La dirigencia política, lejos de las necesidades de la sociedad

Pareciera que sus objetivos se concentran más en objetivos personales que colectivos, para el crecimiento económico

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Analistas y políticos presentan a partidos como si fueran marcas de empresas y líderes comerciales. Pero lo hacen sin fundamento ni compromiso firme (Reuters)
Analistas y políticos presentan a partidos como si fueran marcas de empresas y líderes comerciales. Pero lo hacen sin fundamento ni compromiso firme (Reuters)

Analistas y políticos presentan a partidos como si fueran marcas de empresas y líderes comerciales. Pero lo hacen sin fundamento ni compromiso firme. Excepto el de ordenarse para hacerse de poderes y recursos del Estado.

Por separado, ninguno de ellos ofrece un bien, producto, diferente, exigible, concreto. Ni tampoco se compromete, detalladamente, a organizar la seguridad, o la educación, liberar de trabas innecesarias las relaciones individuales y comerciales, a los empleos en su jurisdicción.

Olivier Williamson, premio Nobel en economía describió en el libro “Las Instituciones del Capitalismo” que las organizaciones particulares aseguran, coordinan y controlan las actividades individuales de quienes las conforman, en cumplimiento de su objeto y, en simultáneo, procurarles mayores ingresos. Dichas instituciones controlan la consecución de los objetivos y libertades de los ciudadanos, sus diversos clientes vigilando prestamente la atención de las actividades individuales.

En tal sentido, considera que pagar o conceder beneficios a su personal por encima de lo percibido por la competencia es afrontar pérdidas competitivas y patrimoniales que reducen las ganancias -constituyendo ineficiencias- equiparables con actos de corrupción, contrarias al capitalismo.

Ahora bien, la ONG Transparencia Internacional (TI) define actos de corrupción como los tratos con gobiernos que privilegian a personas determinadas, impulsando crisis en las Américas.

En nuestra perspectiva, añadimos las ventajas acordadas a funcionarios especiales, por ejemplo, remuneraciones, pensiones, consideraciones y planteles de personal extraordinarios, aún a quienes se hallan trabajando normalmente y perciben jubilaciones no previstas otorgadas por burócratas subalternos de los beneficiados. Situación que irrita. Esos gobiernos frágiles fallan en su tarea de prevenir redes criminales, conflictos sociales, y violencias.

El único camino viable es que los líderes prioricen la lucha contra la corrupción a fin de extirparla y los gobiernos cumplan su función principal de proteger a las personas

El único camino viable es que los líderes prioricen la lucha contra la corrupción a fin de extirparla y los gobiernos cumplan su función principal de proteger a las personas. Por el contrario, los partidos políticos procuran que sus funcionarios gasten irresponsablemente, muy por encima de lo tolerablemente aceptado.

El saqueo de los tesoros estatales es la contrapartida del empobrecimiento de los argentinos de a pie. En ese tenor, David Hume declaró la inestabilidad de los derechos de propiedad una causa mayor de la pobreza. Según su mirada, de la estabilidad de la posesión dependen la paz y seguridad de las sociedades humanas. Las otras leyes cruciales son la transferencia por consentimiento y el cumplimiento de los compromisos. Pero nuestros gobernantes insisten en violar reiteradamente tales condiciones.

 James Madison, padre de la Constitución de EEUU. replicaba: “Si los hombres fueran ángeles no necesitarían gobiernos, si los ángeles gobernaran no se necesitarían quienes los controlasen”, Federalist Paper nº51 (Reuters)
James Madison, padre de la Constitución de EEUU. replicaba: “Si los hombres fueran ángeles no necesitarían gobiernos, si los ángeles gobernaran no se necesitarían quienes los controlasen”, Federalist Paper nº51 (Reuters)

Ante esos quiebres de condiciones cruciales, James Madison, padre de la Constitución de EEUU. replicaba: “Si los hombres fueran ángeles no necesitarían gobiernos, si los ángeles gobernaran no se necesitarían quienes los controlasen”, Federalist Paper nº51. En esa sección, Madison describe el complejo de las condiciones para asegurar las libertades y logros individuales, la independencia de los diferentes poderes del gobierno y su favorable disposición, signados en la Constitución de EEUU, para defender las libertades y habilidades personales.

En nuestros días, ni el fútbol profesional ni las actividades productivas serían competitivos sin jueces imparciales controlando las acciones oficiales y una estructura para sancionar incumplimientos. Aunque todos los contratantes jurasen solemnemente cumplir las reglas, leyes, tendrían oportunidades, incentivos, a quebrarlos.

Recuperar el rol de la moneda estable

Para seguridad de todos los contratantes, urge sustituir al peso de valor impredecible. Al reemplazarlo por una medida de valor, patrón o unidad de cuenta más conforme con una mayoría de interlocutores. Dolarizando, automáticamente se sancionarían desvíos de los valores pactados.

La contribución de Madison desarrolla las ventajas de favorecer las diferencias sectoriales para que ninguna facción se imponga, como un monopolio, oprimiendo a otras minorías. Valorando con mayor conformidad las transacciones. Esta mirada se fundamenta en Ley de la utilidad marginal decreciente de los economistas. Las diferencias de intereses se confirman, unifican, con controles balanceados.

Buena parte de los argentinos no advierte que los precios, ingresos, condiciones económicas, conforman “la Mano Invisible”, el mecanismo informativo avanzado por Adam Smith

Buena parte de los argentinos no advierte que los precios, ingresos, condiciones económicas, conforman “la Mano Invisible”, el mecanismo informativo avanzado por Adam Smith, en La Riqueza de las Naciones.

En contraste, las cargas impuestas para sufragar gastos o medidas contrarias a los deseos de la población -decretar al peso medio de pago- constituyen imposiciones gubernamentales que deterioran las capacidades productivas y de contratar.

En compensación de los saqueos a los tesoros públicos, algunos partidos políticos podrían proponer que los funcionarios paguen los gastos irresponsablemente incurridos, de forma detallada. Desde el inicio de la democracia, los argentinos comunes se empobrecieron por decisiones de los gobiernos.

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