Este lunes 18 de julio se cumplen 28 años del atentado a la AMIA.
Ese día gris y frío de Buenos Aires tendrá diferentes conmemoraciones.
Por la mañana, a las 9.30 la convocatoria será nuevamente presencial en la puerta del edificio de AMIA en Pasteur 633. Bajo la consigna “Volvemos a Pasteur”, podremos volver a hablar, reclamar y recordar con nuestros pies después de dos años de virtualidad.
Por la noche, en una nueva presentación de “Trazos de Vida”, iluminaremos las historias de las 85 víctimas en la voz de artistas como Diego Torres, Nahuel Pennisi, Lito Vitale, Natalie Perez, La Beriso, Adrián Suar, Natalia Oreiro, Darío Turovelzky, Costa, Fabián Doman, Gabriel Rolón, Adrián Mirchuk, Gastón Saied, Meital Avruj, German Kalinscky, Dan Hakim y un elenco compuesto por jóvenes artistas que asumen el legado de mantener viva la memoria. Todos ellos nos regalarán su compromiso a través de su arte y su música.
Será en la Comunidad AMIJAI, junto a ORT Argentina y el C.N.HACOAJ y se podrá participar y vivir desde YouTube.
Pero no solamente pasaron 28 años del atentado. Muchas otras cosas cumplen también 28 años. Nos sucedió tanto en este tiempo. Se cumplen 28 años de ausencias y renacimientos. De injusticias y compromisos. Oscar Wilde dijo que hay veces que podemos estar años enteros sin haber vivido en absoluto, y que de pronto toda nuestra vida se concentra en un solo instante. Ese instante cambió para siempre la vida de amigos y de familiares. De una comunidad entera. De la ciudad toda. De los cimientos morales de la Argentina.
Gaby Rodriguez tiene 28 años. El día del atentado tenía apenas meses de recién nacida. Toda ella también sucedió hace 28 años. No solamente cumple sus años con los del aniversario del atentado, sino que carga con la pérdida de su mamá, Silvana, que esa mañana del 18 de julio estaba dentro del edificio de la AMIA. Cuando a Silvana la encontró la bomba y el final, ella tenía también 28 años.
Gaby ama viajar y en sus viajes ama escribir. Hace un par de años finalmente escribió su libro “Desde que tengo memoria” donde relata la vida del antes y del después de Silvana y de ella. Una de sus poesías, está situada en la estación del Subte B “Pasteur”, en la que se ha montado una importante obra artística en homenaje a las víctimas del atentado a la AMIA.
Esta, su poesía, es el homenaje de esta columna en este tiempo en que recordamos el tiempo.
Capaz que pasas seguido por esta triste estación
y con suerte habrás notado la sutil decoración.
Y aunque se habla de memoria de justicia, de terror,
son muy pocos los que entienden cuan profundo es el dolor.
Corazón, yo no te pido que detengas el andar.
Te pido sólo que pienses
qué pasó cerca de acá.
Ya hacen 28 años
justo, justito mi edad.
Yo tenía 8 meses
y 10 días en verdad.
Estaba en la guardería,
en el jardín maternal
y aunque ni siquiera hablaba preguntaba por mamá.
Lloraba y pataleaba y no quería jugar.
Era como si supiera
que una bomba
acababa de explotar.
Corazón, yo no te pido
que hoy sufras, que estés mal.
Sí te pido que recuerdes
a la AMIA y a mi mamá.
Recordemos juntos siempre.
Te puede sonar lejano,
pero porfa no te olvides
que no quedó en el pasado.
La falta va a ser eterna y aunque siga con mi vida
la herida no sana nunca,
la angustia no se termina.
Quedamos todos nosotros, que somos seres humanos,
gritando fuerte ¡PRESENTE! con sus caras en la mano.
Yo te pido que te sumes,
que vayas al acto que quieras.
O lo sientas de tu casa,
desde el auto o en la escuela.
No importa dónde estés
lo importante es que lo pienses,
que recordemos unidos,
que no dejemos que mueran dos veces.
Porque eso se dijo mucho que podía suceder
que hayan muerto aquellos días
y en el olvido otra vez.
Y yo digo “aquellos días”
porque no sé exacto cuándo fue.
Sí, el 18 de julio
a las 9 y 53.
Ese día del ‘94
fue que la bomba explotó.
Pero andá a saber qué día
su vida se terminó.
El atentado fue un lunes
pero hasta el viernes no apareció.
O hasta el sábado inclusive
ya ni sé, es dato de color.
Pero a mí me falta siempre
no sólo una vez al año.
Y el 18 de julio sólo es otro aniversario.
Me le robaron la vida
me la sacaron de al lado.
“Tu mamá no se murió,
a tu mamá la mataron”.
Eso aprendí desde siempre
no llores por la oración.
Lo importante es el mensaje,
la palabra no agrava el dolor.
Corazón, yo no te pido
que hoy sufras, que estés mal.
Sí te pido que recuerdes
a la AMIA y a mi mamá.
Mi mamá porque es la mía,
pero tantos nombres más...
Hoy memoria por la vida.
Por la vida y por la paz.
Por Gaby Rodriguez en “Desde que tengo Memoria”.
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