Dólar libre: lo extraño es que no se haya desbordado antes

La moneda de EEUU es el Arca de Noé al que todos quieren subirse cuando esperan un diluvio

Guardar
El Ministerio de Economía (REUTERS/Cristina Silles)
El Ministerio de Economía (REUTERS/Cristina Silles)

Tantos años de destrucción monetaria, con una Argentina que vivió inflación, megainflación e hiperinflación, han generado una capacidad de autodefensa de la gente contra la depreciación del peso que no tienen otros países.

Además de algunos bienes durables, el dólar se ha transformado en el Arca de Noé al que todos quieren subirse cuando esperan un diluvio.

Y se dan todos los ingredientes como para que la gente espere el diluvio. En primer lugar, hasta la gente más humilde sabe que los pesos que hoy tiene en el bolsillo mañana no le van a alcanzar para comprar la misma cantidad de mercaderías que hoy puede comprar. Todos huyen del peso y se refugian en mercaderías y los que pueden en dólares blue.

Hasta la gente más humilde sabe que los pesos que hoy tiene en el bolsillo mañana no le van a alcanzar para comprar la misma cantidad de mercaderías que hoy puede comprar

La gente ve subir los precios todos los días, aunque en realidad es el peso que se deprecia. Pero, en segundo lugar, también hay gente más informada que sabe de los desajustes de precios relativos que van a terminar en otra especie de rodrigazo. En 1975 la gente no estaba tan dolarizada como actualmente lo está y más de uno perdió su patrimonio. Hoy, luego de tantos golpes inflacionarios no es tan fácil cobrar el impuesto inflacionario.

En los países en que hay estabilidad de precios, los gobiernos pueden emitir algo de moneda para cobrar el impuesto inflacionario y no se producen huidas de sus monedas en forma inmediata. En los procesos inflacionarios, al principio la gente considera que la suba de precios puede ser transitoria y, cuando ve subir los precios, hasta puede postergar compras esperando a que bajen. Si el proceso inflacionario continúa, el comportamiento de la gente cambia y empieza a comprar antes que los precios sigan subiendo. En nuestro caso, lejos estamos de los países con estabilidad de precios. Somos un país en que la dirigencia política destrozó una moneda detrás de otra y la gente se defiende y la reacción de la gente es inmediata.

A esta capacidad de los argentinos de defenderse de la inflación, recordemos que desde 2002 no hay estabilidad de precios y ya hay toda una generación que sabe cómo vivir en inflación, le agregamos la emisión monetaria que sigue haciendo el BCRA, la bomba de Lleliqs que continúa acumulando en el BCRA y el riesgo de plan Bonex o hiperinflación, más un desgobierno y un ministro de Economía que hace agua en su “plan” llegar, debería sorprender que el mercado de cambios no se haya descontrolado antes.

Somos un país en que la dirigencia política destrozó una moneda detrás de otra y la gente se defiende y la reacción de la gente es inmediata

Explicar la inflación por culpa de los supermercados chinos, como lo hizo el secretario de Comercio, cuando el rubro educación subió el 29,1% y Prendas de Vestir y Calzado el 9,4%, por citar solo dos ejemplos, muestra a las claras que dentro del mismo equipo económico hay una falta de claridad sobre qué hacer evitar el desborde inflacionario y cambiario y solo atinan a buscar excusas que generan más desconfianza.

En marzo el BCRA volvió a utilizar la cuenta Adelantos Transitorios para financiar el déficit fiscal y también usó la cuenta Otros que explican el aumento de la base monetaria para comprar bonos del tesoro y financiar el gasto público. Esa nueva emisión es dinero que la gente no quiere, se lo saca de encima y se va al dólar y a bienes.

En definitiva, acá hay un punto que no se termina de entender. La situación económica argentina no se arregla con un retoque de las tarifas de los servicios públicos, el tipo de cambio o un nuevo plan soja. No solo se requiere de profundas reformas estructurales, sino también de un poder político que genere confianza y de un equipo económico que tenga prestigio y trayectoria. Esas dos cosas no las tenemos, por lo tanto, cada vez que el presidente, el ministro de Economía o sus secretarios dicen algo, solo generan más incertidumbre porque muestran no tener idea dónde están parados.

Dentro del mismo equipo económico hay una falta de claridad sobre qué hacer evitar el desborde inflacionario y cambiario y solo atinan a buscar excusas que generan más desconfianza

Tal vez la sequía haya acelerado las cosas, pero era evidente que el cambio de ministro por alguien que no está preparado para ese cargo en un gobierno con un presidente que parece estar desconectado de la realidad, explican este camino a la hiper que estamos recorriendo y la suba del blue. Una mezcla de incapacidad económica y desconfianza en el gobierno.

En síntesis, lo extraño no es que esté subiendo tan fuerte el dólar blue, sino que la situación no se haya desbordado antes.

Guardar