Indudablemente hay sectores que han incorporado la mentira como arma electoral. El caso más evidente es el que viene soportando Javier Milei, a quien en los últimos tiempos se le han inventado una innumerable cantidad de mentiras. Cada una de esas “operaciones” tienen un solo objetivo: hacerle creer a la ciudadanía que Javier Milei no es lo que realmente es.
Por más que difamen y mientan, nada de ello logrará hacer cambiar a Javier Milei ni detener el fenómeno que su liderazgo representa para la sociedad argentina. Ni hablar del aluvión de votos que se desatará a su favor en las próximas elecciones. Él recibirá el voto de a pie, independiente, el que no está atrapado en la telaraña del aparato político sindical planero.
Veamos algunas muestras de la colección de infamias, injurias e inventos que le han adjudicado a Milei en los últimos tiempos y cómo cada uno de ellos se caen a pedazos por su propio peso.
Han acusado a Javier Milei de “nazi”, banalizando y utilizando el Holocausto en la mezquindad electoral. No hace falta decir, ni recordar, la postura pública de Javier Milei contraria a cualquier idea totalitaria o fascista, y muchísimo más alejada todavía de lo nazi. Milei está exactamente en las antípodas del autoritarismo por ser un liberal puro; los liberales son exactamente lo contrario a los autoritarios.
Se ha intentado hacer creer que Milei está a favor de la venta de niños, equiparándolo con un monstruo que no tiene sentimientos, una persona detestable. Quisiera compartir una anécdota personal que viví con Javier Milei. Él ama a los animales y en particular a los perros. Tiene 5 y les dice “mis hijos”, y los cuida como tales. Yo le pedí que cuando tuvieran cría me vendiera un cachorro, pero me dijo que de ninguna manera me lo vendería, que a lo sumo podría regalarme uno y ahí comenzó a expresarme un listado interminable de recomendaciones y cuidados que debería tener en cuenta para cuidar la futura mascota. Fueron tantas y tantas las observaciones que desistí del pedido y luego me di cuenta de que, en realidad, él no quiere regalar ningún cachorro porque los ve como “los hijos de sus hijos”. Me pregunto: una persona así, con ese corazón, que le cuesta desprenderse de una cría de su mascota, ¿estaría a favor de vender un niño? Respuesta única y posible: no y absolutamente no.
Javier Milei, que se manifestó a favor de la portación y uso libre de armas en Argentina porque “cuando prohibís el uso de armas, los delincuentes, por más que lo prohíbas, las usan igual”. Dice la verdad y esa verdad les duele, y tanto les duele que nada dicen de que en la Argentina ya está autorizada la tenencia y portación de armas con ciertos requisitos. Pero ojo, si lo que ya sucede lo dice Milei, ahí se levantan los dedos acusadores.
Otras mentiras y descalificaciones apuntan a hacer ver a Milei como un “loquito”, que se “sale de su eje” para explicar sus ideas. Confunden y mienten porque Milei es un hombre que explica las cosas con pasión, es efusivo y vehemente, pero nunca deja de ser lógico y razonable. Además, como no lo hace ningún dirigente político argentino, sabe de lo que habla. Estudia y analiza cada tema que aborda y no habla de lo que no sabe.
Es irrefrenable, por más campañas y mentiras que lancen para deteriorar su imagen, que Javier Milei sea el próximo presidente de la Argentina. Una Argentina que necesita un periodo de sacrificio y esfuerzo. Tal como dijo Winston Churchill: “Solo tengo para ofrecer sangre, sudor y lágrimas”.
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