Cada persona que trabaja con el mercado y el trading, gestionando sus inversiones y siguiendo las oportunidades, sabe que el contexto es uno de los marcos principales a estudiar. El 2022, a pesar de ser un año bajista, nos muestra, sin embargo, que aún queda mucho por explorar y capitalizar en el emergente mercado cripto.
Como el resto de los mercados, el mundo cripto se basa en el largo plazo, la confianza hacia la consolidación de las tendencias digitales y la apuesta en ellas. En ese sentido, realizar un balance de 2022 permite plantear los caminos a explotar en 2023, entendiendo que las crisis son nuevas ventanas de oportunidad.
Efectivamente, el cierre de 2022 estuvo signado por una sucesión de golpes, financieras y/o mediáticas, que hicieron ruido hacia dentro del mundo cripto. La comunicación y la configuración del sentido sobre este mercado todavía recae en los extremos: quienes prometen fortunas y oportunidades incomparables con poco trabajo, y quienes desconfían fuertemente de este nicho. Luego la realidad, un mercado con menos de 15 años de antigüedad en el que se busca descentralización y avance tecnológico.
Los sismos del 2022
De menor o mayor escala, cada sacudón que sufrió el mercado se resiente en sus estructuras más sólidas: Bitcoin y Binance, la criptomoneda más desarrollada y el exchange más extendido en el mundo. La confianza en el mundo cripto repercute en su valor, aunque estamos atestiguando como el péndulo achica su margen de movimiento.
El cierre de 2022 estuvo signado por una sucesión de golpes, financieras y/o mediáticas, que hicieron ruido hacia dentro del mundo cripto
La estrepitosa caída de un ecosistema como Terra-Luna, llevándose ahorros e inversiones de muchos traders en apenas 3 días, con la desaparición de dos monedas que estaban rankeadas top ten, con enormes cantidades invertidas en ellas.
En esa sintonía, las quiebras de 3AC, Celsius y FTX fueron grandes golpes este año. En el primer caso, un fondo de inversión que trabajaba en muchos proyectos del sector DeFi, el segundo un exchange sobre apalancado también en finanzas descentralizadas y el tercero, uno de los exchange más utilizados del mundo. Esto produjo un efecto en cadena, llevándose consigo plataformas relacionadas, como BlockFi por ejemplo.
En el caso de FTX, algunos rumores de fraude trajeron incertidumbre al sector, por acciones deliberadas de su fundador, que derivaron en desconfianza sobre el mercado. Es preciso allí diferenciar entre la intervención humana y el funcionamiento de la blockchain. Pero esto no es del todo negativo, dado que la depuración de proyectos tóxicos -o fraudulentos- permiten evitar problemas futuros y consolidar el crecimiento de los verdaderamente innovadores para la industria, en los que vale la pena invertir.
Estos hechos, llegaron incluso a Binance, el exchange más poderoso. Repercutieron en su funcionamiento y acciones, obligando a la compañía además a trabajar en una estrategia comunicacional que aleje los fantasmas, algo que ha logrado de buena manera.
Bitcoin, por su parte, va encontrando su DIP luego del pico alcista que vivió en 2020. Comenzó el año en los 50.000 USD y lo cierra un 60% por debajo, en menos de 20.000 USD. La circulación alcanzó los 19 millones de 21 millones posibles, conservando su sólida posición como el oro moderno, en vías hacia nuevo proceso de halving que tendrá lugar entre finales de 2023 y principios de 2024.
Se trata de un recorte del 50% a la minería de Bitcoin, que se traduce en una baja en la oferta que repercute en la subida de su demanda. Este proceso, vivido en 2012, 2016 y 2020, siempre ha coincidido con los picos históricos de la criptomoneda que, por su liderazgo de mercado, arrastra al alza a todas las demás.
2023: una carrera de resistencia
La mayor característica del 2023 será, muy probablemente, la resiliencia y preparación que demandará el mercado. El mundo cripto comienza a consolidar su posición como un nuevo integrante de la familia financiera que, a grandes rasgos, se diferencia por su transparencia a partir de la base blockchain.
Algo muy positivo que ha dejado este año, es el gran crecimiento en educación. Personas, empresas, instituciones que se adaptan a las nuevas tecnologías y están ávidos de aprender sobre las nuevas tendencias. Este panorama es fundamental hacia la transición digital, donde se quedan los proyectos sólidos en los que invertir en este período bajista.
La desaceleración del péndulo por la adaptación e interés de muchas personas frente a agentes externos, noticias y especulaciones permitirá, por un lado dicha consolidación y, por otro, aprovechar las crisis del 2022 para aprender de ellas y posicionarse con inversiones claves para 2023, pensando aún más en el largo plazo.
3 inversiones claves para el futuro
Los mercados a la baja, bear market como se define dentro del nicho, son enormes ventanas de oportunidad para invertir, tanto por la accesibilidad del precio de los activos como por la caída del volumen de inversores, no debidamente preparados o simplemente descartados por las bajas.
Dentro de las oportunidades que veo, creo que estas son las que mejor panorama tienen y sobre todo las más seguras:
1) Bitcoin: A pesar de su baja, como se explica, la moneda más sólida y reconocida del mercado cripto sigue siendo el valor fundamental para cualquier wallet de inversión. El bull run que se aproxima con el próximo halving le da la mayor rentabilidad a largo plazo.
El 2023 es un momento ideal para investigar esta oportunidad de cara a los dos o tres años subsiguientes
2) Ethereum: Cada día, esta cripto se aleja más de la sombra de Bitcoin. Ya por lejos la segunda más popular, se caracteriza por tener una gran red de desarrollos en DeFi. En la actualidad, podríamos decir que su plataforma cuenta con mejor avance en materia descentralizada. Sin duda, este es otra fija para el 2023, porque a la vez, fomenta el desarrollo del mercado mismo
3) Metaverso: Diversas industrias se abocan cada vez más al desafío de trasladar parte de su funcionamiento e inversiones a la blockchain. Por eso, es común encontrar tokens de industrias que se especializan en nuevas tecnologías, como Sand y Mana. De aquí, hay que prestar mucha atención a las empresas que comienzan a explorar el metaverso, un nicho muy prometedor dentro de las tendencias cripto. El 2023 es un momento ideal para investigar esta oportunidad de cara a los dos o tres años subsiguientes.
Estas son algunas medidas tanto de cuidado como de inversión que todos deberían tener siempre en cuenta:
● Todos los riesgos a tomar deben ser con capital prescindible ya que, como todo mercado, la inversión tiene su posibilidad de pérdida.
● Cuidar el lugar de ahorro, teniendo en cuenta hechos como el de FTX, es recomendable siempre guardar las inversiones en wallets propias y frías, sin necesidad de acceso a internet.
● Disposición a estudiar y moverse en el mercado con paciencia, pensando en plazos no menores a 2 años.
● Estar continuamente al tanto de las novedades del mercado y de las inversiones a través de sitios confiables como CoinMarketCap o CoinGecko, como también leer periódicamente en redes sociales a cuentas relevantes o líderes de la industria.
La blockchain no solo se trata de criptomonedas que, si bien son su activo más relevante, se convertirán en un integrante de la familia DeFi, cada vez más grande. El crecimiento de la cadena y su consolidación en el cotidiano socioeconómico será gradual en el tiempo, por lo que en estos momentos las oportunidades son aún más grandes para quienes comienzan y desarrollan su educación en tecnologías descentralizadas.
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