Ni amigos ni enemigos: sólo albertistas

Argentina ha salido de la Tercera Posición para inaugurar la etapa del “cualquierismo”, en la que se puede compartir con EEUU la condena a Moscú y a la vez representar a los aliados de Putin en la Cumbre de las Américas, criticando los bloqueos mientras bloqueamos un avión de esos países

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En una vuelta más en la calesita albertista, en la que todo se repite y los caballitos son de madera, llegó un avión sin combustible, pero con tres tripulaciones y dos desaparecidos.

Seguramente hasta el más desprevenido no se asombrará de la ecuación propia de la fauna de un desgobierno tan perfecto en el que primero pasan las cosas y después se articulan las consecuencias. Más de uno en palacio, en el primer círculo, habrá pensado “nos metieron un avión iraní para opacar la vuelta”...

Sin embargo desde Venezuela reclaman airadamente por el correlato de una amistad que jamás fue de ida y vuelta.

Si el gobierno fuera amigo de Venezuela ya le hubiera devuelto los dos buques superpetroleros pagados por Hugo Chávez en vida al 100 % que todavía están en la caleta del astillero Río Santiago; secuestrados.

Le hubieran cargado combustible al avión 737-300 de Boeing que ya estaría en Caracas.

Si el gobierno fuera amigo de Nicolás, la Celac presidida por Alberto habría organizado una contracumbre de las Américas.

Pero en Miraflores el desconcierto confunde y desorienta. Todos los días creen que finalmente la Argentina de CFK y Alberto debe ser considerada enemiga de la Patria de Bolívar... pero también es cierto que los aviones de Conviasa ingresan gracias a este gobierno a Ezeiza con seguros de vuelo iraníes.

Gobierno que emite discursos empoderados de bolivarianismo en la tierra de San Martin.

Y más aun el gobierno de la Presidente del Senado, si bien se reúne con una Generala del Pentágono solo lo hace porque quiere darle al peronismo estructura jerárquica ya que hasta ahora solo tenía a Evita Capitana...

Sin embargo y a pesar de tanto esfuerzo, no estamos entre los enemigos de la patria del Caribe, simplemente porque tampoco somos amigos de los Estados Unidos.

Y porque, aunque sea por un ratito, fuimos Putinistas de la primera hora.

Todo argentino informado sabe que estamos en la etapa de liberarnos del FMI y del NORTE .

Por ese motivo no le cargamos JP-1 al avión.

Y por ese motivo pedimos levantar el bloqueo a los guarimberos de Guaidó .

Argentina ha salido de la Tercera Posición para inaugurar la etapa de la “cualquiera posición”, del Cualquierismo, donde se puede ser amigo y enemigo; compartir con Estados Unidos el bloqueo a la Federación Rusa y al mismo tiempo representar en la Cumbre de las Américas a los países aliados de Putin pidiendo contra los bloqueos mientras bloqueamos un avión de esos países.

Argentina combate con las dos banderas pero siempre en la tierra equivocada.

Somos combatientes derrotados que festejan una victoria, “cualquier victoria”.

Casi una película italiana de la Armada Brancaleone o una de Celentano.

Groucho dijo alguna vez: “Tragedia + Tiempo = Comedia”.

Fernández y Fernández lograron una nueva formula one line: “Tragedia = Comedia”. El tiempo ya no es un ingrediente necesario para poder reírse de tan espantoso presente.

Seria algo así como morir con una sonrisa. Una de Chaplin donde el hambre es una sensación que atraviesa la pantalla hasta la panza de cada argentino que se anestesia gracias a la carcajada.

Volver será algo más que un canal de recuerdos de una Patria hermosa y próspera de películas cuando sepamos conjurar la trampa de una democracia republicana que nos trajo hasta acá.

Somos como la Atlantis: una suposición de existencia a la que tapó el agua.

Nadie puede decir que somos sus amigos; pero tampoco nadie puede decir que somos sus enemigos.

El camino es la Confederación Argentina.

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