El año del metaverso y la confirmación de un fenómeno que no se detiene

Durante los primeros cinco meses del año, diferentes tipos de empresas destinaron alrededor de USD 120 mil millones a inversiones en el metaverso, más del doble del acumulado a lo largo de todo 2021

Marc Zuckerberg en el metaverso

¿Qué tienen en común el gigante chino de ecommerce Alibaba, el ex futbolista y streamer Kun Agüero y la cadena de cosméticos de origen francés Sephora? Que, de diferentes maneras, los tres apostaron por el metaverso a lo largo de este año. Cuando una misma iniciativa reúne a diferentes industrias y da la vuelta al mundo es posible que estemos ante una tendencia que valga la pena seguir de cerca.

Como suele suceder con estos fenómenos nadie sabe a ciencia cierta cómo terminaremos interactuando, pero la predicción más sencilla es que, así como tenemos perfiles en varias redes sociales (Linkedin, Instagram, TikTok, etcétera), pronto tendremos que sumar el avatar en el metaverso. Así lo revela la consultora WGSN.

La organización internacional, con sede central en Estados Unidos, también estimó en agosto que el 70% de las marcas top a nivel mundial serán parte del metaverso dentro de los próximos cinco años. Una de las grandes tendencias que se consolidó a lo largo de 2022 es la prominencia del público joven, especialmente de la Generación Z (aproximadamente los nacidos entre 1996 y 2010). Acostumbrados a la virtualidad por sus diferentes experiencias, adentrarse en este mundo les surge de forma natural. Para las marcas que buscan posicionarse en esta franja etaria se volvió una condición casi obligatoria.

Por ejemplo, Gucci, con más de 100 años de historia, ofrece sus productos en Roblox y a un precio más accesible que en el mundo real. Sin embargo, para mantener el target de exclusividad y lujo que lo caracterizó a lo largo de su historia lanzaron líneas limitadas que con el paso del tiempo aumentan su valor de reventa.

Cuando se habla de la importancia del 2022 en el metaverso se puede mencionar el caso de Carrefour, que después de cuatro años activó las 30 parcelas que había comprado en The Sandbox y venía testeando para ver cómo se desarrollaba este boom. En su territorio se permiten transacciones con NFT y criptomonedas, pero no se descarta que también abran un supermercado. Además del valor de presencia de marca, el año pasado habían creado The Healthy Map en Fortnite para promover la alimentación saludable y el cuidado del medioambiente, dos preocupaciones que atraviesan a la Generación Z.

Avatares en el Metaverso

Hay más, claro, y en industrias bien diversas: +Colonia, la smart city que empresarios argentinos y uruguayos están desarrollando en Colonia del Sacramento, estrenó su mapa de Fortnite para que miles de gamers de todo el mundo puedan recorrer una simulación de lo que promete ser un polo tecnológico del Río de la Plata. Esto muestra otra señal, el metaverso como herramienta para captar a la fuerza laboral del futuro.

Una pregunta válida es qué buscan las personas a la hora de sumergirse en el metaverso. En general, es algo tan simple como específico: jugar. Sin embargo, el entretenimiento puede tener diferentes acepciones y es ahí donde aprovechan las marcas. En un informe de McKinsey que estimó el potencial del metaverso en 2030, el uso más habitual para ese año será el e-commerce, seguido del gaming, eventos en vivo, educación y consumo de publicidad.

Para ese entonces el impacto del metaverso será de entre 4 y 5 billones de dólares. La importancia del 2022 se ve en el caudal de la inversión registrada: durante los primeros cinco meses del año, corporaciones, venture capital y empresas de capital de inversión destinaron alrededor de 120 mil millones de dólares que fue más del doble del acumulado a lo largo del 2021 entero.

De todas las estimaciones, una de las que tuvieron en cuenta fue la de la consultora Gartner: en 2026, 1 de cada 4 consumidores de Estados Unidos destinará una hora a hacer shopping, sociabilizar, jugar y aprender en el metaverso. En unos años cuando se dibuje una línea del tiempo del fenómeno, posiblemente 2022 sea el año en el cual se confirmó implícitamente que el mundo tradicional ya está cruzado con la tecnología y que ambos son parte de una misma realidad, en la cual nadie quiere quedar afuera.

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