Junto a Francisco, apelamos a dar algo a los necesitados

La pobreza, las necesidades de salud, alimentación y dinero de los pobres merecen una especial atención de la Iglesia

Papa Francisco (Reuters)

¿Qué es la Jornada Mundial de los Pobres?

El Santo Padre celebra hoy la 6° Jornada Mundial de los Pobres. La celebración consiste en ayuda solidaria en la ciudad. Se reparten bolsas de comida, se ofrecen controles médicos gratuitos para gente en situación de calle, y el Vaticano se hará cargo del pago de facturas de energía.

Para esa labor se instaló un centro móvil sanitario, se reparten 5.000 bolsas de alimentos y se reciben las boletas de luz y gas que serán pagadas por la Iglesia para las familias en necesidad residentes en Roma.

Las necesidades de todos, pero primero la pobreza

La pobreza, las necesidades de salud, alimentación y dinero de los pobres merece una especial atención de la Iglesia. También lo que está implícito: el mal de la droga, que afecta a los niños y jóvenes en general de nuestras ciudades, fuente de muerte, violencia y desmembramiento familiar y social. En nuestras ciudades argentinas la droga representa uno de los mayores males que afectan a todos, pero en especial a los pobres. A lo que Francisco se refiere reiteradamente: “…mi patria -dijo- hace 30 años era un país de tránsito; después, pasó a ser de consumo, y hoy es de tránsito, de gran consumo y hasta de producción. Ese es el progreso que se da gracias al compromiso mafioso de los responsables…”. ¿Quiénes son los mafiosos de los que habla el Santo Padre? Y también les decía a los jóvenes: “la droga mata”. Y sabemos que mata en todos los segmentos sociales pero en mayor medida “la cocaína y el paco descerebra” a los niños y jóvenes, de las barriadas más pobres.

¿Qué se va a hacer como ejemplo en la ciudad de Roma?

Estas Jornadas de los Pobres fueron creadas en 2017. Los controles sanitarios se realizan en un Centro Sanitario móvil en la Plaza San Pedro y brindadas a todas las personas necesitadas de la ciudad que lo soliciten. Se incluyen electrocardiogramas, análisis de HIV y hepatitis, entre otras enfermedades y adicciones como el alcoholismo y el consumo de estupefacientes. Se reparten 5.000 bolsas que incluyen 10 toneladas de pasta, 5 toneladas de arroz, harina, azúcar, sal y café, y 5 mil litros de aceite y leche. En el marco de la crisis energética en Europa como consecuencia de la guerra entre Ucrania y Rusia, se pagan las facturas de luz y gas de personas en situación de pobreza. Se ayuda y revitalizan los lazos sociales y familiares de los habitantes de la ciudad.

Una invitación a los ediles de la ciudad y a todos los ciudadanos para que realicen acciones solidarias

Una invitación para celebrar “todos los días del año”. Solidarias y de esclarecimiento. Por ello mismo la invitación del Papa Francisco es al mismo tiempo una “interpelación”. Nos inquieta saber ¿quiénes son los mafiosos de nuestra ciudad que tienen compromisos con la distribución de estupefacientes? En primer lugar hay que preguntarles a “los responsables de la administración de nuestras ciudades” o del conjunto de nuestras ciudades llamado “Municipio”, es decir, a nuestros intendentes municipales.

¿Qué pasa que en nuestros barrios hay tanta droga?

El autor de esta nota es bonaerense, del distrito de La Matanza. Al hacerse eco de la invitación del Santo Padre, su “invitación-interpelación” dirigida a los ediles bonaerenses, no puede no estar dirigida, en especial, al intendente de La Matanza. Interpelación que no sólo está inspirada en la pretensión de acompañar “la salida” de la pobreza en el distrito. La hacemos también y en especial por el drama de la invasión del narcotráfico en el territorio matancero donde parecería estar vigente aquella broma perversa según la cual “para terminar con la pobreza hay que matar a los pobres”. Los medios invisibilizan los hechos que así lo demuestran cuando todos los días a causa del consumo son descartados por muerte o incapacidad niños y jóvenes. ¿No será que la invasión del paco, cocaína y otros estupefacientes en La Matanza, gozan de ese “compromiso mafioso” del que habla el Santo Padre de parte del poder?

Según información de quienes conducen los Hogares de Cristo -entidades que en todo el país internan y asisten a los caídos en el campo de la droga- el 60 por ciento de los niños que consumen paco tienen lesiones cerebrales irreversibles.

Daños tan irreversibles como las de los muertos del Barrio Central de Rafael Castillo donde hace quince años registramos y denunciamos la instalación de traficantes de drogas. Y hace unos meses, pudimos comprobar la exponencial expansión y daños sufridos por las sucesivas generaciones. Testimonios imposibles de reproducir aquí por cuestiones de seguridad y de espacio. Tan irreversibles como los daños que padecen los pibes de las barriadas de Laferrere, González Catán o Virrey del Pino. Como en estos días ocurren en el barrio Padre Bernaza del kilómetro 41 de la Ruta 3, donde los “soldados” de la distribución fueron rechazados por los vecinos y donde la policía mató a un “blanco móvil” (así llaman a todos los pibes en las barriadas de este distrito). En medio del conflicto Esteban Bellido, un joven de la UTOI (fuerza civil dependiente del Ministerio de Seguridad creado por la gestión anterior y hoy conducida por Berni) perdió la vida. En manos de la policía, no se sabe si intencionalmente o por confusión pero pérdida irreversible. Tan irreversible como la muerte de Juan Cruz, de 23 años, que hace quince días fue enterrado por su familia por un exceso de “la buena” que le vendían en un delivery de “los fisurados” que se difunde por la web, a pocas cuadras de su casa, en Villa Luzuriaga.

Es habitual que usemos los eufemismos como “la droga” o “plomos” sin señalar a los causantes de los homicidios cuando es obvio que los asesinos son los que aprietan el gatillo o introducen, difunden, hacen marketing, suministran, distribuyen y venden los estupefacientes. Ustedes lo saben muy bien señores ediles. Como en la parábola del Buen Samaritano unos pocos ven el mal y hacen lo posible por combatirlo. Otros muchos lo ven y como Pilatos se lavan las manos, o miran para otro lado como el funcionario del Templo. Y por último, están los que son cómplices de la mafia, criminalmente coautores y cristianamente hipócritas, que llevan el pecado mortal en el alma.

Hay que reaccionar ante la cultura del descarte, del derroche y de la muerte

“Esta Jornada de los Pobres -dijo Francisco en la audiencia del miércoles 9 próximo pasado- tiene como objetivo, en primer lugar, estimular a los creyentes para que reaccionen ante la cultura del descarte y del derroche, haciendo suya la cultura del encuentro. Al mismo tiempo, la invitación está dirigida a todos, cualquiera sea su confesión religiosa, para que se dispongan a compartir con los pobres a través de cualquier acción de solidaridad, como signo concreto de fraternidad”, detalló.

¿Qué hacer como vecinos de la ciudad?

Sin duda hay que cargar con el peso de esas heridas en las espaldas, el peso de los indigentes, de los desnutridos, de los necesitados, de los heridos de los atacados por los miembros de los ejércitos del consumo y el peso de nuestros muertos. Hay que denunciar. Hay que reconocer, que en ese tránsito -no encontraremos a muchos políticos pero sí tenemos el acompañamiento, la asistencia de los pastores, curas y buenos cristianos que nos acompañan y pastorean entre los buenos y los malos. Reagruparnos y tomar consciencia que si no “ayudamos” a nuestras parroquias, a las organizaciones libres del pueblo que ayudan y no lucran con el pueblo, a los funcionarios honestos, el destino inexorable de los niños y jóvenes es “la calle”, “el cementerio” y la “cárcel” como le oímos decir un día al Obispo de San Justo Eduardo García en la Parroquia San José del Barrio 17 de Marzo.

Francisco, por su parte, en la homilía del 2018 en la II Jornada de los Pobres destacó y reiteró más tarde, tres acciones que Jesús realiza en este pasaje del Evangelio: “Dejar, alentar y extender la mano”.

Dejar

En todo, “Jesús va contracorriente, dice el Papa: Primero deja el éxito, luego la tranquilidad. Nos enseña el valor de dejar: dejar el éxito que hincha el corazón y la tranquilidad que adormece el alma.”

Alentar

“La segunda acción de Jesús -subraya el Papa -es alentar: En plena noche Jesús alienta. Se dirige hacia los suyos, inmersos en la oscuridad, caminando ‘sobre el mar’”.Y explica: “No es una manifestación en la que se celebra el poder, sino la revelación para nosotros de la certeza tranquilizadora de que Jesús, solo Jesús, vence a nuestros grandes enemigos: el diablo, el pecado, la muerte y el miedo”.

Mirar lo que sucede cada día y extender la mano, gratuitamente, al necesitado

“En tercer lugar, Jesús, en medio de la tormenta, extiende su mano”, escuchó el grito de Pedro. Pidamos la gracia de escuchar el grito de los que viven en aguas turbulentas –ha exhortado el Papa–. El creyente extiende su mano, como lo hace Jesús con él. El grito de los pobres es escuchado por Dios, ¿pero, y nosotros? ¿Tenemos ojos para ver, oídos para escuchar, manos extendidas para ayudar?”.

Así, el Pontífice nos exhorta a mirar lo que sucede en cada una de nuestras jornadas: “Entre tantas cosas, ¿hacemos algo gratuito, alguna cosa para los que no tienen cómo corresponder? Esa será nuestra mano extendida, nuestra verdadera riqueza en el cielo”.”Extiende tu mano hacia nosotros, Señor, y agárranos”, ha orado el Santo Padre. “Ayúdanos a amar como tú amas. Enséñanos a dejar lo que pasa, a alentar al que tenemos a nuestro lado, a dar gratuitamente a quien está necesitado”.

Cuarta acción: denunciar también es dar

Ante la gravedad de nuestra circunstancia comunal -a las acciones que señala el Pontífice -este cronista le añade una cuarta acción. La necesidad de formular la denuncia ante fiscales o medios honestos e independientes, aportando el conocimiento que se tenga en esta cadena silenciosa que conduce al descarte y a la muerte de nuestros pibes. La denuncia también es un acto de donación al prójimo.

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