El próximo martes se realizarán las elecciones de medio término en los Estados Unidos. Se eligen la totalidad de los Representantes (diputados) -son 435 bancas- y un tercio del Senado, 35 de los 100 escaños.
Ese mismo día, estarán en juego 36 gobernaciones. Se destacan California y Florida, donde quienes detentan el cargo irán por la reelección, pero adelantaron que luego serán precandidatos presidenciales por los demócratas y los republicanos, respectivamente.
Como se recordará, en ese país el voto es voluntario, por lo cual las maquinarias electorales tienen el arduo trabajo de empadronar a sus seguidores y lograr que vayan a votar.
El ex presidente Donald Trump, quien volverá a competir dentro de dos años por la Casa Blanca, aunque no lo haya confirmado aún, ha hecho un gran esfuerzo para imponer candidatos en las primarias y ahora para que se los vote.
Su principal rival, en las primarias del partido del Elefante, es el actual Gobernador de La Florida, Ron De Santis, quien pese a estar peleando por la reelección, se hizo tiempo para apoyar a candidatos en otros estados.
Todo indica que los republicanos ganarán con holgura la Cámara Baja y hasta podrían lograr la mínima ventaja de 51 a 49 en el estratégico Senado. Los senadores en riesgo para el oficialismo son los de Arizona, Georgia y Nevada. Este cuerpo hoy está 50 a 50 y desempata Kamala Harris, la vicepresidenta de Joe Biden.
El oficialismo está perdiendo porque la economía no satisface a los votantes. Una inflación acumulada del 6.5% en 2022, implica una perspectiva anual del 8,2%. El aumento de las tasas de interés y la baja de la emisión, para frenar la subida de precios, ha producido recesión y caída de Wall Street, esto último muy importante para los jubilados de ingresos medios.
Los democratas han utilizado el fallo de la Corte contra el aborto (revocatoria de Roe vs.Wade) para movilizar a su activismo anticonservador con resultados relativos.
En el partido del Burro, Gavin Newson, el gobernador de California, juega este martes sus chances de convertirse en el desafiante contra Joe Biden o su coterránea Kamala Harris, para el 2024.
Prestigioso por su gestión, también logró colocar fuertemente en la campaña la cuestion del aborto, ya que convocó a todos los californianos a un referendum al respecto y asi movilizó a los sectores más jovenes, generalmente reacios a sufragar.
Como en todas las elecciones de los últimos meses en Europa, América e Israel, perderá el oficialismo.
La magnitud del triunfo republicano marcará las posibilidades de la vuelta de Donald Trump, que aún no reconoció su derrota de dos años atrás (cosa nunca vista), o de otro candidato republicano, más acostumbrado a los rituales de la democracia.
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