Una OTAN global

La Declaración de la Cumbre en Madrid representa una clara manifestación de unidad para enfrentar los nuevos desafíos. El endoso por unanimidad del Concepto Estratégico abre a la alianza a un papel que abandona los límites del Atlántico Norte

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La Cumbre de la OTAN
La Cumbre de la OTAN en Madrid (Susan Walsh/Pool vía REUTERS)

La Declaración de la Cumbre de la OTAN en Madrid constituye una respuesta al documento firmado el 4 de febrero entre Rusia y China, en el que sellaron su amistad y cooperación sin límites. En ese escrito, Putin y Xi Jinping se mostraron partidarios del régimen surgido de la Segunda Guerra Mundial reafirmando la intención de dividir el mundo en esferas de influencia y proteger sus sistemas de gobierno con la excusa del derecho de cada país de elegir su propio régimen.

El documento de la OTAN recuerda el carácter defensivo de la alianza y el compromiso con la democracia, las libertades individuales, los derechos humanos y la vigencia de la ley. La reunión contó con la participación del presidente Volodimir Zelensky, como una señal de solidaridad y reafirmación del derecho a la independencia, soberanía e integridad del territorio de Ucrania, y con los Jefes de Estado de Australia, Finlandia, Georgia, Japón, Corea, Nueva Zelanda, Suecia y los Ministros de Jordania, Mauritania y Bosnia y Herzegovina.

El escrito designa a Rusia como el peligro más significativo para la seguridad y estabilidad en la región Euro-Atlántica, incluyéndola en el mismo párrafo junto al terrorismo en todas sus formas. El punto 6 pone a China al nivel de las amenazas sistémicas de la cibernética, espaciales, híbridas y el uso malicioso de nuevas tecnologías disruptivas, las cuales “desafían nuestros intereses, seguridad y valores y buscan subvertir las normas del orden internacional”. También menciona la inestabilidad provocada más allá de las fronteras por la inmigración irregular y el tráfico de personas.

El escrito representa una clara manifestación de unidad para enfrentar los nuevos desafíos. El endoso por unanimidad del Concepto Estratégico abre a la alianza a un papel global que abandona los límites del Atlántico Norte (360°) para involucrarse en forma activa en la defensa, disuasión, prevención y manejo de crisis y cooperación para la seguridad en tierra, aire, espacios marítimos, cibernética y en el espacio para lo cual se desplegarán fuerzas de combate. La reunión de Madrid confirmó la invitación a Finlandia y Suecia, el aumento de los presupuestos militares y corroboró la política de puertas abiertas para nuevas incorporaciones de países que podría ser de Asia, África y Medio Oriente.

Las decisiones adoptadas en la Cumbre de Madrid describen un mundo nuevo de confrontación que hará más difícil la colaboración para enfrentar temas acuciantes como el cambio climático y restará recursos para solucionar la falta de oportunidades para una parte considerable de la población mundial. La Declaración desnuda una situación que venía dibujándose cuando China y Rusia comenzaron a enfatizarse la necesidad de combatir la hegemonía de los Estados Unidos, y su socio la Unión Europea. En junio de 2021, el Presidente Xi en su función de Presidente de la Comisión Militar, ordenó al ejército prepararse para la guerra.

La época de los atentados a las Torres Gemelas del 11 de septiembre todavía mostraba un ámbito de cooperación para combatir el terrorismo. La invasión a Irak, con la fallida excusa de las armas químicas, mereció la condena generalizada, pero no alcanzó a provocar el rompimiento del equilibrio. La crisis económica de 2008/2009 también exhibió un alto grado de cooperación en el G20 para evitar la profundización de la recesión al igual que la formación del JCPA para las negociaciones con Irán. La guerra en Georgia, la represión en Chechenya y la ocupación de Crimea, al igual que el reclamo de soberanía sobre el Mar de la China, los incidentes con los Estados costeros y los avances sobre Hong-Kong fueron momentos de quiebre para la política de coexistencia. También se sumaron los ataques cibernéticos y los intentos de influir en los procesos electorales en Estados Unidos y Europa.

La Cumbre de la OTAN no hizo más que exponer la situación real. La decisión de desnudar a los adversarios quizás pueda tener un efecto más positivo para buscar un compromiso que respete la convivencia y no intente forzar el statu-quo recurriendo a la retórica del nacionalismo. La invasión a Ucrania dejó en evidencia el apetito de conquista que persiguen todos los autócratas para revalidar su poder. La Declaración ha fijado reglas que requerirán de la aceptación para evitar consecuencias mayores que incluyen el respeto a la soberanía, la integridad territorial y el derecho de cada nación de definir sin coerción su política internacional.

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