Obligados a volver a nuestra identidad nacional

En un nuevo aniversario de la batalla de la Vuelta de Obligado, debemos repensar la historia para beber de la fuente de nuestro ser nacional forjado en las luchas de la independencia y la consolidación del Estado Nación. Esto es así porque no se puede defender aquello que no se conoce

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Monumento a la batalla de la Vuelta de Obligado
Monumento a la batalla de la Vuelta de Obligado

Este 20 de noviembre se cumple un nuevo aniversario del Combate de Vuelta de Obligado en donde la Argentina se enfrentó a las dos potencias imperiales más grandes del siglo XIX por la defensa de su integridad territorial y la autonomía para decidir su propio marco legal respecto a la navegabilidad de sus ríos. Contra todo pronóstico la Argentina logró mediante una campaña militar de restricción de área enfrentar a las dos potencias militares más importantes de su época hostigándolas a lo largo del Paraná, impidiéndoles alcanzar sus objetivos de comerciar sus productos río arriba sin respetar nuestros derechos soberanos. El empleo de cadenas y pontones en puntos llave del Río Paraná y el posterior y victorioso rechazo a los desembarcos enemigos, son ejemplos de tácticas asimétricas de la época que ocasionaron serias pérdidas a los invasores y los obligaron a pactar su retirada. ¿La clave del éxito? Una firme voluntad política de defender el interés nacional, sumada a una conducción militar que hizo un uso inteligente de sus escasos recursos y de la geografía. Aquella hazaña, que motivó el reconocimiento de los países de la región y la felicitación del General San Martín al gobierno de la Confederación Argentina “que mostró que los argentinos no son empanadas que se comen con sólo abrir la boca”, nos invita a repensar en clave moderna la contribución de las FF.AA. a la defensa de la soberanía.

Así, en este nuevo aniversario del Combate de Vuelta de Obligado, estamos obligados a repensar la historia para beber de la fuente de nuestro ser nacional forjado en las luchas de la independencia y la consolidación del Estado Nación. Esto es así porque no se puede defender aquello que no se conoce. Estudiando nuestras raíces y el desarrollo de nuestra historia podremos entender mejor los desafíos presentes y futuros de la Argentina. Se cometería un error muy grave si se creyera que los conceptos de patria, soberanía e interés nacional son conceptos pasados de moda, pero sería un error aún mayor si no se adecuaran dichos conceptos a las realidades del siglo XXI. Es por esto, que desde el nivel estratégico militar pretendemos contribuir con el pensamiento nacional analizando la contribución que realizan hoy las FF.AA a la defensa de la soberanía nacional.

El combate de la Vuelta de Obligado, librado el 20 de noviembre de 1845.
El combate de la Vuelta de Obligado, librado el 20 de noviembre de 1845.

La revancha de la geografía

El académico Robert Kaplan advertía que “aquellos que ignoraron la geografía jamás pudieron derrotarla”. Esta frase se escribió en un contexto internacional donde las guerras en Asia Central, en la primera década del siglo XXI, pusieron en crisis la creencia que la globalización y la unipolaridad habían creado un orden internacional estable, duradero y en donde los Estados Nación dejarían de existir como tales. La evidente competencia entre las potencias por el acceso a recursos naturales, los bienes comunes (el espacio y los mares) y las esferas de influencia hicieron que aquellos que habían subestimado a la geopolítica lo pagasen caro.

Durante mucho tiempo la geopolítica fue asociada a un paradigma determinista y anacrónico cuyas conclusiones distaban mucho de cumplir con los requisitos de rigurosidad científica. Peor aún, se la identificó como una pseudo ideología que sirvió para justificar el expansionismo de gobiernos totalitarios. No se trata entonces de encontrar correlaciones espurias entre geografía y características psicosociales de un pueblo, sino de ver como el espacio condiciona la política exterior y el desarrollo de los Estados.

El famoso historiador británico Eric Hobsbawm explicaba que la revolución industrial había ocurrido en el Reino Unido gracias a su mercado interno, su comercio exterior con las colonias y el rol de la Armada Británica que aseguraba el dominio de los mares protegiendo al comercio británico y negándoselo a las potencias competidoras. Tal como decía el estratega naval Corbett el mar se diferencia de la tierra en que el primero es un ámbito de tránsito, mientras que el segundo es un ámbito de ocupación. Es decir en el mar uno no puede permanecer indefinidamente, sino que se lo utiliza para desplazar una flota comercial de un punto A a un punto B. Surgen así las denominadas Líneas de Comunicación Marítimas (LCM) por la que los Estados compiten por ejercer el control sobre las mismas. Así los Estados procuran ejercer la ocupación en nodos o puntos llaves que son usados como puntos de apoyo logístico de donde surgen y llegan las LCM.

Cómo bien destaca el General Carlos Alberto Nogueira (2022) la conectividad de las LCMs resulta esencial para la estrategia británica de dominio sobre el Atlántico Sur, el paso biocéanico de Drake y la proyección hacia la Antártida. La distancia entre el Reino Unido y Malvinas es de 13.000 km aproximadamente y del Reino Unido a la Antártida es de 14.300 km. Para dominar semejante LCM el Reino Unido controla sobre el Atlántico Sur una serie de islas que emergen de la Dorsal Atlántica que son las islas de Santa Helena, Ascensión, Tristán da Cunha e Islas Gough. Dentro de ellas se destaca desde un punto de vista militar el puerto de Santa Helena la base aérea y la base de inteligencia de señales ubicadas en la isla de Ascensión.

Un párrafo aparte merecen las Islas Malvinas, Georgias y Sándwich del Sur que son la puerta de entrada a la Antártida y sirven de punto de apoyo para el control del estrecho de Drake que conecta al Pacífico con el Atlántico. Si bien hoy en ese estrecho no hay un tráfico comercial significativo, tiene un valor estratégico potencial en caso de que el Canal de Panamá fuese bloqueado o destruido. Es por esta situación geoestratégica que el Reino Unido ocupa las Malvinas ilegalmente desde 1833 y que a partir de la década de los 80 las ha militarizado mediante la construcción de una base militar conjunta y desplegando una cantidad de efectivos que representan de un tercio a la mitad de la población civil de las Islas Malvinas de acuerdo a las rotaciones del personal militar. Tal es el valor de estas Islas que el Reino Unido, violando las resoluciones de la ONU de no innovar en el área en disputa, ha expresado su intención de construir un puerto de aguas profundas al noreste de Puerto Argentino. Ese nuevo puerto constituiría para los británicos el puente entre Malvinas y la base antártica Rothera.

Argentina es un país bicontinental que posee parte de su territorio sobre el Atlántico Sur ocupado ilegalmente por el Reino Unido. Hablar de Malvinas, no es hablar del pasado y menos aún caer en una mitología nacionalista nostálgica. Hablar de Malvinas e Islas del Atlántico Sur es hablar de nuestro futuro y de nuestro desarrollo. Es hablar de toneladas de pesca anuales que hoy están siendo ilegalmente usufructuadas por el Reino Unido y es también hablar de la potencial posibilidad de la explotación de hidrocarburos Off-Shore. Pero por sobre todas las cosas es hablar de nuestra proyección sobre el sector antártico argentino en donde Tierra del Fuego constituye nuestro principal nodo de conexión con la Antártida. Por esa razón, desde el Ministerio de Defensa y como parte del Ciclo de Planeamiento en desarrollo se ha decidido reforzar la conectividad de las Islas con vuelos de LADE, se ha instalado un radar móvil de control de vigilancia aérea de producción nacional en Río Grande; se prevé la construcción de una base naval integrada en Ushuaia, una Base de Despliegue Adelantado para la operación de aeronaves de la Fuerza Aérea y la creación de una nueva unidad militar del Ejército en Tolhuin y se avanza con la modernización y ampliación de la Base Antártica Petrel dentro del marco del tratado antártico.

De este modo buscamos incrementar la conectividad entre las Argentinas Continental, la Insular y la Antártica, asegurando las Líneas de Comunicación Marítimas (LCM), desarrollando la infraestructura necesaria y asegurándola a través de su Instrumento Militar

Desarrollo y recursos naturales

Un error muy común es pensar que hablar de la defensa de nuestros recursos naturales es avalar teorías conspiracionistas como las que afirman que las grandes potencias vendrían a llevarse el agua dulce. Lejos de eso, pensar en la defensa de los recursos naturales parte de un análisis objetivo de cómo las grandes potencias han intervenido en conflictos armados en este primer cuarto del siglo XXI. En la reunión del G-7 celebrada en Múnich el pasado mes de junio, el ex premier británico Boris Johnson le planteó a nuestro presidente su agenda de interés sobre alimentos, minería y energía. Esta agenda no es sólo del Reino Unido sino que es la agenda global de las grandes potencias y uno de los desafíos más importantes que enfrenta la humanidad frente a la doble tendencia de fuerte crecimiento demográfico y las consecuencias del cambio climático.

La soberanía sobre esta tríada (alimentos, energía y minería), así como también su explotación sustentable e inteligente es fundamental para el desarrollo argentino y el bienestar de su población. Ante esta situación las FF.AA contribuyen para que el Estado argentino no esté sujeto a la coerción de otros Estados en lo que respecta al uso de sus recursos. Las FF.AA son el instrumento con que debe contar el Estado argentino para decir “No” cuando tenga que hacerlo. Hay que superar el trillado y arcaico debate de cañones versus manteca. La defensa es el escudo necesario para proteger el desarrollo, el desarrollo promueve el bienestar de nuestra población y es la fuente de recursos necesaria para la sustentabilidad del Instrumento Militar. Estas agendas que a veces se disociaron en nuestro país deben unirse en forma sinérgica. Ejemplos históricos como los de Savio, Mosconi así también como modelos exitosos como INVAP, ARSAT, IMPSA, son prueba que estamos en capacidad de hacerlo y que junto con el Complejo Industrial Militar (Fábrica Argentina de Aviones-FAdeA, Tandanor, Fabricaciones Militares-FFMM) deben tender a permitir reducir en forma cada vez mayor, la dependencia del exterior respecto de materiales y equipos estratégicos.

Argentina no está sola ante esta situación geopolítica de poseer alimentos, energía y minería y es por eso que las FF.AA, a través de una estrategia defensiva y cooperativa pero activa (en especial con nuestros países vecinos) mantienen mecanismos estrechos de cooperación y diálogo y han venido realizando ejercicios combinados además de un nutrido intercambio en institutos de formación militares, buscando incrementar la confianza mutua y comenzar a encarar soluciones comunes a problemas similares.

Hoy la protección del país frente a ataques de una amenaza militar estatal externa es más compleja que en el siglo XX. Esto se debe al surgimiento de ámbitos no físicos pero del cual las sociedades modernas dependen cada vez más, como el virtual. Los Estados están tendiendo a realizar ataques no atribuibles debajo del umbral de lo que se considera guerra o acto de agresión para la ONU. El ejemplo por antonomasia son los ataques cibernéticos contra infraestructura crítica. Pensemos el daño que se podría ocasionar a la economía argentina si se la dejase sin sistemas para operar los bancos o sin energía. Es por esto que en el ámbito del Estado Mayor Conjunto se creó el Comando Conjunto de Ciberdefensa y el Instituto de Ciberdefensa de las Fuerzas Armadas. En esta línea se ha desarrollado doctrina de empleo tomando la experiencia de los conflictos bélicos actuales, así como también la experiencia adquirida en ejercicios operativos.

Un ejemplo de lo anterior fue la realización en la localidad bonaerense de las Toninas del primer ejercicio conjunto de Ciberdefensa y Guerra Electrónica para la protección de infraestructuras críticas. Se trata de la estación de amarre del cable submarino por donde entra y sale del país aproximadamente el 90% del tráfico de Internet con la participación de más de 400 efectivos y medios aéreos, marítimos y terrestres de las tres fuerzas armadas

Las FF.AA hoy: modernización, recuperación de capacidades y operatividad

Para que una política de defensa sea exitosa necesita del accionar sinérgico de la conducción política y militar. Hoy tanto la conducción política de la defensa como el más alto nivel de la conducción militar están comprometidos con un proceso de transformación profunda que involucra concepción de empleo, desarrollo de capacidades y operatividad.

Esta estrategia o concepto de empleo se llama multicapa porque concibe la defensa como varios sistemas de operaciones multidominio dispuestos en profundidad o capas, compuestos por diversas capacidades que operan en forma sincronizada, ágil e integrada en sus dimensiones físicas (aire, mar, tierra, espacio exterior) como no físicas (información, ciber, espectro electromagnético). Es de restricción de área porque procura limitar la libertad de acción del enemigo en una zona de operaciones mediante acciones militares no lineales de desgaste, rehusando el enfrentamiento decisivo. Por acciones militares no lineales se entiende a la aplicación de estrategias, tácticas, capacidades, y métodos disruptivos para evitar o negar las fortalezas del oponente y explotar sus debilidades. No se pretende, en primera instancia, destruir físicamente al agresor sino desgastarlo, paralizarlo y hacerlo colapsar moralmente.

Ejército Argentino
Ejército Argentino

Esta estrategia o concepto de empleo responde a una optimización realista de un escenario a 20 años de lo que el instrumento militar argentino estará en condiciones de hacer con los recursos humanos y materiales disponibles, su extensa geografía/espacios jurisdiccionales a defender y el horizonte financiero previsto en ese plazo. Es decir, es la mejor adecuación posible de los modos a los medios que se le otorgan y a los fines que se le fijan al instrumento militar en la Argentina. Esta transición de cómo emplear las FF.AA bajo un nuevo concepto se vio manifestada en diversos documentos de ciclo de planeamiento que hoy rigen para las FF.AA y que están siendo testeados en el gabinete y en el terreno en el marco de ejercicios de adiestramiento conjuntos.

Por primera vez se cuenta con una ley de fondos específicos destinados al reequipamiento que se ha sostenido y hecho un gran esfuerzo para mantenerla y ejecutarla. Este marco de estabilidad es de suma importancia para que en forma gradual y sostenida, que nos permita desarrollar en forma plurianual los proyectos para recuperar, modernizar y adquirir los materiales y equipos necesarios para estar en capacidad de cumplir con los objetivos que le fija la política de defensa a la Estrategia Militar, en particular el logro del principal efecto deseado: lograr un poder de disuasión que resulte creíble y en consecuencia desaliente una Agresión Estatal Militar Externa.

En este aspecto la geografía de nuestro país (octava superficie terrestre del mundo) resulta un factor clave. Es por eso que se priorizan la adquisición de medios que hacen a la logística y transporte como camiones, modernización de aviones Hércules C-130 y se planea adquirir helicópteros de asalto y vehículos blindados de transporte de personal a rueda que otorgan una capacidad de rápida respuesta en todo nuestro territorio, la modernización de nuestro Tanque Argentino Mediano (TAM-2C).

La defensa en profundidad de nuestro extenso territorio requiere disponer de medios adecuados para degradar al agresor y afectar sus líneas de comunicación marítimas y terrestres desde las más largas distancias, de forma tal que la relación costo-beneficio de mantenerse en nuestro territorio le resulte inaceptable. Para ello es fundamental recuperar la capacidad submarina y la de interdicción aérea (Caza Multirol).

No obstante, ninguna capacidad es útil si no se adiestra al personal en la utilización de los medios disponibles. Es por ello que el 10% del FONDEF será destinado a aumentar la munición disponible (incluyendo municiones ¨merodeadoras¨, de bajos y gruesos calibres, misiles antiaéreos, aire-aire, superficie-superficie, aire-superficie, cohetes, bombas guiadas, torpedos) para incrementar el adiestramiento, así como también contar con un stock que permita sostener las operaciones de combate destinadas a repeler una AEME.

Conclusiones

1. La Vuelta de Obligado fue un Combate que permite reflejar la importancia para el pensamiento estratégico de la conectografía, que relaciona infraestructuras y cadenas de suministros. La escasa disponibilidad de infraestructuras de apoyo suficiente por parte de la Escuadra Anglofrancesa facilitó que los criollos aplicaran una estrategia de restricción de área combinando procedimientos de combate novedosos que si bien no pudieron destruir a la fuerza invasora, le impidieron cumplir con su cometido y finalmente la obligaron a retirarse.

2. La gesta de 1845 así como la de 1816 muestra la enorme capacidad que tenemos como país y como FF.AA. cuando hay una unidad de propósito de defender el interés nacional y se cuenta con un fuerte apoyo del poder político y del pueblo para lograrlo. Estar obligado a volver a abrevar de nuestro ser nacional es justamente reflexionar en forma crítica sobre nuestra historia, que debe ser fuente de inspiración para superar con creatividad los problemas del presente y no convertirse en una charla aburrida de un pasado mítico.

3. El suceso histórico ocurrido en 1845 demuestra la vigencia de la importancia actual de la Hidrovía y de la infraestructura necesaria para disponer de su operatividad. Ello hace necesario realizar las inversiones para mejorar su navegabilidad (dragado y balizamiento), facilidades portuarias, defensa y seguridad.

La construcción del canal Magdalena es un proyecto que es fundamental no solo en términos del comercio sino de la soberanía e independencia, al permitir conectar sin depender de otro estado la comunicación marítima con los puertos del litoral brindando una salida directa al mar con reducción de costos de la navegación para los buques que naveguen a través del sistema troncal.

Constituye la misma, el principal nodo de conexión de una amplia red de suministros (atraviesa 7 provincias) y esa conectividad la convierte en un eje de estrategia geopolítica para varios actores presentes (Argentina, Bolivia, Brasil, Paraguay y Uruguay). Esto requiere una profundización de la cooperación entre los países para seguir manteniendo la zona de paz frente a la potencial injerencia de otros actores estatales extraregionales.

4. En estos términos, destaca la importancia que adquiere para el desarrollo del pensamiento estratégico la perspectiva de la conectografía. Su consideración nos lleva a apreciar que se va produciendo un cambio en la concepción de empleo de los Instrumentos Militares, que bajo la óptica de la geografía (que relaciona pueblos y fronteras) concebía su despliegue y empleo en función de la defensa de las mismas.

Desde el punto de vista de la conectografía (que relaciona infraestructuras y líneas de abastecimiento) pareciera que los instrumentos militares tienden a dirigir sus esfuerzos al aseguramiento de estas y a potenciar las capacidades tecnológicas de las mismas.

5. La defensa nacional como lo establece nuestro marco normativo vigente es tarea de todos los argentinos y las FF.AA contribuyen desde el plano militar. Nuestros Oficiales son educados en los institutos de formación y perfeccionamiento militares para que desarrollen un modo crítico de reflexión necesario para la construcción de un pensamiento militar nacional moderno que responda a nuestra realidad, posibilidades y que responda a los desafíos del siglo XXI, basados en los valores fundamentales que los deben guiar y distinguir: El Coraje, la Disciplina y el respeto irrestricto y defensa de la Constitución Nacional.

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