Cómo poner fin al ciclo eterno de inundaciones y sequías

Es un cuadro que se repite cada vez con más frecuencia, cuyos consecuentes daños de todo orden -económicos, sociales y de deterioro del suelo

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La Provincia de Buenos Aires sufre periódicamente un problema de magnitud incontrolable e impredecible que se repite desde siempre: inundaciones y sequías
La Provincia de Buenos Aires sufre periódicamente un problema de magnitud incontrolable e impredecible que se repite desde siempre: inundaciones y sequías

La Provincia de Buenos Aires sufre periódicamente un problema de magnitud incontrolable e impredecible que se repite desde siempre: inundaciones y sequías como las sufridas en 2011, 2012, 2014 y la actual del 2022 que se alternan sistemáticamente.

Esta situación se repite cada vez con más frecuencia, cuyos consecuentes daños de todo orden -económicos, sociales y de deterioro del suelo- afectan no solo a la Provincia sino a toda la Nación.

Esto ya lo había estudiado y publicado en el siglo XIX el naturalista e investigador Florentino Ameghino. Desde entonces fueron varias las propuestas de solución, planteadas desde las más diversas fuentes, privadas y oficiales.

La realidad es que el problema aún subsiste y las consecuencias de este las siguen padeciendo productores, comerciantes, industriales, vecinos, trabajadores, transportistas, municipios…

Diversos son también los estudios efectuados través de más de casi un siglo y medio, y si bien se hicieron algunas obras, éstas fueron limitadas e insuficientes

Diversos son también los estudios efectuados través de más de casi un siglo y medio, y si bien se hicieron algunas obras, éstas fueron limitadas e insuficientes, dado que el problema subsiste en toda su magnitud.

¿Cuál es la causa de que no se haya podido dar solución a esta situación, cuando los informes de factibilidad de ingeniería hidráulica ya están hechos desde larga data con mucha solvencia profesional por ingenieros argentinos y extranjeros?

¿Cuál es la causa de que no se haya podido dar solución a esta situación, cuando los informes de factibilidad de ingeniería hidráulica ya están hechos desde larga data con mucha solvencia profesional por ingenieros argentinos y extranjeros? (Reuters)
¿Cuál es la causa de que no se haya podido dar solución a esta situación, cuando los informes de factibilidad de ingeniería hidráulica ya están hechos desde larga data con mucha solvencia profesional por ingenieros argentinos y extranjeros? (Reuters)

Todos sabemos que, dicho sintéticamente, la solución pasa por la canalización de toda la provincia con la creación de reservorios de agua para asegurar su provisión en tiempos de sequía y su contención y evacuación ordenada en épocas de lluvia. El problema siempre ha sido y es en última instancia de orden económico: el costo de la obra, su financiamiento y su amortización.

Desde el punto de vista técnico-hidráulico, el tema escapa a mi conocimiento. Pero en lo económico puedo quizás aportar algunas ideas.

1) Se debe llamar a licitación pública nacional e internacional para las obras de estudio hidráulico, estudio de factibilidad y realización. En conocimiento de costos y tiempos de realización, se podrá desarrollar el proyecto; hay que tener en cuenta dos variables: a) la de las pérdidas económicas que estos desastres causan; b) para las obras hidráulicas por realizar se debe definir cómo se financia, quién lo paga y cómo se paga;

La solución pasa por la canalización de toda la provincia con la creación de reservorios de agua

2) El Gobierno de la Provincia de Buenos Aires tendría que emitir un título a colocar en el mercado bursátil, tanto nacional como internacional, por el monto total de la obra, y designar como administrador al Banco de la Provincia de Buenos Aires;

3) Las condiciones de pago (con tiempo de gracia para la liquidación de intereses y amortización de capital) estarán dadas por los tiempos de construcción, finalización de la obra y plazos razonables de cancelación, y en función a la renta de la producción asegurada;

4) El plan comprenderá a los productores de todas las zonas afectadas en proporción a las hectáreas que posean, como así también a los vecinos que se encuentran alcanzados por esa situación. A cada uno se le impondrá una cuota-impuesto para hacer frente a los pagos a realizar. Se incrementará el valor de la amortización cuanto mayor sea la cantidad de hectáreas en manos de un titular. Así se contempla la situación de los pequeños productores mejorando las condiciones de pago o directamente eximiéndolos;

5) El productor afectado comenzará a pagar las cuotas cuando la obra esté terminada; para ello deberá considerar que un porcentaje de la producción de su campo estará destinada al pago de este impuesto extraordinario por los tiempos que estén contemplados en el título. Es decir que el productor, si bien verá reducidas sus utilidades por un tiempo, estará asegurando su campo frente a catástrofes hídricas, lo que significa la certeza de la continuidad de su producción normal;

El Gobierno de la Provincia de Buenos Aires tendría que emitir un título a colocar en el mercado bursátil, tanto nacional como internacional, por el monto total de la obra, y designar como administrador al Banco de la Provincia de Buenos Aires
El Gobierno de la Provincia de Buenos Aires tendría que emitir un título a colocar en el mercado bursátil, tanto nacional como internacional, por el monto total de la obra, y designar como administrador al Banco de la Provincia de Buenos Aires

6) Los vecinos, comercios e industrias de los pueblos y ciudades afectadas también tendrán un incremento temporal en sus impuestos, aunque en un monto muy inferior, pero proporcional a los daños asegurados. En este caso los municipios podrían dar algunas facilidades o exenciones para aquellos vecinos de menos recursos;

7) Como el monto total de la obra se pagará con un impuesto extraordinario a sus beneficiarios directos, la Provincia no aportará dinero y, en el caso de tener que hacerlo, sería un adelanto transitorio de fondos. En cambio, sí tendrá la responsabilidad de la instrumentación y efectivización de la obra y de asegurar el pago por parte de los productores y vecinos;

8) El título por emitir podría ser tomado en parte por los mismos actuales damnificados: productores, comerciantes y vecinos. Eso significará una buena oportunidad para invertir sus ahorros. Esta inversión tendría un doble beneficio: solucionar el problema causado por el tiempo y acceder a un instrumento de ahorro de segura renta y cobro. En estos casos, los tomadores de estos títulos serían deudores y acreedores a la vez, resultando así los mejores controladores de la gestión, construcción y finalización de las obras.

De esta forma se estaría dando solución a un problema de una magnitud asombrosa sin costo para el Estado provincial ni nacional, porque se asegura su realización, dado que la obra no está condicionada a las contingencias financieras estatales pues los fondos están asegurados con la colocación del título en el mercado. Se estaría asegurando equilibradas y permanente cosechas anuales, dando seguridades a productores, tanto agrícolas como ganaderos, y evitaríamos daños materiales a vecinos, comerciantes e industriales y municipios.

Se estaría asegurando equilibradas y permanente cosechas anuales, dando seguridades a productores, tanto agrícolas como ganaderos

Además, los municipios, la Provincia y la Nación se asegurarán la continuidad y equilibrio en el cobro de sus impuestos. Se logrará más previsibilidad en cuanto al monto de la producción agrícola-ganadera. Pero fundamentalmente se dejaría de sufrir estos desastres cuyas consecuencias todos pagamos.

Finalmente, un aspecto que también se debe tomar en cuenta es que se estaría colocando en el mercado de capitales un título sin duda apetecible para los inversores, como los que en épocas pasadas permitieron realizar múltiples emprendimientos de infraestructura, financiados por inversores privados, sin costo para el Estado y con beneficio para toda la comunidad.

Sólo falta la decisión política de encarar esta empresa: pues bien, aquí está el desafío, ya que, como decía el General San Martín, “Para los hombres de coraje se han hecho las empresas”.

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