Las tendencias sectoriales a escala mundial dominan actualmente el panorama global de los dividendos. Los repartos mineros en todo el mundo están ahora en declive desde una base muy elevada, aunque todavía hay nichos de solidez, especialmente en el carbón.
Con todo, es probable que los dividendos mineros de 2022 cierren el año en torno a un 70% por encima del anterior récord registrado en 2019. Así como los repartos de la minería cayeron, los de la energía se han disparado.
No intentamos predecir los precios del petróleo, pero es poco probable que el actual nivel excepcional de dividendos sea permanente, ya que los precios de la energía son cíclicos y volverán a caer con el tiempo. De hecho, el Reporte de Dividendos elaborado por Janus Henderson muestra que los precios del petróleo ya son considerablemente más bajos que a principios de año, aunque el gas natural continúa caro.
Entretanto, los dividendos bancarios, que constituyen la mayor parte del total mundial, han terminado de recuperarse tras la pandemia y se benefician ahora de un entorno de tipos de interés al alza.
La excepcional fortaleza de los dividendos petroleros en el tercer trimestre, especialmente en Asia y los mercados emergentes, y unos dividendos extraordinarios considerablemente más elevados, han generado un alza de 30.000 millones de dólares en nuestras cifras generales para el año completo.
Ahora esperamos unos dividendos mundiales por valor de 1,56 billones de dólares, lo que refleja un aumento interanual del 8,3%. El crecimiento subyacente se situará en el 8,9%, lo que supone un aumento de 0,4 puntos porcentuales en comparación con nuestras previsiones de hace tres meses y continúa firmemente por delante de la tendencia de crecimiento de los dividendos a largo plazo del 5-6% observada desde el lanzamiento del Reporte de Dividendos a finales de 2009.
Es probable que la ralentización del crecimiento económico mundial afecte a la capacidad de algunas empresas para aumentar los repartos, pero la cobertura de dividendos —esto es, la relación entre los beneficios de una empresa y sus repartos— ronda máximos históricos. A ello ha contribuido el hecho de que hoy en día la rentabilidad es elevada, al tiempo que la pandemia hizo que muchas empresas reajustaran sus dividendos a niveles más sostenibles. Esto podría brindar cierto apoyo, incluso si los beneficios se ven presionados en 2023.
Lo más importante es que los dividendos varían mucho menos a lo largo del ciclo económico que los beneficios, ya que las empresas tratan de suavizar el impacto en las distribuciones a sus inversores.
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