Humedales, los grandes aliados en la lucha contra el cambio climático

Esta semana se debatió en el Congreso de la Nación la ley de humedales. No es una ley como cualquier otra. Detrás de su aprobación se pone en juego buena parte del futuro y de la defensa del ambiente en nuestro país. Por ello se hace indispensable el compromiso ineludible de todos los sectores políticos para que en la próxima reunión del 29 de septiembre obtengamos dictamen de las comisiones. Pensemos en qué tierra y recursos naturales les vamos a dejar a las generaciones venideras.

Esta es una ley que no va contra la producción, sino contra la destrucción. Es un proyecto que hace ya más de diez años que se viene tratando en el Congreso y que es el resultado del trabajo conjunto de diversos sectores políticos, cientificos y de más de 500 organizaciones socio ambientales: es el proyecto del consenso. La situación desesperante de la que hemos sido testigos en las provincias de Corrientes, de Córdoba y los incendios del delta del Paraná del último tiempo nos revelan con total claridad la urgencia de su tratamiento: es la ley o se van a seguir destruyendo e incendiando nuestros humedales.

Ya se realizaron un montón de audiencias públicas por lo que ha llegado el momento de poder sacar un dictamen de forma inmediata, para que cuanto antes el proyecto llegue al recinto.

Es destacable que la autoridad de aplicación de esta ley serán las provincias. Más allá del compromiso del Estado Nacional, esto garantizará un tratamiento federal del proyecto y además nos aportará una mirada local, más comprometida y de mayor eficiencia en la gestión de preservación de los humedales.

Venimos diciendo repetidamente la importancia de la conservación de nuestros humedales: hacen posible la conservación de la vida en nuestro planeta y son fundamentales en la lucha contra el cambio climático. Los humedales son zonas de tierra inundadas de forma temporal o permanente. Son una parte integral de los sistemas naturales que posibilitan la vida en la Tierra. De hecho, el 40% de la biodiversidad mundial vive o se reproduce en ellos. Además, los humedales son filtros depuradores y reservorios de agua dulce y amortiguan los impactos de las lluvias.

En el último tiempo el proceso de desaparición de los humedales en el mundo y en la Argentina se viene acelerando. Es el resultado de una degradación producida por el uso de agrotóxicos, de la actividad minera y de los desarrollos industriales e inmobiliarios, entre otros factores.

Argentina en particular tiene una gran extensión de humedales. Más del 20% de su superficie cuenta con una variedad importante de ellos, tanto en zonas urbanas como rurales. Es urgente tomar conciencia de la importancia que tiene para todas y todos su cuidado y preservación.

La ley que trataremos en el Congreso regula su uso responsable, respetando el ambiente y generando actividades que puedan preservar sus servicios ecosistemicos, y tambien evitando aquellos factores que los perjudican.

La ley también plantea evaluar el impacto ambiental de las actividades que se realizan en los humedales que aún no están en etapa de degradación. Y para aquellos que ya sufren un deterioro, restaurarlos en el marco de un proceso participativo de planificación que incorpore a toda la comunidad zonal.

Desde todo el arco político tenemos que estar a la altura de las circunstancias. El tiempo apremia y lo que está en juego es demasiado importante para dilaciones o para no hacerse cargo. El mundo entero ya está tomando conciencia de que el cuidado del ambiente es esencial para preservar nuestro planeta, nuestros recursos naturales y, sobre todo, para cuidar la vida de miles de millones de seres humanos.

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