Cada vez que la FED sube la tasa rompe algo

La aceleración de la intervención regulatoria de la emisión monetaria y de los tipos de interés por parte del banco central de los EEUU alteró la dinámica de los mercados financieros internacionales

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Es un clásico que cada
Es un clásico que cada vez que la Reserva Federal de EE.UU. comienza un proceso de “tightening” (endurecimiento de su política monetaria) no para hasta que rompe algo (Reuters)

Es un clásico que cada vez que la Reserva Federal de EE.UU. comienza un proceso de “tightening” (endurecimiento de su política monetaria) no para hasta que rompe algo. Sobran los ejemplos sin ir demasiado lejos en la historia. El apretón monetario de 1994, llevó al incumplimiento al condado de Orange y años después al colapso del Long Term Capital en 1998. Quizás es más recordado el endurecimiento monetario del 2000 que llevó al estallido de la burbuja tecnológica (crisis de las punto.com). Pero sin dudas, la suba de tasas entre 2004 y 2006 fue una de las causas que generó la crisis inmobiliaria del 2008, donde se hicieron famosos los préstamos “subprime”.

Para poner en contexto el apretón actual, vale la pena su comparación con la génesis de la crisis inmobiliaria del 2008. El aumento de tasas previo a dicha crisis, duró dos años y llevó la tasa desde un nivel de 1,00% a 5,25% anual. Por lo tanto, dicho endurecimiento fue de 425 puntos básicos.

Tengamos en cuenta que el actual apretón comenzó el 16 de marzo del 2022 cuando la tasa estaba en 0,25%, llevándola hasta 4,75% anual el 1º de febrero de este año. Por lo tanto, en menos de un año el FOMC (Comité Federal de Mercado Abierto) de la Reserva Federal elevó la tasa en 450 puntos básicos. Conclusión, el actual apretón es más duro en términos de velocidad y magnitud.

Durante los últimos meses, cada vez que Jerome Powell, titular de la FED, hacía una declaración sobre la política monetaria, repetía como un “mantra” que están monitoreando el estado de situación de la inflación, el mercado laboral y las tensiones financieras.

El apretón monetario de 1994, llevó al incumplimiento al condado de Orange y años después al colapso del Long Term Capital en 1998. Quizás es más recordado el endurecimiento monetario del 2000; y la suba de tasas entre 2004 y 2006

Flotaba en el aire que algo se podía romper en el sistema financiero y finalmente ocurrió. La noticia inicial la generó el Silvergate Capital, pero se le atribuyó su crisis a un modelo de negocios muy de nicho, muy concentrado en cripto activos. Luego sobrevino la crisis del Silicon Valley Bank (SVB), la cual también se explicó por un modelo de negocios muy concentrado, en este caso en “venture capital”, financiamiento a “startups” tecnológicas.

Sin embargo, el SVB tuvo un condimento más picante, su CEO Greg Becker, hasta el 10 de marzo del corriente formó parte del directorio de la Reserva Federal de San Francisco. Por lo tanto, ¿estaría la FED en condiciones de monitorear bien las tensiones financieras cuando entre sus filas figuraba el CEO de un banco que manejó muy mal sus activos, y que además pocos días antes de la crisis vendió sus tenencias del SVB?

Cada vez que Jerome Powell,
Cada vez que Jerome Powell, titular de la FED, hacía una declaración sobre la política monetaria, repetía como un “mantra” que están monitoreando el estado de situación de la inflación, el mercado laboral y las tensiones financieras (Reuters)

Cuando estos fenómenos ocurren comienza a aumentar la incertidumbre y la volatilidad en los mercados. A riesgo de ser muy técnico, hay un índice el “ICE BofALM MOVE” que mide la volatilidad en el mercado de deuda. Algunos lo llaman el “VIX” de los bonos. Permítanme aclarar que el “VIX” es el indicador de volatilidad del S&P500 que es más conocido que el de los bonos. Volviendo al “ICE BofALM MOVE”, este indicador a fines de la semana pasada superó el nivel registrado en la pandemia y su nivel es sólo es comparable con los valores registrados durante la crisis del 2008.

Además, comienza una preocupación conocida con el nombre de aquel juego ¿Were´s Wally? (¿Dónde está Wally?), en el sentido de quien será afectado por las quiebras del Silvergate Capital, el SVB, al cual se le sumó el Signature Bank. Si bien la Reserva Federal, junto al Tesoro de EE.UU. y el FDIC (sistema de garantía de depósitos) salieron con un nuevo programa el “BTLP” a salvar a los ahorristas del SVB, ¿Quién salva a sus accionistas y acreedores?

Por lo tanto, en aguas tan revueltas, quienes tenemos la responsabilidad de administrar dinero, tendemos a bajar el riesgo en los portafolios y entrar en el clásico proceso llamado “fly to quality” (el vuelo a la calidad), el cual lleva a un análisis más riguroso de los riesgos crediticios de las tenencias y mover los portafolios hacia deuda del Tesoro de EE.UU. o deuda corporativa de “high grade” (alta calidad) en detrimento de deuda corporativa de menor calidad llamada normalmente “high yield” (alto rendimiento) y deuda emergente.

Comienza una preocupación conocida con el nombre de aquel juego ¿Were´s Wally? (¿Dónde está Wally?), en el sentido de quien será afectado por las quiebras del Silvergate Capital, el SVB, al cual se le sumó el Signature Bank

Por lo tanto, de la quiebra del Silvergate Capital, llegamos a la caída en los precios de los globales argentinos, más allá de las novedades domésticas.

Lamentablemente, la escalada de las tensiones financieras cruzó el océano Atlántico impactando en el Credit Suisse, institución emblemática que desde la crisis financiera global del 2011 venía arrastrando problemas y se estaría encontrando una solución siendo absorbido por el UBS.

Pero en EE.UU., el lanzamiento del programa “BTLP” no logró calmar completamente las tensiones e hicieron zozobrar al First Republic Bank, quien recibió en los últimos días un salvataje por USD 30.000 millones, en el que participaron once instituciones financieras de primer nivel (Bank of America, Citigroup, JPMorgan Chase, Wells Fargo, Goldman Sachs, Morgan Stanley, Bank of New York Mellon, PNC Bank, State Street, Truist y el US Bank).

Desafío para la FED

Toda esta situación lleva a la Reserva Federal a un gran desafío, ¿Sigue con su intención de controlar la inflación o sigue rompiendo cosas? La respuesta es difícil, porque Powell ha explicado recientemente ante ambas cámaras del Congreso: 1) que la inflación no está controlada, sobre todo los precios de los servicios; 2) que el mercado laboral no sólo está muy ajustado, sino que además desequilibrado y 3) aplicando reglas monetarias clásicas como la famosa “Taylor Rule”, la FED debería elevar la tasa por encima del 6,0% anual.

Todo esto aumenta el “rating” de la conferencia de prensa que dará Jerome Powell esta semana, más precisamente el miércoles 22, luego que el comité decida qué hacer con la tasa. Algunos analistas consideran que primará el temor a seguir rompiendo y que el comité no subirá la tasa, otros consideramos que a la FED no le queda otra que dar una nueva señal de ajuste y elevar al menos 25 puntos básicos más la tasa.

Por lo tanto, esta semana transitaremos un nuevo episodio de esta saga, que esperemos no haga zozobrar a ninguna otra institución financiera.

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