Conducir una empresa hoy en Argentina: cuatro claves para no salirse de la pista

El hecho de perseguir oportunidades debe transformarse en un ritual ya que los ciclos de crisis gestan alternativas que en condiciones habituales o de “booming” no ocurren

El contexto, asegura el autor, es el de una "carrera de prudencia, que demanda una conducción más lenta y cautelosa para evitar perder el control"

El paralelismo que se puede hacer entre la Argentina de hoy y una carrera de la Fórmula 1 con lluvia es que en ambos casos el principal objetivo es evitar el derrape en las curvas y renunciar a la idea de alcanzar la velocidad máxima. Se trata de una carrera de prudencia, que demanda una conducción más lenta y cautelosa para evitar perder el control, muy similar a lo que se requiere en una situación económica nacional inestable y sinuosa.

En el largo plazo, Argentina ofrece oportunidades para sostener negocios rentables, siempre y cuando las empresas puedan desarrollar la capacidad de adaptarse rápidamente a cambios imprevistos en el corto plazo. Si bien es fácil decirlo, no es sencillo ponerlo en práctica en el día a día. Lo fundamental, de todas formas, es comprender que la rentabilidad está directamente relacionada con la decisión de reducir la velocidad en las maniobras y ser lo suficientemente prudentes, pero constantes, para permanecer en la pista y cruzar la línea de meta al final de la carrera.

A diferencia del resto del mundo, las compañías en Argentina tienen la obligación de saber cuándo acelerar, cuándo levantar el pie del pedal y cómo frenar en momentos críticos. Por lo tanto, el primer desafío es aprender a cambiar el foco rápidamente y asimilar que el contexto macroeconómico exige muchas horas de análisis y estudio. Los líderes empresariales deben reorganizar sus agendas para concentrarse en el presupuesto y el plan de trabajo, dos variables que requieren dedicación, frecuencia y profundidad. La revisión periódica del presupuesto es crucial para evaluar el desempeño y determinar posibles ajustes. Demorarse en realizar este balance puede ser fatal.

A diferencia del resto del mundo, las compañías en Argentina tienen la obligación de saber cuándo acelerar, cuándo levantar el pie del pedal y cómo frenar en momentos críticos

En una segunda instancia, es esencial realizar análisis financieros que consideren la variable nominal y real en contextos de inflación, a fin de ajustarlos y mantener flujos de fondos reales positivos. La variable financiera representa uno de los mayores desafíos para cualquier compañía ya que actualmente se opera en un contexto de inflación mensual del 7 u 8%, e incluso más. Esto modifica drásticamente las proyecciones. La complejidad de combinar lo real y lo nominal en la gestión de una empresa no es común en las economías más desarrolladas del mundo.

Comprender todo lo mencionado anteriormente nos permite abordar el tercer paso: determinar en qué punto del ciclo de nuestra industria nos encontramos en relación a la economía. Independientemente del panorama general, cada actividad tiene sus propios momentos y fases que deben ser analizadas para determinar si lo que está sucediendo está en línea con cada etapa y en qué punto de la curva se encuentra. Aunque Argentina está atravesando un período macroeconómico en el que todos estamos inmersos, cada sector tiene su propia situación.

Las grandes perdedoras en este escenario son las decisiones ofensivas o de expansión, o quienes las eligen

Por último, llegamos a la cuarta clave: no postergar decisiones defensivas para posicionarse con solidez frente a los asuntos económicos externos. Revisar en este punto los procesos y estudiar las estructuras, gastos, nuevas sucursales, e-commerce y los niveles de eficiencia para determinar qué cosas hay que dejar de hacer y cuáles poner en marcha.

Las grandes perdedoras en este escenario son las decisiones ofensivas o de expansión, o quienes las eligen. Sin embargo, el hecho de perseguir oportunidades debe transformarse en un ritual ya que los ciclos de crisis gestan alternativas que en condiciones habituales o de “booming” no ocurren. En estos momentos surgen también las decisiones de inversión más arriesgadas que suelen acercar rentabilidades inesperadas y debemos estar atentos a ellas.

El autor es empresario, economista, CEO de Uniber, Metrocubico y Explorer Latam.

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