Cuando se habla del mercado de capitales y/o las inversiones financieras muchos pueden sentirse abrumados y nerviosos, y por ende asustarse y no considerarlo como una opción. Porque es para personas con muchos ahorros, para los que entienden, para los que tienen tiempo… y así se pueden llegar a enumerarse varios argumentos errados.
Pero la realidad es que el universo de potenciales inversiones para buscar darle valor y/o proteger los ahorros es amplio, y de seguro cada uno puede encontrar la mejor opción para cumplir su objetivo. Este último clave para entender la estrategia y los tiempos.
Ahora bien, antes de sumergirnos en conceptos como estrategia o cartera de inversiones, empecemos por al menos tres puntos claves que se deben tener en cuenta a la hora de comenzar.
El primero es conocerte. Esto lo podemos definir mediante el perfil de inversor; simplemente, esto nos permitirá entender como nos sentimos con diferentes posibles inversiones.
El universo de potenciales inversiones para buscar darle valor y/o proteger los ahorros es amplio, y de seguro cada uno puede encontrar la mejor opción para cumplir su objetivo
¿De qué depende? De varias variables que van desde el objetivo, pero también la situación financiera actual, el nivel de aversión al riesgo (cuanto podríamos perder de nuestros ahorros “sin dejar de dormir o sentirnos mal”), el conocimiento del mercado o la experiencia, e incluso la edad y el plazo en función a la meta.
En concreto, responder algunas preguntas ayudarán a definir cuál es la actitud frente a las diferentes opciones, y elegir cuál es la más adecuada.
El segundo es identificarte justamente con algunos de los perfiles clásicos reconocidos. El conservador que buscar la preservación y estabilidad de sus ahorros, invirtiendo en activos identificados de (muy) bajo riesgo. Acá podemos encuadrar, por ejemplo, el que busca que los pesos no pierdan valor por la inflación.
Mientras que, en cuanto a instrumentos posibles, encontramos en el mercado opciones como Fondos Comunes de Inversión de bajo riesgo –que además cumplen con el concepto de diversificación que explicamos más adelante–, o bien algunos bonos o letras de corto plazo con tasas atractivas (y por arriba de lo que hoy puede dar un plazo fijo tradicional).
Hoy hay información en línea que te ayudará, cursos sobre inversiones de diferentes niveles, y podes buscar el acompañamiento de algún especialista
De la otra punta, está el agresivo que apunta a un mayor crecimiento en su inversión, asumiendo el riesgo de tener variaciones importantes en su capital. En este sentido, más allá del objetivo -que puede ser alguno que requiera de la necesidad de incrementar nuestros ahorros muy por arriba de la inflación-, hay que entender que puede llegar a sufrir una pérdida de su inversión original. Tener el apto cardiaco al día, en momentos de volatilidad como el actual, es en consecuencia un requisito. Si vamos a opciones, entre otras, la renta variable (acciones y/o Cedears) encuadran típicamente en este perfil.
Y en el medio, podemos hablar del moderado: va detrás de rendimientos superiores al primero, exponiéndose quizás a sufrir algunas pérdidas de su inversión original -en consecuencia, balancea su ecuación riesgo y rentabilidad entre el conservador y el agresivo-.
Para ir cerrando, el tercer concepto a tener en cuenta a la hora de surfear el mundo de las inversiones va de la mano de la idea de diversificación. La definición de libro es dividir los ahorros en activos de diferentes niveles de riesgos, con el fin de limitar el riesgo (y la volatilidad) de lo sería mi cartera de inversiones.
Lo que nos lleva justamente a entender de qué hablamos cuando hablamos de “cartera” de inversiones. En otras palabras, al conjunto de activos que formarán parte de una estrategia, con el fin de cumplir un objetivo que puede ir desde uno de corto plazo (unas vacaciones) o uno mucho más de largo plazo -como pensar en un retiro-.
El objetivo es comprender que el mundo de las inversiones es para todos, sólo que hay que encontrar la que mejor se adapte a cada uno
El capital y la moneda de la que partimos, el plazo, la liquidez necesaria, la posibilidad de ir sumando flujo, y cuán activa será la administración formarán parte de esta “cartera”, que generalmente terminará combinando (insistimos según de qué tipo de inversor seas y que busques) quizás bonos, acciones, letras, fondos y otras posibles opciones.
En conclusión, el objetivo es comprender que el mundo de las inversiones es para todos, sólo que hay que encontrar la que mejor se adapte a cada uno. No tener miedo, pero si ocuparse en conocerlo.
No es difícil, y ese es un mito nuevamente a romper. Hoy hay información en línea que te ayudará, cursos sobre inversiones de diferentes niveles, y podes buscar el acompañamiento de algún especialista.