Integrar a las “tres argentinas”

El país continúa acumulando movimientos enormes diferencias sectoriales, con sectores competitivos, medios y extremadamente rezagos. Es clave lograr la consistencia macroeconómica

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Es necesario fortalecer la base empresarial, en base a inversiones, innovaciones y creación de empleo formal (Reuters)
Es necesario fortalecer la base empresarial, en base a inversiones, innovaciones y creación de empleo formal (Reuters)

El desempeño de la economía en las últimas décadas está caracterizado por la volatilidad, con períodos de expansión que no se sostienen y derivan en crisis más profundas, con pérdida de horizontes de mediano plazo, produciendo un estancamiento secular y un enorme deterioro social. La existencia de déficits fiscales sin financiamiento genuino, alternando soluciones con deudas externas y emisión monetaria nos condujeron a sucesivos fracasos.

Los gastos y el empleo público fueron crecientes, pero sin fortalecer la capacidad de ejecución y evaluación de las políticas públicas para generar efectos positivos en la competitividad y la igualdad.

Asimismo, la escasa inversión, los reducidos gastos de I&D (Innovación y Desarrollo) y el deterioro educativo, determinaron la pérdida de productividad y de participación en el contexto internacional, en un contexto de reducción de la base empresarial, con caída de empleo privado formal. En contrapartida se verificó el crecimiento de la pobreza, en particular en la gente joven con serias dificultades en el mercado de trabajo.

Esta situación demanda la ineludible atención a la búsqueda de la consistencia macroeconómica y la estabilidad de precios en contextos de alta incertidumbre, baja calidad institucional e insostenible inflación. Es la condición necesaria pero no suficiente.

La estabilización requiere de una mejora de las expectativas que incluye prever un futuro mejor y posible, con una visión de Desarrollo, que se plantee una dinámica de cambio estructural. Es necesario fortalecer la base empresarial, en base a inversiones, innovaciones y creación de empleo formal. Sin la creación de capacidades competitivas desarrollado el mercado doméstico y dinamizando las exportaciones, atendiendo a una creciente sustentabilidad ambiental y creciente equidad, los equilibrios macroeconómicos no serán sustentables.

Consecuencias de la creciente heterogeneidad

La creciente heterogeneidad verificada en este proceso dio como resultado la conformación de “tres argentinas”, con total correspondencia en lo económico y social:

1. Un sector moderno con bases de negocios que pocos países pueden lograr, caracterizadas por fuertes desarrollos de capacidades competitivas que los ubican cerca de las mejoras prácticas internacionales, con cambios radicales en los procesos de inversión y la difusión de cambios organizacionales. Son la franja que explican gran parte de las exportaciones; de los gastos de innovación y reclutan al empleo de mayor calificación, pero que solo ocupa el 20% de la población económicamente activa.

El sector más competitivo, de escala mundial, solo ocupa el 20% de la población económicamente activa

2. Un sector con largos procesos evolutivos que se orienta a un mercado interno de tamaño significativo, que nos ubica en el grupo de los países de desarrollo intermedio, que es el tercero en tamaño en América Latina y está entre los diez más grandes en los países en desarrollo. Tienen activos productivos, empresariales y tecnológicos significativos, pero alejado de las mejoras prácticas internacionales.

Están caracterizados con problemas de escala y economías de especialización, factores que se agravaron desde el 2011 por el escaso dinamismo de las inversiones y mejoras de productividad. Abarcan a la mayor parte de las empresas. Es un sector fundamental en la creación de empleo, pero aún más en el desarrollo de nuevas ventajas competitivas. En su evolución permiten la generación de nuevas actividades exportadoras y complejizar las existentes, rompiendo el falso dilema de mercado interno y exportaciones.

Hay un segundo sector que tiene activos productivos, empresariales y tecnológicos significativos, pero alejado de las mejoras prácticas internacionales (EFE)
Hay un segundo sector que tiene activos productivos, empresariales y tecnológicos significativos, pero alejado de las mejoras prácticas internacionales (EFE)

3. Un sector informal y excluido, que era muy pequeño décadas atrás y que producto de las sucesivas crisis hoy abarca a un tercio de la población. A su vez a su interior es muy heterogéneo, con sectores con aspiraciones y capacidades para recuperar su dignidad incorporándose a la estructura productiva y con núcleos duros de exclusión.

Concentran a la población joven, que no ha recibido los procesos educativos adecuados, ni los aprendizajes simultáneos que se generan en el aprender haciendo en la actividad productiva. Aparecen los nuevos desafíos ineludibles de dar una salida a la denominada Economía Popular.

Parte de la solución

Hay un consenso generalizado correcto del potencial del país en el sector agropecuario, de la minería, en energía, de los “unicornios” basados en el conocimiento y el turismo. En cambio, existen versiones equivocadas en el planteo que la industria es “el problema y no parte de la solución en la recreación de las fuentes de crecimiento”.

Sin desconocer sus problemas de competitividad a superar, posee activos tecnológicos y empresariales que pocos países en desarrollo han generado. El sector industrial en más del 20% del PBI y concentra los mayores gastos de I&D. Genera encadenamientos / proveedores de productos con un alto valor agregado esenciales en todo el tejido productivo. Es el sector de mayor creación de empleo formal y paga mayores salarios, asimismo, por cada puesto manufacturero se generan 2,5 empleos indirectos en la economía.

Existen versiones equivocadas en el planteo que la industria es “el problema y no parte de la solución en la recreación de las fuentes de crecimiento

Es necesario rescatar la importancia de poseer una estructura productiva diversificada, con núcleos destacados además en: Nanotecnología; Farmacéutica; Vacunas; Automotriz; Válvulas; Cajas de cambio; Servicios basados en el conocimiento; Confecciones con diseño; Cuero; Semillas; Biotecnología; Insumos intermedios (acero, aluminio, petroquímica, papel, cemento); Pesca; Cannabis; Forestal; Servicios médicos, de deportes, educativos; Industria espacial; Nuclear; Vinos, Maquinaria agrícola; entre otras actividades.

Estas actividades definen nuestro patrón de especialización exportadora, que requiere ampliarse y avanzar con “upgrading” hacia productos de mayor diferenciación, con mayores contenidos tecnológicos y ampliar los mercados de destino. En este desafío, los encadenamientos con sectores industriales y de servicios son esenciales. Asimismo, se requiere por una parte recuperar un clima de confianza para fortalecer los procesos de inversión y de innovación.

Los excelentes resultados en los avances de la explotación de Vaca Muerta abarcan desde la comprobación de reservas de gas en el segundo lugar mundial, con una calidad notable del recurso y más aun con el excelente desempeño de la cadena de valor (Reuters)
Los excelentes resultados en los avances de la explotación de Vaca Muerta abarcan desde la comprobación de reservas de gas en el segundo lugar mundial, con una calidad notable del recurso y más aun con el excelente desempeño de la cadena de valor (Reuters)

Por otra parte, mejorar las condiciones sistémicas en las áreas de logística, infraestructura, de financiamiento, del mercado laboral y de presión impositiva. La transición al mundo de la Industria 4.0 es ineludible demandando un plan estratégico, con mejoras en la infraestructura digital y construcción institucional.

En el actual contexto aparecen oportunidades inmejorables. Así, en el campo de la energía, nos enfrentamos con una tendencia a la descarbonización, que ha dado un paso atrás con la invasión a Ucrania y su impacto en particular en Europa, pero la demanda creciente de energía con menores emisiones de carbono es una tendencia irreversible. Nuestro país tiene un potencial enorme con la producción de energía nuclear, hidroeléctrica, hidrogeno verde, energía eólica y solar, biocombustibles y la producción de gas.

La transición al mundo de la Industria 4.0 es ineludible demandando un plan estratégico, con mejoras en la infraestructura digital y construcción institucional

Los excelentes resultados en los avances de la explotación de Vaca Muerta abarcan desde la comprobación de reservas de gas en el segundo lugar mundial, con una calidad notable del recurso y más aun con el excelente desempeño de la cadena de valor compuesta por más de mil proveedores industriales, de servicios y de construcción que permitieron alcanzar en poco tiempo los niveles de eficiencia internacional.

Las proyecciones nos dan las posibilidades de revertir el déficit comercial y dar un aporte significativo a la generación de divisas. Pero aún más importante, el costo de transporte de esta energía con menor emisión de carbono es notablemente superior a la generada con los recursos fósiles, dando una enorme posibilidad de desarrollar industrias energointensivas localizadas en el país.

Por cierto, se requieren fuertes inversiones de largo plazo y condiciones para poder implementarlas, pero el negocio existe y las capacidades domesticas de empresas y proveedores tienen un muy buen punto de partida. En los sectores de la Bioeconomía, Minería y Turismo también tenemos condiciones muy favorables, que por espacio no lo describimos en esta nota.

El sector informal y excluido demanda un plan integral que permita una mejora de las asignaciones de las políticas públicas y la cooperación con el sector privado. Es esencial el fortalecimiento de la educación orientado a la formación de oficios y competencias para mejorar las condiciones al acceso de trabajos formales. A su vez, se requiere facilitar a los trabajadores el acceso a maquinas, herramientas e instrumental alta calidad para desarrollar sus tareas, como asimismo de capital de trabajo.

Momento de distención

El desempeño de la selección argentina de futbol está generando un paréntesis a la situación de tristeza y de revalorización del país. Nos indica la ineludible tarea de construir un ejercicio colectivo de la sociedad para encontrar un sendero de recuperación de la productividad, el empleo y la equidad.

El pluralismo de la convocatoria, la articulación pública y privada, la consistencia macroeconómica, la dinámica del cambio estructural, la competitividad sistémica, el privilegio a la innovación y calificación del empleo, el fortalecimiento de empresas competitivas, la inclusión social, la sustentabilidad ambiental y el equilibrio territorial, la inserción internacional, la construcción institucional y la evaluación de las políticas, son entre muchos otros, elementos para evaluar en este escenario tan complejo, que no se resuelve con recetas simplificadoras.

Identificar a partir de las evidencias, horizontes más largos y previsibles ante un escenario muy difícil, pero con oportunidades reales de poder ser revertido es una esperanza irrenunciable.

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