Confía en la potencia de la humanidad para hacer el bien: en salida y abrazando a los descartados

Los curas de las villas, los vecinos en nuestros barrios, los Hogares de Cristo estamos felices de que Francisco, el pastor que nos marca el camino, celebre sus 10 años como Papa

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Papa Francisco. (Foto AP/Michael Sohn)
Papa Francisco. (Foto AP/Michael Sohn)

Pensarlo a Francisco analizando sus diez años como Papa, sus enseñanzas, su palabra, sus gestos me llevan a afirmar con alegría que son y han sido muy positivos. Él nos hizo volver la mirada sobre lo esencial en nuestra vida como Iglesia, poniéndonos a todos los cristianos —y en esto nadie se queda afuera—a reflexionar de una manera muy particular sobre nuestro vínculo con Jesús y nuestro compromiso con la gente.

Vayamos a sus gestos. Una y otra vez nos machaca con la fuerza de la necesidad que nos golpea a la puerta que tenemos que hacernos cargo y asumir nuestra parte del compromiso con los que él llama “los descartados”. Sin actitudes que nos distancien del día a día de los otros, haciendo opción siempre por los que el mundo deja tirados y, al mismo tiempo, invisibiliza.

La Peregrinación que estamos haciendo con la Familia Grande Hogar de Cristo por la Argentina, con el lema #NiUnPibeMenosPorLaDroga, desde agosto del 2022 y que termina el 11 de marzo del 2023 en Luján, no deja de ser parte de esta propuesta de Francisco de una Iglesia en salida: es una Iglesia que camina, que va adonde están los excluidos por culpa de la droga y donde no hay respuestas para levantar a los que están caídos. Pero sí fueron naciendo las respuestas que dio la fe de la comunidad. Con el micro con el viajamos con los chicos y familias de los Hogares, fuimos uniendo todos esos puntos del país creando una Peregrinación extraordinaria que duró 8 meses, recorrió más de 15 000 km, visitó 92 ciudades, fue declarada de Interés cultural en todo el país, en la Casa Histórica de Tucumán se realizó la “declaración de la Independencia de las drogas” y en La Rioja, frente a la tumba del beato Angelelli, pedimos por el “derecho humano a vivir en un país libre de drogas” y tantas otras maravillas más.

El próximo sábado 11 de marzo festejaremos los 15 años de los Hogares de Cristo. Desde estos centros barriales concretamos en el territorio el abordaje integral de las adicciones, nacido desde el corazón de los barrios populares. Y también celebraremos los 10 años del Papa Francisco totalmente ligados a nuestros Hogares porque no solamente él estuvo cuando inauguramos el primer Hogar de Cristo en la Villa 21 (en el Jueves Santo de año 2008) sino porque también tiene que ver con esta propuesta de Iglesia que él quiere que sea para toda la humanidad.

La peregrinación nacional de los Hogares de Cristo llegó a Tierra del Fuego.
La peregrinación nacional de los Hogares de Cristo llegó a Tierra del Fuego.

Salgamos de Argentina y vayamos al resto del planeta. ¿A dónde viaja Francisco? Sus visitas llegan a países en los que quizás no hay tantos católicos, o donde se está sufriendo, o hubo o hay guerras, o se violan los derechos humanos. Ahí está la visita del pastor que nos marca un camino.

¿Y qué nos propone como enseñanzas? Que pongamos en el centro del mundo al hombre y nuestro mundo actual, y lo cristaliza en la encíclica Laudato si’; y en los vínculos fraternos entre los seres humanos en la Fratelli Tutti; y me gusta mucho la Evangelii gaudium para entender la misión que tenemos como Iglesia.

Claramente no todo fue ni es fácil para este Papa que vino a proponer el estilo de Jesús en todas las dimensiones de la vida. El mundo de hoy, que en muchas cosas es contracultural —sobre todo en los ambientes intelectuales, no quiere abandonar su seguridad, su lugar de poder— tendrá una mirada sobre la Iglesia muy diferente a la que pregona el papa argentino. Francisco sabía que se iba a encontrar con estas reacciones y me parece muy bien que haya mantenido fuerte esta orientación.

Más allá del cariño y respeto que yo mismo pueda tenerle, es innegable que el mundo ve en él a un líder planetario, un líder espiritual. Lo comparo con Gandhi o Luther King en los que aún hoy detectamos líderes en distintos terrenos por más que profesemos religiones diferentes. Francisco se convirtió en un líder espiritual del mundo actual.

Él abrió la Iglesia moviendo estructuras, oxigenando maneras. El paso del Papa que siga a Francisco será la organización, la organización de una Iglesia que cuenta con menos curas, menos religiosas, y que se tiene que preparar para todo lo que significa la evangelización y su presencia en distintas partes del mundo dando respuestas a los problemas de la fe, a la vida comunitaria, fortaleciendo el compromiso con los más descartados: el camino que marcó Jesús hace más de dos mil años y que reforzó Francisco en este último tiempo.

A muchos de nosotros nos parece extraño que aquel que fue nuestro obispo en Buenos Aires ahora nos invite a tomar mate en su despacho en el Vaticano. Eso nunca entró en nuestra imaginación. Es una experiencia un poco inédita en la que también constato que la distancia Vaticano-Argentina se acortó bastante. Cuando yo preciso su palabra y su parecer, le mando un mail.

Siendo yo un sacerdote que vive en barrios populares desde hace tantos años, siento que nos valora como curas villeros desde que nos conoció. Cuando él fue nuestro obispo sintonizó enseguida con nosotros porque él vio ciertas cosas que después propuso para toda la Iglesia: el cura que vive una vida simple y austera como uno más, entre la gente, con una mirada de fe profunda, y que se convierte en una proyección espiritual y social en el barrio que transforma la realidad. Eso él lo vio y simpatizó enseguida con el modo. Es valioso el concepto que él tiene de nosotros y también el vínculo que generamos a través de las experiencias compartidas.

Los curas de las villas, los vecinos en nuestros barrios, los Hogares de Cristo estamos felices de que Francisco celebre sus 10 años como Papa y sepa que en Argentina lo queremos y mucho. No sé si Francisco seguirá los pasos de Benedicto pero lo que sí sé es que sería bueno que viniera a la Argentina siendo Papa porque el pueblo sencillo, el pueblo de fe, desea de verdad que venga. Los demás, los especuladores de la política, no son a los que nosotros nos referimos. Nos gustaría que el pueblo pudiera encontrarse con Francisco y decirle por las calles, en las misas, en encuentros multitudinarios, que lo quieren de corazón a corazón.

¡Hasta pronto, padre Jorge, te mandamos un abrazo desde las periferias del fin del mundo, desde tu querida Argentina!

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