Arquitectura neutra en carbono: una tendencia que crece

A un edificio se lo denomina Cero Neto, cuando puede compensar o contrarrestar la cantidad de energía necesaria para construir y operar a lo largo de su vida útil en todos los aspectos de ubicación, fuente, costo y emisiones

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La energía solar pasiva es la captación y distribución de la energía obtenida por el sol por medios naturales no mecánicos y en arquitectura ha proporcionado a los edificios calor, iluminación, energía mecánica y electricidad de la forma más natural posible
La energía solar pasiva es la captación y distribución de la energía obtenida por el sol por medios naturales no mecánicos y en arquitectura ha proporcionado a los edificios calor, iluminación, energía mecánica y electricidad de la forma más natural posible

Si bien la transición hacia una economía resiliente y descarbonizada ya está en marcha y se está acelerando a nivel mundial, es cierto que hay mucho por hacer. Actualmente 59 países –cuyas emisiones agregadas equivalen al 54% de las emisiones globales de Gases de Efecto Invernadero (GEI)– han oficializado su objetivo de lograr emisiones netas cero hacia el año 2050. Y Argentina se encuentra entre ellos.

Si hablamos específicamente de arquitectura, también es largo el camino que hay que recorrer. La industria de la construcción es responsable de casi el 40% de las emisiones de dióxido de carbono del mundo, el 11% de las cuales son el resultado de la fabricación de materiales de construcción como el acero, el cemento y el vidrio. Pero si queremos ver el vaso medio lleno, podemos observar que hay muchos proyectos de construcciones sustentables en marcha, que buscan reducir las emisiones de carbono al mínimo o casi a cero en el desarrollo de entornos construidos.

Cómo diseñar edificios Cero Neto

A un edificio se lo denomina Cero Neto, cuando puede compensar o contrarrestar la cantidad de energía necesaria para construir y operar a lo largo de su vida útil en todos los aspectos de ubicación, fuente, costo y emisiones. ¿Cómo se logra ello? Una de las reglas generales es reducir la cantidad de energía requerida mediante la optimización de los recursos desde el proyecto original; se busca que el hábitat produzca su propia energía –por ejemplo a través de paneles solares o turbinas eólicas– y regular su uso a través de la producción de energía limpia.

La industria de la construcción es responsable de casi el 40% de las emisiones de dióxido de carbono del mundo, el 11% de las cuales son el resultado de la fabricación de materiales de construcción

La energía solar pasiva es la captación y distribución de la energía obtenida por el sol por medios naturales no mecánicos y en arquitectura ha proporcionado a los edificios calor, iluminación, energía mecánica y electricidad de la forma más natural posible. La configuración detrás de los sistemas pasivos consta de tres tipos: ganancia directa, ganancia indirecta y ganancia aislada, y considera estrategias de diseño tales como: ubicación en relación con el sol, forma general y orientación de un proyecto, asignación de ambientes interiores de acuerdo con la insolación y la ventilación, inserción de ventanas y acceso cubierto. Además de elegir materiales que absorban el calor, fachadas de vidrio/ventanas solares cuando sea necesario, implementación de fachadas ventiladas, tragaluces, espejos de agua, elementos de sombreado, entre otros.

Si bien en nuestro país los edificios Cero Neto todavía no son la mayoría, es un importante estándar a lograr. Para ello, la tecnología se convierte en una herramienta que permite cubrir las necesidades energéticas de la sociedad a la vez que se reduce la huella de carbono. Este enfoque innovador es clave para alcanzar el objetivo de lograr emisiones netas cero hacia el año 2050 y en ello debemos trabajar con convicción y firmeza todos los sectores involucrados en el deseo de lograr una construcción sustentable.

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