Ajústense los cinturones

¿Extremar las ideas y las acciones?¿Ocurrirá o se irá a encontrar una zona neutral en la mitad de un escenario con improvisaciones que por momentos semeja un espectáculo de freaks como los que hicieron la fortuna de Barnum and Bailey?

El ex ministro de Economía, Martín Guzmán, anunció su renuncia por Twitter

De manera que Guzmán encontró a los sectores enfrentados en el peronismo con los perros atados... Es posible que el peronismo haya terminado con la muerte de Perón (Julio Bárbaro 2020 y diversas sentencias en ese sentido), pero se sigue así: con los ropajes más insólitos, pero peronismo; caso único al cabo de un siglo.

Esa temible deriva engendra grupos y personajes que se unen para alcanzar el poder y no largarlo más: “Perón agarró la lapicera cuando era ministro de Trabajo y no la dejó más”, dijo Cristina en su discurso reciente en Ensenada. La lapicera es el mando y la Vicepresidenta cargó muchas veces con la idea pública de que el Presidente sufría de evisceración de lapicera.

Alberto -lo llamamos Alberto por lo general- había dicho antes que vale más la persuasión que la lapicera, quizás un tanto perturbado por no encontrar ni lapicera ni persuasión.

De todo ello se está hablando en el interior del Gobierno, en una batalla sobre quién la tiene ya se sabe cómo y cuando el ministro de Economía, de maneras susurrantes y formación académica pero sin experiencia ni batallas ganadas ni perdidas; llegó un día como si se hubiera sacado la sortija y se sentó en un sillón mas que importante del Gabinete. Al paso, ha de apuntarse que Guzmán ha sido integrado por el Papa como miembro de la Academia Pontificia de Ciencias Sociales.

Una designación con peso, puede suponerse, que se puede ver con valor agregado cuyo sentido y referencia es de difícil evaluar. Se anota, nada más. Ya fue. Restringido a negociar con el FMI -uno que habla inglés, ayudante de cátedra de Stiglitz en la Universidad de Columbia-, no es imposible pensar que, tal vez, tendría que haberse ido a su casa con los papeles, las fotos de familia del escritorio y la mayor cortesía posible cuando quiso desplazar a Federico Basualdo, subsecretario de Energía, y no pudo. Desinflado, ya estaba en terreno desparejo: Basualdo, sociólogo, fue interventor del Enre; hijo de un economista y con la confianza de Máximo, se quedó en su lugar y con un área esencial.

Guzmán se mandó a mudar y dimitió. En horas, el ministro susurrante no está y apremiaba designar un ministro de economía que ordene, tenga el Estado en la cabeza, arme un plan y consiga una mínima necesaria de concertación cuando la mar no está serena, sino con amenaza de tsunami. Era difícil.

Varios asuntos muy significativos y no siempre al alcance de los gestos y palabras que los acompañaron en momentos anteriores . El presidente Fernández viajó a Alemania, caminó los pasillos con los países potentes de la Tierra, censuró la invasión rusa que antes y como país quedó entre condenar y “comprender” y estuvo cara a cara con el primer ministro británico, Boris Johnson. El inglés tenía una lista de propuestas y negocios posibles. El Presidente dijo que no se podía hacer nada sin resolver el tema de la soberanía en el mar austral. “Mirá cómo tiemblo”, habrá supuesto el primer ministro. Ningún arreglo, ninguna idea a discutir diplomáticamente sobre las Islas Malvinas mil veces si fuera necesario, cero en conducta de comercio, en imaginación , nada.

Al regreso del G7 no contó ni explicó el resultado. Prefirió volar al lecho doliente de Milagro Sala aquejada de várices. Milagro tienen 4 condenas firmes, fue detenida en 2016 y tiene causas en rodado. Esa presencia está llena de misterios. ¿Por qué es de tal importancia la dirigente jujeña acusada y sentenciada por delitos muy pesados? ¿Qué se dijeron en voz baja mientras Alberto le acariciaba el pelo y le enjugaba la frente? Algo. Pero no se sabe. ¿ Qué se dijeron en la visita y sobreactuación de aquel remedo grueso de La Pietà?

También ocurrió al melconiazo, visita por pedido de Carlos Melconian y la Fundación Mediterránea a Cristina. Sorprender, sorprendió. Pero no parece absurdo hacerlo sin etiquetas políticas en las solapas. Encuentro largo: tres horas.

Y sigue, seguirá el escándalo del avión con iraníes y venezolanos, todos militares y con seguridad algunos ligados al terrorismo con fuentes seguras. ¿Cuándo y cómo se dirá la verdad? Como mínimo, una actitud desentendida y una justificación se desplegó mientras la Justicia investiga. Es que agregar miedo al contexto por el que se atraviesa es temible y vergonzoso. ¿Quiénes son esos tipos, a qué vinieron? ¿En que están? ¿Quiénes los encubren? ¿Por qué? Está aquí aunque cada día se hace más tenebroso sin que se aclare nada o se reemplaza con disparates .

A la hora de la renuncia de Guzmán –una de las razones es que el Presidente se negó a que el ministro tomara las riendas de la energía- la inflación no se detiene.

Alberto, arguye, tiene que ver con una reactivación: “Dolores de crecimiento”. La idea de frenar el gasto público no está en el programa .

Se reclama al mismo tiempo que termine la “etapa de moderación”. ¿Extremar las ideas y las acciones?¿Ocurrirá o se irá a encontrar una zona neutral en la mitad de un escenario con improvisaciones que por momentos semeja un espectáculo de freaks como los que hicieron la fortuna de Barnum and Bailey?

En una situación de gravedad límite, la tensión se espesa y estira hasta una salida que, si se diseña, deberá probar cuánto durará.

Dólar, gasoil, la alarma del episodio de Caín y Abel entre los transportistas con uno de ellos lapidado por intentar dejar el piquete y seguir con su camión.

Violencia pura.

Y la pobreza. En aumento por horas -el punto ardiente para que la Argentina sea todavía un país y no un lugar desolado habitado por hombres desolados- pide soluciones que no se encuentran para líderes, para dirigentes inspirados.

Es maravilloso nuestro país, lo tiene todo y guarda promesas para un gran futuro. El problema es que nos hemos echado a perder.

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