Equidad de género: la meta se seguirá alejando si no pensamos distinto

Visibilizar es un gran paso para inspirar a las nuevas generaciones y cambiar comportamientos; pero, a juzgar por las estadísticas y la realidad que vemos a diario, no es suficiente

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El censo nacional realizado en 2022 arrojó como resultado que las mujeres representan el 51,7% de la población
El censo nacional realizado en 2022 arrojó como resultado que las mujeres representan el 51,7% de la población

Según el informe 2022 del World Economic Forum, al ritmo al que vamos, harán falta más de 130 años para cerrar la brecha de género. Dice, también, que de las mujeres empleadas en posiciones públicas o privadas, solo el 33% ocupa puestos de liderazgo. Teniendo en cuenta estos datos, una cosa queda clara: aún hay mucho camino por recorrer a pesar de todos los esfuerzos que se vienen haciendo para dar visibilidad la problemática.

Visibilizar es un gran paso para inspirar a las nuevas generaciones y cambiar comportamientos; pero, a juzgar por las estadísticas y la realidad que vemos a diario, no es suficiente. Para transformar el contexto tenemos que ir varios pasos más allá. Tenemos que ser sistemáticos y específicos sobre el tema, haciendo foco en lo que hacemos y cómo lo hacemos ya que no está dando resultados tangibles.

Al ritmo al que vamos, harán falta más de 130 años para cerrar la brecha de género

La manera en la que tomamos decisiones es el resultado de nuestros sesgos cognitivos y, también, claro está, de los sesgos adquiridos a partir de nuestra educación familiar, nuestra cultura y religión, con la que nos criamos hasta ser adultos. Ahora bien, ¿podemos cambiar esos sesgos? Tal vez no. ¿Podemos tomar decisiones distintas? Seguramente que sí, si somos capaces de reconocer patrones de conducta y evitarlos, ensanchando nuestra capacidad de innovar y, en consecuencia, cambiar la realidad que nos rodea.

Hago énfasis en los patrones de conducta, en los sesgos, porque claramente no es un tema de capacidad lo que hace que tantas mujeres estén fuera del mercado laboral, fuera de las mesas de decisiones. Las mujeres y los hombres tienen las mismas habilidades para desenvolverse en todos los campos que podamos imaginar. Sin embargo, no logramos hacerlo de manera equitativa y libre de estereotipos. Es indispensable cambiar esa inercia.

La manera en la que tomamos decisiones es el resultado de nuestros sesgos cognitivos y, también, claro está, de los sesgos adquiridos a partir de nuestra educación

El censo nacional realizado en 2022 arrojó como resultado que las mujeres representamos el 51,7% de la población. Estamos navegando un mundo cada vez más complejo, que requiere de todo nuestro talento para encontrar soluciones a problemas que no imaginamos jamás; disponiendo, a la vez, de herramientas tecnológicas que tampoco imaginamos llegar a tener.

El momento nos convoca: ¿en serio creemos que lograremos encontrarlas con la mitad de la población excluida de las mesas de decisión?

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