Bajo el objetivo de que ayuda a minimizar los riesgos de un por portafolio, los FCI permiten diversificar en una sola cartera diferentes activos, monedas y emisores de deuda.
Dada la coyuntura actual, el apetito por bajar la exposición al riesgo soberano ha sido creciente (y se prevé que así continuará). Mientras que, en contraposición, la búsqueda de sumar riesgo privado fue tomando fuerza. Algo que la industria de FCI, sin ir más lejos, refleja en su flujo y desempeño.
No obstante, hay limitaciones a la hora de crecer fuerte en esta participación y no sólo por el marco económico-financiero que impacta negativamente en la búsqueda y capacidad de financiamiento de las empresas. Tampoco ayuda la poca profundidad del mercado (tanto en opciones, como en volumen).
Un marco igualmente que resalta y potencia -en especial, para inversores minoristas- las ventajas de diversificación, liquidez y ficha mínima baja de los FCI.
Las ON monopolizan el financiamiento
La realidad es que más allá del sistema bancario, el mercado de capitales es una vía clave para el financiamiento corporativo.
Y si bien la coyuntura, no ha ayudado a un gran desarrollo de este segmento en los últimos años, en cuanto a instrumentos no hay dudas de que las ON (Obligaciones Negociables) se presentan como el vehículo principal para captar fondos. De hecho, este instrumento explica en torno al 90% del total de emitido hasta octubre.
Mientras que, si lo que se mira es la moneda de esas ON, la tendencia de caída de las emisiones en dólares (hard dólar) es otro dato relevante. Esto último producto, básicamente, de un marco de restricciones cambiarias crecientes y deterioro acelerado de la coyuntura.
Sin ir más lejos, y con los datos a octubre, la deuda en dólares sólo representa hoy poco menos del 16% del total, respecto al más del 40% que ponderaban en 2020/2021 y ni mencionar el 56% promedio que sumaban entre 2015/2019.
La deuda en dólares sólo representa poco menos del 16% del total, respecto a más del 40% que ponderaban en 2020/2021 y 56% promedio en el gobierno de Cambiemos
Espacio que fue ganado, por las colocaciones Dólar Linked. Estas representan ni más ni menos que el 46% del total emitido este año, porcentaje que ha ido creciendo exponencialmente desde el 2020.
El peso de las obligaciones negociables
La industria de fondos, en tanto, no muestra una foto muy diferente a la de la plaza local. De hecho, con cierta lógica en base a la poca profundidad del mercado, el riesgo corporativo -incluyendo los instrumentos pyme- suman poco menos del 15% de los activos bajo gestión (AUM en su siglas en inglés). Unos puntos por debajo del promedio 2015/2020 (18%), y bastante lejos aún del 27% que ponderan los títulos públicos soberanos.
A la vez que, en términos de nombres propios, la concentración nuevamente es un dato. Empresas como CGC (Compañía General de Combustibles), Telecom, Vista, YPF, PAE (Pan American Energy) y Aluar, son las que ocupan los rankings de mayor exposición en los fondos. En particular, estos seis créditos suman un 47% del total hoy en activos bajo administración (unos $570.000 millones).
No obstante, sea por el mercado o por otras razones, la realidad es que no son muchos los fondos de riesgo corporativo dentro de la industria. Es más, si se considera sólo los fondos con al menos un 60% de posición en instrumentos corporativos -y que no tengan un objetivo de inversión específica (ejemplo, pyme, CER o DL)-, el análisis se reduce a unos 50 fondos. Es decir, sólo un 8% sobre un total de más de 600 fondos en pesos. Incluso si, sacamos los T+1, las opciones se achican aún más.
En cuanto a patrimonio, el número también es más que limitado. En concreto, estos suman casi $183.000 millones de AUM, poco menos del 4% del total de la industria, pero con una tendencia creciente en lo que va del año. En concreto, su patrimonio neto gana más de 120% en el año, influenciado por un mix de retorno y flujo.
El patrimonio de los FCI en ON asciende a $183.000 de los activos bajo gestión
Si se habla de rendimientos, este segmento marca un avance mensual promedio del 4,4%, en línea a los CER y por encima de los Dólar Linked y los fondos de renta fija de corto plazo. Mientras que, en el año, acumulan una suba promedio del orden del 67 por ciento.
No obstante, es importante entender que producto de lo mencionado previamente (las diferentes composiciones entre fondos) la dispersión entre el mejor y peor desempeño es importante. Esta puede así moverse, según el mes que analizamos, entre unos cuatro puntos porcentuales y más de 10. En el promedio, bastante más arriba de otros segmentos con los que podemos compararlos.
En conclusión, y aún con una volatilidad superior, estos fondos han reflejado ser una buena alternativa a la hora de diversificar una cartera, ante la presión creciente que presenta la deuda soberana en pesos, y que se prevé se mantendrá en los próximos meses.
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