Los desarrollos tecnológicos han favorecido propuestas en tiempo real, en el mundo y en realidades alternas. La vertiginosidad en el desarrollo de herramientas diversas y de propuestas que conciben la enseñanza en los escenarios digitales contemporáneos, da cuenta de una actualización permanente en un campo de conocimientos que han llevado a que revisemos la idea de tiempos no-compartidos, a veces compartidos y alterados en las prácticas híbridas.
Desde el armado de las clases en vivo (presenciales o virtuales) hasta la elaboración de materiales, el diseño de actividades y evaluaciones; las expresiones contemporáneas de la cultura permiten abordar las disciplinas e inspirar y fortalecer propuestas formativas.
Nos preguntamos ¿pueden un stream de Twitch, un hilo de Twitter o una cadena de memes inspirar nuestras prácticas educativas? Indagar cómo es el acercamiento a la información y a la cultura actual puede darnos pistas para acompañar el proceso de aprendizaje de los estudiantes ya que las expresiones culturales nos emocionan, las tecnologías nos movilizan y en este marco los modos de abordar contenidos y propuestas pueden ser promovidos a partir de diversas formas.
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Un ejemplo son las multi y transmediales, donde el contenido se presenta en diversos formatos y entornos y permiten múltiples formas de interactuar; o las alteradas, que no siguen secuencias lineales, como cuando saltamos de pestaña en pestaña y de publicación en publicación.
Otras formas son las breves, a partir de tweets, haikus, stories, web stories, memes; o remixadas, donde los contenidos son creados en base a otros miles de contenidos como memes y remixes de TikTok e Instagram; informes televisivos, featurings y sampleos musicales.
Las modalidades procesadas, remiten a cuando el contenido se aborda a través de otra persona que lo analiza y lo comenta: análisis de tráilers y películas, videos reacción, streams de Twitch mirando una jugada o un contenido audiovisual, hilos explicativos de Twitter; mientras que la seriada, es en entregas parciales y periódicas que conforman una serie.
También existe la interactiva, cuando el espectador “rompe la pared” y puede interactuar e intervenir en el contenido, eligiendo recorridos o modificando secciones; o las inmersivas, donde se puede partir de la entrada total al universo temático, tanto porque todo el entorno está diseñado en función del contenido, como porque el usuario se “mete” de lleno en él.
Por último, encontramos las IRL (in real life), que es la documentación de procesos en tiempo real, que muchas veces son streams en vivo; o de nicho, en producciones que apuntan a públicos muy específicos como, por ejemplo, los podcasts y newsletters.
En el marco de debates sobre el valor de la inteligencia artificial en la educación y sus posibilidades de mejoras significativas, siguen siendo constantes los mutantes escenarios culturales. Estos promueven estrategias “inteligentes” - inmersivas, creativas y originales - que inspiran una clase distinta para sujetos que también han cambiado, son aquellas estrategias las que mutan y rompen el modelo tradicional de enseñanza explicativo-aplicativo/verificativo.
En tiempos de supremacía de lo digital encontramos una comprensión hacia aprendizajes emergentes que requieren alterar la secuencia lineal progresiva: el espacio del aula y el tiempo pedagógico. Para ello, es importante discutir cuáles son las condiciones que desde múltiples dimensiones tensionan las prácticas clásicas y dan lugar a la emergencia de prácticas renovadas.
Las autoras son directoras y analistas de experiencias formativas de la Escuela de Innovación del ITBA
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