El gran desafío electoral de 2023: la educación

Este año las energías de muchos dirigentes estarán puestas en los comicios nacionales y provinciales. Tal vez sea una gran oportunidad para que podamos debatir los modelos educativos que queremos para nuestra provincia y el país

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El pasado 27 de diciembre de 2022, el Gobierno de la provincia de Buenos Aires realizó un acto en el que inauguró el Jardín de Infantes N°948 en el partido de Florencio Varela y anunció la creación del edificio escolar 130 en tres años de gestión. Por supuesto, el gobernador Axel Kicillof estuvo presente para sacarse la foto.

¿De qué sirve inaugurar edificios si no se hace un verdadero trabajo estructural para mejorar las condiciones en la que los niños, niñas y jóvenes estudian? No es novedad que la provincia necesita más escuelas. Sin embargo, si se hace un análisis detenido y serio de los avances del sistema educativo durante la gestión provincial actual es difícil encontrar motivos para vanagloriarse.

La educación en la provincia de Buenos Aires se enfrenta diariamente a problemas de infraestructura (tiene cerca de 12 mil edificios escolares cuyo mantenimiento no se realiza de forma eficiente), poca conectividad, baja tasa de graduación (35 por ciento de los jóvenes no alcanza el título secundario), déficit en las condiciones laborales de los docentes y en su formación y salario público por debajo del sector privado. El tiempo efectivo de exposición a la enseñanza de los estudiantes bonaerenses es insuficiente (por el escaso desarrollo de la jornada extendida, los días de paro, el ausentismo docente y el clima institucional) y está poco centrado en los aprendizajes prioritarios. Además, el 90 por ciento de la inversión provincial en educación se dedica a salarios docentes, por lo que se hace vital el financiamiento nacional. Sin embargo, los programas nacionales son numerosos, específicos, dispersos, discontinuos y homogéneos para todas las provincias, siendo, además, raramente evaluados.

El 2023 va a ser un año en el que las energías de muchos dirigentes estarán puestas en las elecciones. Tal vez sea una gran oportunidad para que podamos debatir los modelos educativos que queremos para nuestra provincia y el país.

Este año se pone en juego mucho más que una elección en la que se definirán los gobernantes de los próximos años. Se juega el futuro que queremos para nuestros chicos. La educación permite la movilidad socioeconómica ascendente, el desarrollo de proyectos de vida, permite expresarse y manifestarse libremente y es clave para salir de la pobreza.

Es importante remarcar, que quienes quedan fuera de la escuela les cambia drásticamente la vida, especialmente a los más vulnerables y marginados. Por eso, es clave para el futuro personal y colectivo cumplir con la educación obligatoria, la cual debe ser equitativa y de calidad y producir resultados de aprendizaje pertinentes y efectivos.

El gobierno de la provincia de Buenos Aires ha sido uno de los grandes impulsores de la eliminación de la repitencia en el nivel secundario. ¿Sirve? Diversos trabajos de investigación han demostrado que los chicos que repiten no aprenden más el año siguiente si ello no está acompañado de un modelo integral y alternativo. Por otro lado, que un estudiante no repita, tampoco garantiza que ha adquirido los aprendizajes necesarios. Se trata entonces de que los estudiantes aprendan con o sin repetición y establecer qué es lo importante aprender. Es ahí donde se debe poner el verdadero foco. En los últimos resultados de las pruebas Aprender, más del 40 por ciento de los estudiantes de la provincia de Buenos Aires quedaron por debajo del conocimiento básico en Lengua y Matemática. Es decir, casi la mitad necesita soluciones adecuadas para revertir su situación.

Escuela en la provincia de Buenos Aires
Escuela en la provincia de Buenos Aires

Desde el Centro de Estudios Evoluciona Buenos Aires comenzamos a pensar y delinear políticas educativas que serán las bases para formar la educación del futuro. Y hay tres temas que son centrales: la formación docente, la formación para el trabajo y oportunidades de aprendizaje más flexibles.

Una educación de calidad requiere docentes formados y actualizados, ya que tienen un rol protagónico en la configuración de las experiencias de aprendizaje. El impacto y trascendencia que tiene el ejercicio de la profesión docente en el proceso de aprendizaje conlleva a la necesidad de buscar soluciones y lineamientos claros para que obtengan una mejor formación. En tal sentido, el año pasado presenté un proyecto de Ley en el Congreso Nacional que tiene como objetivo crear un Sistema Nacional de Evaluación y Acreditación de la calidad de las carreras de formación docente.

Otro de los temas fundamentales será lograr que la formación de los jóvenes para el trabajo sea más creativa e innovadora. Por eso se requiere un replanteamiento del currículo, el cual desarrolle nuevas competencias adaptadas a las nuevas realidades del sistema laboral. Dotar de las competencias necesarias, para acceder al empleo, el trabajo decente y el emprendimiento. Para lograr una educación cada vez más equitativa, sustentable y orientada hacia el futuro es preciso formar a nuestros jóvenes tanto para los estudios superiores como para el mundo del trabajo.

Para ello, las universidades están jugando un rol importante. Muchas de ellas han incorporado la capacitación en oficios. El mercado laboral no solo necesita profesionales formados en carreras de grado y posgrado, sino también formación en la que se adquieran competencias más específicas y de salida laboral inmediata.

Por último, es importante destacar que hoy tenemos un sistema anticuado que no genera interés en los chicos de primaria y secundaria. Es urgente pensar en una reformulación del currículo de primaria y secundaria profundizando la enseñanza de: matemática, ciencias, lecto comprensión y tecnologías. El desarrollo económico, tecnológico y social en la actualidad, hace fundamental que se actualicen contenidos periódicamente y se cambien técnicas y procedimientos. Es preciso llevar a cabo una enseñanza más práctica e interdisciplinar, a través de la cual los estudiantes sean capaces de aplicar los conocimientos adquiridos, más que saber repetir contenidos en una prueba de evaluación.

En ese sentido, la educación superior debe implementar acciones de apoyo a los niveles anteriores y trabajar de manera articulada para que quienes egresan del secundario lleguen mejor preparados y así evitar la alta deserción de los primeros años.

Además, desde Evoluciona Buenos Aires se están delineando ideas para la obligatoriedad de las evaluaciones de aprendizajes en todos los niveles, incorporar la sala de 3 años a la educación obligatoria de manera gradual en el nivel inicial, generar oferta estatal a partir de la creación de Centros de Primera Infancia, garantizar la aplicación del Fondo Educativo a la mejora de la Infraestructura Escolar, implementar un sistema único a nivel provincial de inscripción, seguimiento y graduación de alumnos y alumnas, un plan de implementación de la jornada extendida y doble, incorporación de práctica pre profesional, generar planes de terminalidad y reformar el estatuto docente para garantizar la jerarquización de la carrera docente y directiva.

Según un estudio del Observatorio Argentinos por la Educación, desde el regreso de la democracia los estudiantes bonaerenses pierden, en promedio, 7 días de clases por año. El último año, sin ir más lejos, se perdieron días de clases porque las escuelas no contaban con las condiciones de infraestructura necesarias para atravesar el invierno. Los gremios docentes, que tienen a su principal referente en Roberto Baradel, año tras año han decidido que la mejor opción a sus reclamos era dejar a los chicos sin clases, pero el último año eligieron no reclamar por esta situación.

La educación es mucho más que una foto. Cuando Kicillof inauguró el Jardín de Infantes de Florencio Varela dijo: “Quien no quiere la escuela pública tiene un problema de amor a la Patria”. Para amar a la Patria, señor Gobernador, se debe asumir con seriedad y responsabilidad el cargo que está ejerciendo.

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