Venezuela e Irán: una alianza siniestra

La octava empresa más importante del mundo en seguros y reaseguros sumó un nuevo e impactante indicio a la evidente complicidad de la dictadura venezolana con la teocracia iraní

El avión de Emtrasur que estuvo retenido en Argentina (REUTERS/Sebastian Borsero)

El tráfico comercial del mundo tiene solo una forma de garantizar su continuidad y fluidez: la cobertura de las empresas de seguros. Ante un accidente, un acto de piratería, de guerra o una contingencia natural, los seguros protegen tanto a las empresas como a las cargas. Las cifras en juego son tan grandes que las compañías aseguradoras comparten el riesgo de siniestro con reaseguradoras.

La octava empresa más importante del mundo en seguros y reaseguros (entre las 132 existentes) sumó un nuevo e impactante indicio a la evidente complicidad de la dictadura venezolana con la teocracia iraní. Se trata de un informe interno de la Asesoría en Delitos Financieros de Lloyds Insurance, que advierte al mercado de una irregularidad que impediría asegurar vuelos aéreos.

La denuncia pone en evidencia una triangulación de oro, petróleo y armas a través de Mahan Air, la empresa aérea iraní que está asociada con la venezolana de carga Emtrasur, a la que le cedió el uso del ya famoso avión retenido en Ezeiza.

Dicho Boeing modelo 747 300 M, según el informe del Gobierno venezolano, iba a ser utilizado para comercio de cargas entre “Venezuela, Irán, Rusia y China”. El citado informe advierte explícitamente que ”el propósito de esta alerta electrónica es informar al mercado del envío ilícito de oro, por parte de las Fuerzas Quds y Hezbollah desde Venezuela a Irán para recaudar fondos para actividades terroristas”.

Emtrasur fue creada en noviembre de 2012, por decreto de Nicolás Maduro. También pertenece a Conviasa: la Empresa Aeronáutica Nacional (EANSA) que fabrica los drones de combate de procedencia iraní. El Departamento de Aviación de Bielorrusia y el INAC de Venezuela han suscrito un convenio de “mutuo acceso de carga”. Los drones se transportan en cajas, como si fueran repuestos de automóviles y camiones.

En la guerra desatada por Vladimir Putin al invadir Ucrania, una gran cantidad de armamento convencional ha quedado obsoleto y nuevos artefactos ofensivos se han destacado. Las fuerzas invasoras, después de 9 meses, sorprendidas por el heroísmo y la capacidad de defensa ucraniana, han cambiado su estrategia de ataque y utilizan misiles y drones suicidas, para destruir la estructura energética del país y matar de frío y sed a la población civil.

Conviene tener presente que en Ucrania está a punto de comenzar el invierno, con varios meses de temperaturas que llegan a los 12 grados bajo cero.

Rusos y bielorrusos utilizan, hace un tiempo , cuatro tipos de drones comprados a Irán, el Mohajer y tres modelos de Shahed. Los persas no solo los fabrican en su país. También lo hacen bajo el amparo de la dictadura de Caracas. Se trata de los ANSU 100 y ANSU 200 (por el prócer Antonio de Sucre). El primero es una versión del Mohajer y el segundo del Shahed 129 (kamikaze).

La comunidad internacional, ante la necesidad del petróleo, está impulsando los diálogos en México entre los secuaces de Maduro y la oposición. Se presupone que de allí surgirán elecciones libres para 2024. Una cínica utopía. La democracia para los gobernantes de Venezuela e Irán no es un objetivo, es un enemigo.

Los argentinos debemos estar alertas. Hemos sufrido en carne propia la crueldad terrorista iraní y sus socios venezolanos tienen amigos poderosos en nuestra Patria.

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