Luego de muchas complicaciones, en un contexto macroeconómico y financiero de incertidumbre -reservas en rojo, aceleración de los precios, y recalentamiento de expectativas de devaluación-, la Industria de los fondos comunes de inversión logró cerrar en positivo, con un crecimiento patrimonial acorde a la tasa de inflación registrada este año.
En concreto, con $6,7 billones de activos bajo administración y un crecimiento del orden del 93%, la industria de fondos casi duplicó su patrimonio en 2022. No obstante, ajustado por inflación, esta tasa es real negativa en torno al 5%. Algo que no sucedía desde el 2019, donde también en términos reales había registrado un crecimiento negativo.
Mirando el comportamiento mensual durante el último año, el crecimiento promedio fue del 6% -contra una media de inflación del 5,7%-. En el detalle, el mejor mes fue septiembre -ayudado por los flujos del dólar soja hacia los Money Market- con un crecimiento del 12%. Mientras que, el peor desempeño se dio en junio que mostró una caída del 2% -la única en el año-, y en donde el stress de la deuda local impactó fuerte en los rendimientos y en mayor medida, en los flujos.
Ajustado por inflación, esta tasa es real negativa en torno al 5%. Algo que no sucedía desde el 2019
Si se observan las cantidades, la industria ya cuenta con 689 fondos, sumando 54 nuevos a lo largo del año. En su mayoría son de renta mixta en pesos, por lo que inferimos que las administradoras de fondos buscan una mayor flexibilidad a la hora del armado de sus estrategias (y tener mayor versatilidad para afrontar los cambios de la coyuntura local).
Lo más interesante está en entender cómo se conforman esos casi 700 fondos. De hecho, en cuanto a la moneda, los FCI en pesos casi sextuplican a los en dólares (589 vs 100). Si sumamos a la ecuación el volumen, estos arrasan ya que concentran el 96% del patrimonio total de la industria. Esto es algo que no debería sorprendernos. Las regulaciones han ido empujando la oferta (como a los inversores) hacia los pesos.
Incluso, si se observa por categoría, los números son aún más esclarecedores. Los fondos de Mercado de Dinero (T+0) son tan solo 47 (7% del total) y se llevan más de la mitad de los activos bajos administración (AUM). En tanto, los fondos de Renta Fija representan la mitad de los fondos activos (349) pero solo manejan el 31% del patrimonio. En tanto, casi la mitad restante (fondos de renta mixta, variable, de régimen especial, etc.) solo suman el 14% del total administrado.
No hay liquidez que por bien no venga
Si se centra el análisis en la configuración, y cómo recién mencionamos, la preferencia por instrumentos sin riesgo de mercado fue notable este año, algo que se venía palpitando desde el 2019. Los Fondos de Mercado de Dinero lograron superar más de la mitad del market share de toda la Industria, cerrando 2022 con el 54% (vs el 49% de los dos años anteriores).
Es importante destacar que el salto se dio post crisis de la deuda en pesos. Tras meses en donde los fondos de Renta Fija venían ganando espacio, el impacto de los ruidos sobre un posible evento de crédito, volvió a empujar la liquidez inmediata dentro de la industria. Con un salto de 7 puntos porcentuales, el segmento pasó así de representar el 43% a fines de mayo al 51% en junio. En inverso, los Fondos de Renta Fija cayeron 8pp del 42% al 35%. Hoy, la foto se profundizó aún más y solo representan el 31% del market share total de la industria.
Flujos vs Rendimientos
Existen dos factores que impactan en el crecimiento y configuración de la industria: los flujos y los rendimientos.
En cuanto al primero, los flujos han ido evidenciando el humor del mercado a través del tiempo. Luego de un 2018 y 2019 complicados para el mercado local, atravesado por reperfilamientos, cambios de gobierno y un mercado internacional cerrado, los flujos comenzaron a volver a la industria en 2021. Este cambio tiene una correlación importante con la expansión monetaria que se vio desde el 2020 -ayudado por las regulaciones y el cepo que inclinaron la balanza hacia el lado de los pesos-.
Recordemos que, desde el inicio de la pandemia la emisión monetaria se mantuvo entre el 7%/8% del PBI (anual). En concreto, en ese lapso “new money” entró en la industria, a razón de $800.000 millones por año -con un pico el año pasado por encima de los $900.000 millones-. Aunque vale destacar que, este año en su mayoría estuvo dirigido hacia opciones de liquidez inmediata.
Desde el inicio de la pandemia la emisión monetaria se mantuvo entre el 7%/8% del PBI (anual). En concreto, en ese lapso “new money” entró en la industria, a razón de $800.000 millones por año
En términos de rendimientos, el desempeño de los fondos aportó el 72% del crecimiento de la industria (vs los flujos solo un 28%). Este provino en su mayoría del devengamiento de tasa de los fondos MM, aunque en el análisis por categoría estos fueron los de menor performance.
Los grandes ganadores fueron los fondos de Renta Variable que superaron, y por gran margen, al resto de los segmentos. Esta vez, el primer lugar lo ocuparon gracias a una variación punta a punta del 136% promedio. No obstante, durante los primeros meses del año la performance de estos tuvo sus altibajos, incluso mostrando resultados negativos. Esta tendencia se modificó a partir de julio, donde estos fondos marcaron máximos en el año con subas promedio en torno al 40%.
Nuevamente los fondos CER (Renta Fija) finalizaron en segundo lugar, mostrando un rendimiento en el año del 76% promedio -principalmente afectados por varias ruedas complicadas a mitad de año-. Los ruidos en el mercado local fueron beneficiosos para los fondos de renta fija de corto plazo (T+1 agresivos). Con avances del 69% en el año, lograron reducir el diferencial en 2 puntos porcentuales con los fondos CER (del 9% al 7%) respecto del año anterior. Por su parte, los conservadores avanzaron un 65% -por encima del promedio de la tasa Badlar del 53% (comenzó el año en el orden del 34% y finalizó cerca del 70%)-.
Otra vez, el panorama fue complicado para los Dólar Linked. Este año avanzaron un 58% y en esta oportunidad lograron superar a los fondos de liquidez inmediata que lograron marcar una performance del 54 por ciento.
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