un prompter? Se trata de una persona experta en diseñar las indicaciones para obtener el mayor provecho posible de la herramienta

Al día de hoy, ya están disponibles un puñado de plataformas y aplicaciones de IA que se dedican exclusivamente a generar obras artísticas a partir de unas líneas de texto. Entre ellas, la más conocida es DALL-E 2, desarrollada por -oh, sorpresa-, los muchachos de OpenAI. Tanto DALL-E 2 como el resto de las herramientas de este tipo están “entrenadas” con todo el contenido disponible online. Es decir que no solo toman patrones de obras de artistas reconocidos como Picasso o Van Gogh sino que también se nutren de las obras de artistas emergentes que suben su contenido a la web. Esto plantea cuestiones muy serias y preocupantes respecto al plagio y al consentimiento. Hay quienes argumentan que estas aplicaciones no son otra cosa que plagio de alta tecnología. Por otro lado, muchos artistas están preocupados de que sus obras se estén usando sin su consentimiento para “entrenar” a estas aplicaciones.

Sin embargo, la artista Anna Riddler considera que la idea de que estas aplicaciones puedan eventualmente reemplazar a los artistas está basada en una subestimación del proceso artístico. Una obra de arte es más que un conjunto de píxeles. Riddler, que ha trabajado con herramientas de IA, argumenta que “la IA no puede manejar conceptos: capturar momentos en el tiempo, memoria, pensamientos, emociones: todo eso es una habilidad humana real, que hace una obra de arte en lugar de algo que visualmente se ve bonito”.

Allí es donde entra el concepto de prompter: un prompter de alta categoría es un artista alimentando a la IA y su resultado es completamente distinto al obtenido por uno novato.

¿Ustedes qué opinan? ¿Creen que la Inteligencia Artificial podría reemplazar a los trabajadores? ¿Y a los artistas? El debate está abierto.

El autor es CEO de MD Marketing Digital

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