Inversión y ahorro: el oro se convierte en ganador a comienzos de 2023

En nuestro país la dinámica de cambio permanente es casi semanal y a veces diaria respecto de la previsibilidad de las decisiones en materia de decisión de ahorro e inversión. Esto genera que la decisión tomada hoy no sea la mejor mañana

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Traders en el piso de New York Stock Exchange (NYSE), en Wall Street (REUTERS/Brendan McDermid)
Traders en el piso de New York Stock Exchange (NYSE), en Wall Street (REUTERS/Brendan McDermid)

Hay un refrán popular que dice “el dinero crece en el árbol de la paciencia”. En Argentina no hay contexto para la paciencia. La inflación devora el valor del dinero cada vez más rápido. Todo es frugal y efímero en materia de decisiones para preservar el valor y obtener rendimientos. El ahorro y la inversión que requiere de tiempo cada vez es más difícil de llevar a la práctica.

¿Cuáles son las diferencias entre ahorro e inversión? El ahorro es la parte de los ingresos que no se usan en el consumo para que posteriormente se preserve para el futuro. La inversión es el proceso por lo cual se asigna ingresos del ahorro para la compra de activos con el objetivo de satisfacer necesidades futuras. Ambas acciones buscan evitar perder frente al flagelo de la inflación.

Entre enero 2022 y enero 2023, frente a una inflación en línea del 98,8%, el plazo fijo rinde, 75%; el oro, 95%; el dólar libre, 86%, el dólar CCL, 83%; y el MEP, 80 por ciento. De las 5 opciones elegidas el oro es el que más se acerca a la inflación. Sin embargo, solo el plazo fijo UVA en ese mismo período le ganó a la inflación con un 98,9 por ciento. Es importante, recordar que este último instrumento intenta siempre ganarle con un punto porcentual más a la inflación, pero que tiene su contrapartida directa en el tiempo que tiene que estar encajados los pesos en el banco. Durante 3 meses rinde una tasa ajustada por inflación pero hay que mantener inmovilizado el dinero en el banco.

Sin embargo, frente a una inflación que en el Índice de Precios al Consumidor está dando 6%, comienza a ser nuevamente conveniente invertir en el plazo fijo tradicional que rinde 6,25% mensual.

Fuente: Focus Market
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Si tomamos como parámetro diciembre 2022, veremos cómo el último salto cambiario hizo que el dólar paralelo sea la mejor elección para hacerle frente a la inflación con un 11% de rendimiento. Luego le sigue muy de cerca el último repunte del oro con un 8%, el dólar CCL con un 6% y el plazo fijo con 6.25% (dato alentador, debido que hace meses los que apostaban a este instrumento se encontraban históricamente por debajo de la variación de precios).

Fuente: Focus Market
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Si se arrastra el análisis de estos instrumentos para enero de 2023, veremos que la inversión ganadora es el oro con 12%, contrastado con el dato de inflación del 6% para el primer mes del año. De acuerdo al Banco de Inversión Suizo UBS, se ve un repunte en los precios del metal y estiman que subirá un 13% para este año. La firma prevé que la onza de oro se ubique durante todo 2023 y gran parte de 2024 en 1.900 dólares.

Fuente: Focus Market
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Finalmente, en esta economía enmarañada veremos que en la primera semana de febrero 2023 los mismos activos evaluados sufrieron otro cambio. El ganador como inversión ganadora fue el plazo fijo UVA con 1,6% pero muy cerca del plazo fijo tradicional con 1,53%, el dólar MEP con 0,97 por ciento. Para los que invirtieron sus ingresos en fondos de liquidez de billeteras digitales tuvieron un rendimiento de una tasa de 0,27%. En la primera semana los que invirtieron en dólar libre o CCL tuvieron rendimientos negativos de -1,81% y -1,52%, respectivamente. El mercado prevé para este mes de Febrero una Inflación que estaría en el orden del 5,5 por ciento.

Fuente: Focus Market
Fuente: Focus Market

Este recorrido por un cortísimo plazo muestra como de acuerdo con los vaivenes de la economía, la elección de los activos para resguardarse contra la inflación va cambiando. Sin embargo, no hay una tendencia clara sobre que activo debe tenerse en cuenta en el tiempo. Benjamín Graham, considerado el padre del Value Investing (inversión en valor), una estrategia de inversión que empezó a enseñar en la Columbia Business School, decía que “el principal problema del inversor, e incluso su peor enemigo, es probablemente él mismo”. Para un argentino el principal problema del inversor tiene como su peor enemigo a un Estado que, gobierno tras gobierno, deterioró nuestra moneda, generando las condiciones para la suba de la inflación como mecanismo de licuación del déficit fiscal y financiamiento de su déficit, incrementando la presión tributaria y no dándole ningún tipo de previsibilidad jurídica, política y económica.

En nuestro país la dinámica de cambio permanente es casi semanal y a veces diaria respecto de la previsibilidad de las decisiones en materia de decisión de ahorro e inversión. Esto genera que la decisión tomada hoy no sea la mejor mañana. El inversionista americano Seth Klarmam dijo que “el éxito en la inversión no se puede explicar en una ecuación matemática o en un programa informático, es un arte”.

En tiempos de donde robots con programación algorítmica intentan proyectar las mejores inversiones y donde las análisis técnicos en materia de inversión pululan por todos lados, quizás los argentinos seamos valorados por un nuevo “arte” a nivel mundial: ¿cómo invertir y ahorrar con inflación y salir empatando o ganando en el intento?

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