La seguridad global, según el jefe del Pentágono

El General Lloyd Austin aseguró en un foro de Defensa que China y Rusia “busca un mundo en el que las disputas se resuelvan por la fuerza”

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El Secretario de Defensa de
El Secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin (Reuters)

El Secretario de Defensa de los Estados Unidos, el General Lloyd Austin, confirmó que China es el principal rival de su país en materia de seguridad internacional. Lo hizo en el Halifax International Security Forum, realizado en la localidad canadiense del mismo nombre.

Se trata de un foro anual -este año realizado la última semana de noviembre- organizado desde hace más de dos décadas, del cual participan ministros de Defensa, jefes de las Fuerzas Armadas y académicos. Tiene objetivos similares al Foro de Múnich y al de Shangri-La, que también se realizan todos los años para debatir en el máximo nivel las problemáticas de seguridad internacional en Europa y Asia.

La exposición que realizó el Jefe del Pentágono concentró, como es lógico, la atención. Acusó en conjunto a China y Rusia por buscar que los conflictos globales se diriman en el terreno militar. Dijo que Beijing, al igual que Moscú, “busca un mundo en el que las disputas se resuelvan por la fuerza y en el que los autócratas puedan acabar con la llama de la libertad”. Sostuvo que la guerra de Ucrania “ha puesto de relieve el desafío al que nos enfrentamos en el Indopacífico, donde (China) también está impulsando algo muy alejado de nuestra visión de un sistema internacional libre y estable y abierto”.

Dijo también que el Presidente Xi Jinping, por medio de sus pretensiones y maniobras sobre Taiwán, ha concentrado la atención mundial y agregó que las actividades de China en torno a esta isla se han incrementado y son “altamente provocativas”. Por último, dijo que para Washington, China y sus esfuerzos para remodelar la región del Indopacífico son el reto más importante que enfrenta en el campo de la seguridad.

Respecto a la guerra de Ucrania, sostuvo que la invasión de Rusia ofrece “un anticipo de un posible mundo de tiranía y agitación en el que ninguno de nosotros querría vivir”. Pero la invasión rusa lleva al Jefe del Pentágono a reconectarla automáticamente con el desafío que implica China, de acuerdo al cual Moscú es la mayor amenaza en el corto plazo pero Beijing lo es en el mediano.

Esta idea central fue planteada en el documento de la última Cumbre de Jefes de Estado de la OTAN realizada el 30 de junio en Madrid y en la Estrategia de Defensa Nacional de Biden y su consecuente directiva en el área militar. La idea del General Austin es que si uno de los dos países, Rusia o China, logra que sus violaciones a las reglas de la guerra y los derechos humanos prosperen, ello precipitaría que se generalicen a nivel global. La idea de que las “autocracias” usarán cada vez más los medios militares, es predominante y surge también respecto a la pugna por el Indopacífico.

Vladimir Putin y Xi Jinping
Vladimir Putin y Xi Jinping

Estas definiciones tienen lugar cuando Rusia ha retomado la ofensiva con los ataques sistemáticos a la infraestructura ucraniana, y en particular a las centrales eléctricas que proveen la calefacción en el crudo invierno que ha comenzado. El haber recuperado Kherson -la única capital regional que Rusia había tomado en marzo- es considerada la mayor victoria militar ucraniana, pero ahora está evacuando la ciudad por haber quedado sin servicios públicos. Las posibilidades de un cese del fuego que sea la primera fase de un proceso de negociación, no parece fácil y un conflicto prolongado se va afianzando como el escenario más probable.

Austin mencionó a otros dos países, Irán y Corea del Norte, como los aliados militares de Moscú. Estos dos países -que se alinean con los valores de las autocracias en su visión- también representan un desafío de seguridad para Estados Unidos. Dijo que “Rusia ha recurrido a Irán y Corea del Norte para que lo asistan en sus ataques contra Ucrania, lo que incluyó el suministro de drones iraníes para matar a civiles ucranianos”. Semanas atrás, los servicios de inteligencia occidentales detectaron la presencia de fuerzas iraníes en la península de Crimea para cooperar con el uso de estos drones.

Pero respecto a Irán, la preocupación de seguridad de Estados Unidos y sus aliados está centrada en la velocidad con la cual está avanzando en el enriquecimiento de uranio para llegar al arma nuclear. El 21 de noviembre, el director de la Organización Iraní de Energía Atómica, anunció que su país ya está produciendo uranio enriquecido al 60%. Cabe señalar que en enero de 2021 lo enriquecía al 20% y 90% es el nivel necesario para llegar a poseer estas armas. La Administración Biden ha intentado volver a poner en vigencia el tratado llamado Cinco Más Uno (los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad más Alemania), que ponía bajo supervisión internacional el desarrollo atómico iraní. Pero Trump desconoció el acuerdo y restableció las sanciones, ante lo cual Irán dejó de cumplir.

En cuanto a Corea del Norte, su lanzamiento de misiles escala mientras Estados Unidos acusa al país de ser proveedor militar de Rusia en el conflicto de Ucrania. En la tercera semana de noviembre, el régimen norcoreano lanzó su segundo misil balístico intercontinental del mes, con capacidad de llegar a Estados Unidos de acuerdo a lo informado por fuentes de inteligencia de Japón y Corea del Sur. Aterrizó en aguas próximas a la isla de Hokkaido, al norte del primer país. Cubrió una distancia de 998 kilómetros y llegó a una altura de 6.000. Otro que fue disparado por Corea del Norte en marzo -aparentemente el más poderoso hasta la fecha- había volado más lejos y más alto.

Voceros del gobierno norcoreano han dicho que la respuesta sería “más feroz” si Estados Unidos, Corea del Sur o Japón intensifican su cooperación militar, y en particular hacen más frecuentes sus ejercicios militares en la región. Analistas occidentales sostienen que la relación de fuerzas entre Corea del Norte y Corea del Sur ha evolucionado recientemente a favor de la primera. En forma paralela, en el Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) realizado en Bangkok (Tailandia) el 18 y 19 de noviembre, la Vicepresidenta estadounidense, Kamala Harris, y los líderes de Japón, Corea del Sur, Australia, Nueva Zelanda y Canadá, se comprometieron a presionar a Corea del Norte para asistir a una reunión a celebrarse el viernes 25 de noviembre.

Un vocero que acompañó a Harris dijo que Washington se esforzará por conseguir que China, principal aliado de Corea del Norte, se una a los países que condenan el lanzamiento y utilice su influencia para frenar a este último país. El primer ministro australiano, Anthony Albanese, dijo que buscan una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad de la ONU, donde se decida endurecer las sanciones sobre el régimen norcoreano. Pero ello no parece fácil y el primer ministro japonés, Fumio Kishida, admitió que hay temores de que más sanciones no garanticen un buen resultado. El diálogo mantenido por Xi y Biden en la Cumbre del G20 en Bali (Indonesia), no parece haber sido efectivo para bajar la tensión militar, al menos hasta ahora.

En conclusión, en la visión del Jefe del Pentágono, las amenazas militares a Estados Unidos se centran en cuatro países: China, Rusia, Irán y Corea del Norte.

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