“Paz para nuestro tiempo”: carta abierta del Centro Wiesenthal a la Unión Europea

Está dirigida a Josep Borrell Fontelles, alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Políticas de Seguridad, para que recuerde el papel de Teherán en los dos atentados terroristas que sufrió la Argentina

Atentando a la Embajada de Israel, ocurrido en 1992

En una carta a Josep Borrell Fontelles, alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Políticas de Seguridad, el director de Relaciones Internacionales del Centro Wiesenthal, Dr. Shimon Samuels, argumentó que el discurso de Borrell desde Teherán evocaba la declaración de Neville Chamberlain de 1938 tras su conversación con Adolf Hitler: “...regreso de Alemania trayendo paz con honor. Creo que es paz para nuestro tiempo... Vayan a casa y duerman bien y tranquilos”.

Samuels instó a Borrell, “como ciudadano binacional español y argentino, a recordar el papel de Teherán en el atentado de 1992 contra la Embajada de Israel en Buenos Aires (29 muertos y 242 heridos) y la masacre de 1994 del Centro Judío AMIA (85 muertos y más de 300 heridos).”

El fiscal del atentado a la AMIA, Alberto Nisman, pocos días antes de ser asesinado en 2015 me había mostrado la red de células durmientes de inteligencia extranjera de la “Fuerza Quds” del IRGC- Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica, así como las células operativas de Hezbollah en nueve países latinoamericanos que estaban esperando órdenes de Irán para actuar.

El actual JCPOA-Plan de Acción Integral Conjunto, también conocido como el “acuerdo nuclear iraní”, es tan opaco como lo fue el Acuerdo de Munich de “Paz para nuestro tiempo” de 1938 y el “Memorándum de Entendimiento” iraní-argentino de 2013 a cambio de “olvidar” el atentado a la AMIA.

Sospechosos iraníes del atentado contra la AMIA de 1994 en la lista de “alertas rojas” de Interpol

Solo recientemente la OIEA-Agencia Internacional de Energía Atómica reveló que sus cámaras -configuradas para mostrar la buena fe de Teherán en limitar el proceso de enriquecimiento de uranio y funcionales al control de su programa nuclear-, fueron eliminadas. Del mismo modo, Irán se negó a incluir el control sobre su programa de misiles balísticos

Hay otros factores que han sido ignorados:

- Los continuos actos de piratería de Irán, al atacar naves petroleras en el Golfo;

- El concurso anual de caricaturas antisemitas de Irán, que presenta al Holocausto como una mentira;

- El apoyo de Irán al movimiento terrorista Hamas, cuya Carta Orgánica llama a “matar judíos donde sea que estén”.

Como representante de una ONG ante la UNESCO, llamé al delegado de Irán para que explicara el odio hacia Israel, siendo que no hay reclamos territoriales directos. Su ceremoniosa respuesta fue: “¡Es en nombre de los palestinos!”.

En la Feria del Libro de Frankfurt le pregunté a un funcionario en el stand iraní: “Si Israel y los palestinos hacen las paces, ¿qué harían Uds.?”. Su respuesta fue: “Nunca dejaremos que eso suceda”.

Un cartel que dice "Memoria y Justicia" con los nombres de las víctimas del ataque terrorista a la mutual judía AMIA en 1994

Sr. Borrell, Hitler y su partido nazi gozaron de siete años de poder para adoctrinar a millones con su ideología de odio. Los Ayatolás y su Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica-IRGC han tenido 43 años para sembrar el caos.

Señor Alto Representante, su discurso de Teherán requiere ciertas aclaraciones:

- Mencionó “la agresión de Rusia contra Ucrania... que cambió completamente el entorno geopolítico”. Sin embargo, Rusia es miembro del JCPOA-Plan de Acción Integral Conjunto y también se asocia con Irán para apoyar al régimen de Siria. ¿Acaso el acuerdo del JCPOA implica adquirir petróleo y gas a través de Irán desde una posición de debilidad?

- También mencionó “la detención de ciudadanos europeos aquí en Irán... un número creciente de casos”. ¿Acaso los extranjeros retenidos sin el debido proceso no deberían ser considerados rehenes “de facto”?

- Concluyó su discurso anunciando que Estados Unidos está de regreso en la negociación del JCPOA. Sin embargo, Washington ha rechazado el pedido de Teherán de eliminar al IRGC-Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de la lista de organizaciones terroristas. Como modo de accionar con un cierto equilibrio ¿no sería apropiado que la Unión Europea hiciera lo mismo y agregara al IRGC a su lista de terroristas?

Y aún más devastador: un levantamiento de las sanciones podría dar como resultado un creciente aumento de actividades terroristas ordenadas desde Irán que abarcarían incluso a Europa.

Sr. Borrell, para “desbloquear el punto muerto” se requiere verosimilitud. Apelar a una rendición de cuentas responsable por parte de Irán sería una pequeña señal para implementar una verdadera “paz para nuestro tiempo” y no enviarnos nuevamente “a casa a dormir bien y tranquilos”.

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