La Argentina necesita nuevas políticas y actitudes públicas

La mayoría de los dirigentes y especialistas está atrapada en tradiciones antiguas, prácticas aprendidas hace demasiado tiempo

Es necesario un giro de políticas a favor de la libertad de las transacciones y el incentivo a la inversión productiva, para reimpulsar la actividad agregada y, de ese modo, elevar el ingreso medio por habitante (Reuters)

El premio Nobel 2009 Oliver Williamson publicó “Las Instituciones Económicas de Capitalismo”, en 1985. Edición Fondo de Cultura Económica en español, 1989. Allí destaca que la mirada de los costos de transacción postula que las instituciones del capitalismo emergieron para facilitar los negocios entre las diferentes personas, incluidos funcionarios públicos y sus clientelas.

En varias ocasiones destaqué los altibajos en los ingresos promedio de los residentes de los diferentes países, PBI por habitante, se originan en las dificultades de proveer las prestaciones demandadas. Brechas amplísimas, entre los menos de USD 300 por año por habitante de Burundi, USD 14.000 en Argentina y más de USD 100.000 en Irlanda. Pocas cuestiones pueden ser tan relevantes.

En libros y notas de Infobae resalto que la organización de la economía abarca a todas las personas, sean del sector privado o público. La cuestión principal es economizar, reducir las dificultades en los intercambios deseados entre individuos con habilidades privadas distintas, limitadas y con tendencias al oportunismo. Y destaco que “en la Argentina lo más durable son las normas transitorias”, configurando entorpecimientos contundentes.

El premio Nobel Friedrich Hayek publicó en 1945, “el principal problema económico de la sociedad es adaptarse rápidamente a cambios en circunstancias particulares de tiempo y lugar”. Observaba cuan fácil resultaba a un gerente ineficiente disipar las diferenciales de productividad que sostienen los beneficios, aún con las mismas maquinarias y equipos, y producir con gran diferencia de costos.

El principal problema económico de la sociedad es adaptarse rápidamente a cambios en circunstancias particulares de tiempo y lugar (Hayek)

Michael Polanyi reveló que suponer que la dimensión de las firmas y entes están determinados exclusivamente por razones técnicas está perimido. “Incluso en las industrias modernas, habilidades indefinibles son integrantes esenciales del conocimiento tecnológico. He visto en Hungría comunista una nueva máquina importada para fabricar bombillas de luz, no lograba producir ni una sola durante un año entero. La misma funcionaba perfectamente en Alemania”. Experiencias a la que economistas no parecen familiarizados.

Conocimiento idiosincrático

Antonio Stradivari, 1644-1737, apenas alfabeto, fabricó miles de violines e instrumentos musicales de calidad no obtenible, hasta en nuestros días. El conocimiento idiosincrático es del mismo modo relevante en el lenguaje.

Hayek reconoció que el análisis de sistemas adaptativos sería facilitado reconociendo la importancia del conocimiento idiosincrático que no puede consolidarse en mediciones estadísticas, pero tienen gran valor para adaptarse a los cambios. En la medida que la complejidad de los intereses interpersonales sea relevante, debiera ser reconocida.

Frank Knight, en “Riesgo, Incertidumbre y Beneficios”, 1922, anticipaba el problema principal para entender las acciones humanas es comprender cómo piensan y trabajan sus mentes, incluyendo sus habilidades y oportunismo en sus conductas.

Otro adelantado fue John Commons, para quien la transacción es la base del análisis y su propósito es armonizar relaciones entre las partes para superar sus conflictos y conseguir lo demandado, 1934. Las organizaciones económicas tienen el objeto de favorecer los intercambios adaptando gobernanzas especializadas, sin necesidad de recurrir a las cortes.

El clásico artículo del Nobel Ronald Coase 1937 expuso que, en tanto los mercados eran vistos como el más relevante medio de coordinación económica, las empresas y las organizaciones suplen frecuentemente ese papel.

En tanto los mercados eran vistos como el más relevante medio de coordinación económica, las empresas y las organizaciones suplen frecuentemente ese rol (Coase)

Lejos de dimensionar a las empresas y entes diferentes con limitaciones técnicas determinadas, las contrataciones se concretan tanto entre de empresas independientes como dentro de las mismas. Mercados y organizaciones son alternativas que se adaptan para facilitar los intercambios.

Otro premio Nobel, Kenneth Arrow, enfatizó junto con Hayek que las necesidades de la economía en equilibrio y en desequilibrio difieren. “La economía tradicional enfatiza la suficiencia del mecanismo de precios como fuente de información. Y eso es correcto en equilibrio. Fuera de equilibrio, pagamos un premio por la adquisición de información distinta al de precio y cantidad”, 1959.

Arrow insistía que las dificultades de las organizaciones económicas sean apreciadas en contextos amplios donde la integridad de los contratantes sea considerada expresamente. La eficacia de las formas alternativas de contratación variará según las culturas debido a diferencias de la confianza, confirman las brechas de ingreso entre Burundi, la Argentina e Irlanda, por citar unos casos.

De ahí que resulta imprescindible en la Argentina encarar nuevas políticas públicas con espìritu constructivo, a favor de la libertad, seguridad y continuidad de las transacciones y el incentivo a la inversión productiva; derechos individuales y de propiedad, para reimpulsar la actividad agregada y, de ese modo, elevar el ingreso medio por habitante.

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