Los bonos globales navegan a la deriva

La llegada de Sergio Massa al gabinete económico puso paños fríos a una situación muy delicada, pero no significó un cambio de rumbo claro

Los globales argentinos registraron un balance mayormente positivo en agosto (entre 0,6% y 1,4%) acompañados por un Contado con Liquidación más estable (Reuters)

El apoyo político del nuevo ministro evitó por el momento un escenario disruptivo logrando una relativa calma en el mercado de bonos. Los globales argentinos registraron un balance mayormente positivo en agosto (entre 0,6% y 1,4%) acompañados por un Contado con Liquidación más estable. Sin embargo, el cambio de timón no significó un cambio claro de rumbo. Los bonos públicos siguen navegando a la deriva a pesar de que la tormenta se moderó. En tanto, septiembre trae aguas nuevas y no menos turbulentas con un clima político que se complica presionando sobre las cotizaciones.

¿Dónde estamos parados? El cambio de gabinete tras la breve función de Silvina Batakis evitó que el barco se hunda, pero no definió una nueva ruta. Los globales argentinos rebotaron desde los mínimos post reestructuración y encontraron cierta comodidad en torno a niveles de USD 24/25. El precio promedio ponderado lleva 26 ruedas moviéndose en estos niveles y no muestra señales de querer ir más allá.

Septiembre trae aguas nuevas y no menos turbulentas con un clima político que se complica presionando sobre las cotizaciones

Mirando la película completa, el indicador se ubica 25% por encima del USD 19,62 registrado el 21 de julio, pero todavía se mantiene por debajo de los niveles pre renuncia de Martín Guzmán (US$25/26). En tanto, lejos quedaron las paridades que se observaban antes del desplome de la deuda en pesos a finales de mayo. En definitiva, la llegada de Sergio Massa a Economía los dejó en un escalón más arriba, pero no definió un cambio de tendencia.

No alcanzó con una nueva figura

Los fundamentos son los mismos que un mes atrás y solo se consiguió comprar algo de tiempo. El nombramiento de Gabriel Rubinstein como segundo de Massa brindó una señal de racionalidad positiva, pero desde entonces no se anunció nada nuevo en términos fiscales (más allá de la segmentación de tarifas) y una leve reasignación y recorte de créditos presupuestarios.

Por otro lado, ganaron algunos segundos en la bomba del tiempo en pesos al despejar el caudal de vencimientos en el corto plazo, estirando los pagos al próximo año. Silencio en el aspecto cambiario con una brecha que ya lleva 46 ruedas por encima del 100% y un stock de reservas líquidas muy limitado (por debajo de los USD 1.000 millones). ¿Habrá novedades tras la visita de Massa a Washington este fin de semana?

En el aspecto cambiario con una brecha que ya lleva 46 ruedas por encima del 100% y un stock de reservas líquidas muy limitado

A la volatilidad propia, se suma un clima externo por demás desafiante. En este marco, vale la pena analizar cuánto de lo que sucede en el mundo afecta a la Argentina. El rebote de los mercados emergentes a finales de julio y principios de agosto jugó a favor de la deuda. El BBG Emerging Markets Index que mide el retorno total de títulos soberanos, subsoberanos y corporativos en mercados emergentes rebotó 5,3% desde mínimos pre pandemia a finales de julio, hasta tocar un pico de 1.088 puntos el 15 de agosto.

La debacle de los mercados del mundo ante el mensaje de una FED más ‘hawkish’ volvió a condicionar a este universo de bonos (bajó 2,7% desde el pico reciente) (Reuters)

Desde entonces, la debacle de los mercados del mundo ante el mensaje de una FED más ‘hawkish’ volvió a condicionar a este universo de bonos (bajó 2,7% desde el pico reciente). Un segmento que además sufre la debilidad económica de China con algunas ciudades entrando en un nuevo ‘lockdown’, el default de Rusia y Sri Lanka, y el débil desempeño de los títulos de deuda de países como El Salvador o Ecuador.

El precio promedio ponderado de los globales ajustado por el movimiento de los emergentes cayó a USD 32 (desde USD 34/35 a mediados de agosto)

De esta manera, el precio promedio ponderado de los globales ajustado por el movimiento de los emergentes cayó a USD 32 (desde USD 34/35 a mediados de agosto), pero comprimió el spread con respecto a su valor real (de USD 10,41 a USD 7,54 actual).

Fuente: Portfolio Personal Inversiones (PPI)

De todas maneras, los globales operan en los mismos niveles que a finales de julio y no encuentran excusas para impulsar un rebote.

En lo local, el clima político se complica una vez más y los fundamentos en lo económico no muestran signos de mejora. Así, no sorprende los rojos en las pantallas externas este viernes. Faltan definiciones económicos y señales de previsibilidad para retomar los niveles de principio de año. Sin embargo, es importante resaltar que, a estos niveles, la relación riesgo/retorno vale la pena de cara a un potencial cambio de administración a fines de 2023. El desafío está en encontrar el timing en el punto de entrada.

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