En Argentina, 9 de cada 10 mujeres y 7 de cada 10 hombres no se pueden jubilar

La cámara de Diputados de la Nación no trato el proyecto de Ley que beneficiaría a cerca de 900.000 personas

El proyecto de ley para una nueva moratoria previsional espera para ser tratado en Diputados (FOTO: NA / EMILIANO LASALVIA)

En la República Argentina el sector del trabajo formal ha ido perdiendo capacidad de registro como consecuencia de las diferentes crisis que hemos vivido. Desde mediados de los noventa comenzó a incrementarse el trabajo no registrado y por ende la economía no registrada. Esto hizo que los sistemas jubilatorios fueran perdiendo aportes y contribuciones y, lógicamente, derivo en que cada vez haya más beneficiarios y menos aportantes.

No obstante, se suma un tema que modifica las necesidades de financiamiento a nivel global: hay mayor esperanza de vida. En los noventa rondaba entre los 69 y 70 años y ahora entre los 79 y 80, lo que implica el pago de 130 haberes más por cada beneficiario.

¿Cuál es el camino que buscó la Argentina para poder financiar el sistema previsional? Fue el fiscal. En Argentina una parte de la recaudación del impuesto a las ganancias, al tabaco, a los combustibles, el IVA y otros tributos están destinados para financiar el sistema previsional argentino.

Ahora bien, el problema es que en América Latina y el Caribe casi el 55% de los trabajadores o más no están registrados. En Argentina, específicamente, es casi el 50%, lo que hace que el sistema previsional esté perdiendo una buena porción de aportes y jubilaciones que lo podría financiar.

¿Cuál es la política que se adoptó en Argentina desde los ‘80 en adelante? Ha sido la de sancionar leyes que permitieran moratorias previsionales para quienes no alcanzaran los 30 años de aportes. Se trata de que hombres o mujeres, puedan de esta forma llegar a jubilarse, cuando cumplieran 60 años las mujeres y 65 los hombres.

En la actualidad aproximadamente solo el 35% (1,8 millones) de los jubilados fueron trabajadores formales con mas de 30 años aportes y el 65% (3,4 millones), no reunió los requisitos de aportes formales para obtener su beneficio jubilatorio.

Está claro que hubo una ley que venció el 31 de diciembre que permitía que las mujeres que no alcanzaban los 30 años de aportes puedan jubilarse. Hay un proyecto de ley que tiene media sanción en el Senado de La Nación y se encuentra en la Cámara de Diputados, pero que lamentablemente por impericia de los diputados de la nación no se ha podido tratar, ya que se postergan temas urgentes y prioritarios por las diferencias políticas partidarias.

Por lo tanto, hoy en Argentina cerca de 900 mil personas no van a poder acceder a una jubilación, mientras tanto no se sancione una moratoria previsional para regularizar deudas del sistema jubilatorio. Observamos, también, con mucha claridad, que en muchos casos el Congreso discute temas que no son los urgentes y los importantes para los argentinos, como el tema que estoy planteando, que es de suma prioridad.

Un tema para destacar es que muchas de estas personas que no pueden acceder a una jubilación tienen hasta 29, 28 o 27 años de aportes. Y también quienes tienen menos años de aportes han trabajado, pero no han estado registrados en todos sus trabajos.

¿Por qué hay tantos trabajadores no registrados y economía no registrada? Porque la función de un gobierno, que es controlar que los trabajadores estén regularizados en materia de seguridad social, es decir, con aportes jubilatorios, obra social, aguinaldo y vacaciones pagas, seguro de riesgo del trabajo, no se ha hecho bien. Vemos que casi el 50% de los trabajadores no cuentan con estos derechos. Acá hay una falla muy clara por parte del Estado. Según datos del INDEC el trabajo informal en nuestro país alcanza aproximadamente a 5,4 millones, frente a 10,8 millones que son formales, en el segundo trimestre de 2022,

Toda esta situación en un marco integral y general marca claramente la necesidad de una revisión del sistema previsional argentino para generar las condiciones de que todos los trabajadores estén registrados pero que, además, esos aportes tengan un destino claro que sea pagar las jubilaciones y pensiones.

¿Qué va a ocurrir con estas personas que no pueden jubilarse al no llegar a los 30 años de aportes y al no aprobarse la nueva moratoria previsional? Hoy el único camino que les queda por delante es cumplir 65 años, tanto mujeres como hombres, para poder acceder a la pensión universal del adulto mayor que solo le asegura un 80% de la jubilación mínima, es decir 40.099 pesos. Esto tiene otro inconveniente: no genera pensión para los casos que haya un derecho habiente. También pone en una misma situación a personas que tengan 29 años de aportes o muchos menos años y no hay un reconocimiento por esos años de aportes.

Por esto las cuestiones a resolver, a modificar y a analizar que va a llevar un tiempo porque un sistema previsional tiene que tener previsiones a mediano y largo plazo. También hay que poner en revisión el tema de la calidad de los aportes. Hoy una persona con 29 años de aportes termina recibiendo de jubilación lo mismo que una persona que hizo 10 años de aportes.

Es decir que todo esto tiene que darse en un marco de análisis integral y tiene que ser una política respetada por los distintos gobiernos. No puede haber cambios espasmódicos, inconsultos, que en definitiva siguen perjudicando a las personas que alcanzan la edad jubilatoria, tienen los años de aportes o no tienen los años de aportes porque han estado trabajando de forma no registrada.

Es un tema muy importante que no solo se analiza por el caso de Argentina. Si uno ve lo que sucede en Latinoamérica o en Europa por ejemplo, hay un problema a escala global y, además, estamos enfrentando un mundo postpandemia con un avance tecnológico muy agresivo a través de la digitalización e inteligencia artificial, que modifica las condiciones, calidad del trabajo y dificulta la capacidad de absorber las nuevas demandas que hay de las nuevas generaciones que se incorporan al mundo del trabajo.

Por lo tanto, la solución que se le puede dar a las personas que no pueden jubilarse hoy, es mediante la sanción de una nueva ley de moratoria previsional que debe ser aprobada prontamente, ya que hay personas que se quedan sin trabajo y sin ingresos. Las mujeres son las más perjudicadas porque 9 de cada 10 mujeres no pueden jubilarse y se les complica acceder al campo laboral y los hombres que están cerca de los 65 años también se les hace muy dificultoso acceder al mercado de trabajo.

El Congreso tendrá que tratar el nuevo proyecto de ley de moratoria previsional por convocatoria del Poder Ejecutivo a sesiones extraordinarias como tantos otros proyectos de ley que están esperando los argentinos para tener una mejor calidad de vida. Es de suma urgencia buscar una solución integral y permanente.

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