Vicky Donda en el país de las maravillas

Tres periodos como diputada, el momento que amamantó a su beba y su paso por el INADI; marcaron la trayectoria de la funcionaria que mantiene su defensa por la justicia social

Nadie deja de saber que naciste en el infierno de la ESMA y que queda como símbolo de la noche más oscura. Por supuesto, Victoria, Vicky, quienes somos tus admiradores te seguimos donde quiera que vayas. Has conseguido la amplitud, la capacidad múltiple de ocuparte de diversos deberes a la vez, aún cuando muchos de ellos -zancadillas de la derecha, no lo dudes- son en apariencia arduos de visualizar ¡Todos, Vicky, todos! Eso es lo grandioso, nada de apoltronarse y holgazanear. Allí tenemos los tres períodos como diputada – un largo y fértil período- elegida con fuente y formación esmerada en Libres del Sur, Somos, Frente de Todos, un poco de feminismo, un poco de nacionalismo de izquierda caviar e intelectual y Frente de Todos. Es decir, admirable Victoria, demostrar cada vez que puedas, una rapidez de movimientos factor esencial para conseguir la causa del pueblo que -¡genial!- es justa la que te siempre has pensado, aún cuando los cipayos, gorilas y fachos te piden en qué consiste. No se cansan de molestarte: la causa del pueblo es la causa del pueblo, y punto. ¿Quién no lo sabe? Se trata de esto y aquello, siempre que sea nacional y popular, ¿se dan cuenta? No les dan las neuronas a los cavernícolas. Peor para ellos: cuando amanezca la Revolución se enterarán, ¿no es cierto?

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Vicky, pondremos el pecho frente a los reaccionarios, patriarcales y retrógrados. Con naturalidad recordamos conmovimos cuando amamantaste a la bebita en el Congreso de manera serena y una forma de legislar y alimentar al mismo tiempo. Fue un gran momento y se multiplicó casi como moda y posición política: hay belleza en el acto desde siempre, pero lo progresista es decir dar la teta, sin vueltas. Las derechas -está en boga hablar y escribir un poco a la española de España- , se inclinan por dar el pecho y eufemismos ridículos, anacrónicos.

Los enemigos no cesan en puntualizar detalles menores, no soportan que una mujer defienda la justicia social y gane en consecuencia un irrefrenable afecto, como en tu caso. Tal vez tengas dudas en ese aspecto: ¡Nunca, Vicky! ¡La gente de cualquier condición te adora! ¿No es evidente ? Llama la atención que no hayas pensado en una candidatura a la presidencia. Es tan raro ¿No será un exceso de modestia, Vicky? No te sabotees Vicky, como nos han enseñado los psicoanalistas. Presentaste proyectos sobre minería, condición femenina y trabajo y, no lo olvidemos, suprimir la Policía Federal y sustituirla por una policía popular. ¿ A quién se le ocurrió? A vos, por supuesto. Sin tardanza dijeron que era algo parecido a las bandas entrenadas para imponer el orden que obstruyen los famélicos, desarraigados y pitiyanquis – así, si- en Venezuela. ¡Una idea estupenda que fue echado a un lado hasta que, pasado un año, como se debe, perdió la condición legislativa. Son de los peor, incluso quienes eran digamos del palo, que la traición siempre se embosca.

Inadi

Al acceder con honra al INADI vigilaste con rigor cualquier atisbo de discriminación, xenofobia o racismo, aunque no se haya notado por su modestia ya legendaria. Que haya una enorme discriminación en muchos órdenes, no es tu culpa. No se puede hacer todo. Has luchado, aún con la empleada doméstica infiel que te querelló por atrasos en los pagos-siempre, siempre de cinco mil por años- por 827.518, faltas de pago, faltas de aportes, y la generosísima propuesta de arreglar el entuerto de entrecasa con un puesto en el INADI o un plan. Desde lo personal y privado a una perfecta solución con satisfacción de la demandada con recursos del tesoro público. ¡Gran decisión, de gran habilidad y corazón enorme! Uno se cansa de ver tanta grandeza por una sociedad mejor. Nada mejor que pelear contra la discriminación que ejercerla. Una genialidad.

Pero suerte, que es veleidosa, resolvió que te indicaran dejar la silla del INADI y partir de inmediato hacia otra cosita. Albertista- en el circo se inventan facciones y posiciones a la carrera- mostraste que vos no te llamás un INADI y que renunciabas. Que queda claro: renunciabas.

Con urgencia fue llamada al kirchnerismo de pedigrí junto al gobernador Kicillof con el título y designación de “Subsecretaria de Análisis y Seguimiento de Políticas Estratégicas”. Impresionante Vicky, asombroso, mucho más que la policía popular, tu incomprendida gestión en el INADI que alimentar a la pequeña y encantadora mamífera en la Cámara. Un responsabilidad enorme Vicky, con solo medio millón de pesos mensuales netos. Suerte en la gestión, Victoria.

Un galardón. Si lo que ha seguido, este justo y grandioso historial, Vicky, no es por congraciarnos, sino porque te lo merecés.

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