En la celebración de los 100 años de YPF, con restricciones al acceso al gas natural por parte de las industrias y con medio país sin gasoil, el presidente Alberto Fernández y la vice Cristina Fernández de Kirchner protagonizaron una lucha interna con acusaciones y reproches que en ese momento no imaginaron que iba a repercutir en una de las obras más necesarias que tiene la Argentina para revertir su déficit energético, como es el Gasoducto Néstor Kirchner.
Se generó así un contexto de confusión y de desinformación que parece importante aclarar algunos puntos que ayudarán a comprender del tema de referencia:
1. Argentina sufre un déficit crónico de gas natural que le costará en 2022 USD 15.000 millones en comparación con USD 5.000 millones que se gastaron en 2021 en concepto de importación de energía, para solucionar este problema se necesitan obras de infraestructura para poder hacer llegar el gas que se extrae en Vaca Muerta a los centros de consumo y eventualmente exportarlo. El problema es simple: Vaca Muerta está en niveles récord de producción de gas, pero los ductos actuales están saturados y ya no es posible enviar el carburante a las plantas de distribución. Sin gas en las grandes ciudades, el país debe importarlo en barcos gasíferos que se comen las reservas de divisas.
Vaca Muerta está en niveles récord de producción de gas, pero los ductos actuales están saturados
Una fuente del sector petrolero explica: “La construcción del gasoducto a Vaca Muerta permitiría reducir los niveles de importación, abastecer el consumo doméstico y plantear en el corto plazo un acceso a los mercados regionales. La oportunidad está, pero Argentina requiere de inversión internacional significativa por un período de tiempo prolongado. Las condiciones económicas actuales, sin acceso a divisas, son un impedimento”.
2. Agentina se encuentra en una etapa de producción récord de gas natural y precios muy por debajo del costo de importación, tanto de Bolivia (USD 18 por millón de BTU) como de GNL (25 a 35 dólares el millón de BTU), pero tiene un cuello de botella que es la capacidad de transporte, es por ello que en 2018 en gobierno de Mauricio Macri lanza el proyecto que luego se suspende por el estallido de la macroeconomía y la pérdida de votos en las PASO del año siguiente.
3. El Gobierno actual canceló este proyecto mediante un DNU en 2020, y recién este año, viendo que la situación era insostenible, lanza la licitación, bautizando al gasoducto, como no podía ser de otra manera, Néstor Kirchner, y con el firme propósito de terminarlo para julio de 2023. La política energética argentina hoy está en manos del kirchnerismo. Su gente controla la Secretaría de Energía, y con ella las agencias encargadas de desarrollar la producción de gas, electricidad y petróleo.
El Presidente y los pocos ministros que le responden, entre ellos Matías Kulfas -antes de su salida- y de Economía, Martín Guzmán, han chocado varias veces contra los funcionarios kirchneristas a cargo del sector. La pelea paralizó cualquier estrategia de Estado, hasta que la invasión de Rusia a Ucrania disparó la factura de la importación de gas y se reactivó la idea del gasoducto. Pronto empezaron los problemas.
4. El ducto tiene una longitud de 568 Km y una capacidad de transporte de 44 millones de metros cúbicos por día de gas natural, para ello, y según las normas internacionales y locales se necesita un caño de 36 pulgadas de diámetro por media pulgada de espesor (12,7 mm) tal cual lo que especifica el llamado a licitación.
Según las normas internacionales y locales se necesita un caño de 36 pulgadas de diámetro por media pulgada de espesor (12,7 mm)
5. La licitación de los caños fue adjudicada a la empresa SIAT (perteneciente al Grupo Techint), única oferente ya que en Argentina no existe otra empresa capaz de fabricar este tipo de materiales, que mandaría a fabricar las chapas de 12 metros de largo por 2,9 metros de ancho a Confab (también perteneciente al Grupo Techint) con sede en San Pablo, Brasil, y luego curvarlas en su planta de Valentín Alsina, provincia de Buenos Aires.
6. La licitación de la obra civil está claramente especificada en el pliego en cuanto a los diferentes ítems que componen la construcción: ingeniería, provisión de equipos y materiales y construcción, ingeniería de detalle, suministros y construcción del gasoducto presidente Néstor Kirchner, gasoducto Mercedes-Cardales y obras complementarias de la Etapa 1, construcción de Loop de 29 km sobre el Gasoducto Neuba II, y Planta Compresora Mercedes, No es una obra simple de ejecutar en el término de 12 meses, con un contrato de compra de caños sin firmar y sin una empresa constructora todavía designada.
Pasos iniciales
Mientras se resuelve la situación judicial de la adjudicación de la cañería, Energía Argentina se prepara para la obra civil, demandará unos USD 1.000 millones y requiere cierta velocidad. Por eso en el Gobierno quieren que haya “más ojos” mirando, a fin de lograr celeridad y que cada paso no pase por un proceso judicial.
Energía Argentina se prepara para la obra civil, demandará unos USD 1.000 millones y requiere cierta velocidad
Las cuatro empresas que reunirían los requisitos para avanzar en ese proceso son Techint (que también se encargará de los caños), Sacde (que comparte accionistas con Pampa Energía), BTU (cuyos directivos estuvieron detenidos en la causa de los “cuadernos de las coimas”) y Víctor Contreras. “Son empresas que han construido en el pasado gasoductos o tramos de esta envergadura, que son gasoductos muy importantes a escala mundial”, según expertos del sector. La apertura de las ofertas se hará el próximo 8 de julio. Las empresas interesadas deberán probar que tienen experiencia en la construcción de gasoductos de más de 75 kilómetros de alta presión.
“El proceso licitatorio para la adquisición de válvulas aún se encuentra abierto y el mismo será declarado fracasado por parte de Energía Argentina, debido a que ninguna oferta recibida cumplió con los plazos de entrega solicitados”, anticipó la empresa estatal.
7. A pesar de que el inicio de la obra del gasoducto Néstor Kirchner fue anunciado por el Presidente en abril, fue recién a principio de mayo que el Gobierno adjudicó la licitación de cañerías para el gasoducto a la Empresa SIAT del Grupo Techint. La compañía tiene el monopolio en la región de ese insumo y a nivel global sólo compite con China y Canadá. En el decreto citado de febrero se determinó que se constituiría un fideicomiso de administración y financiero, denominado Fondesgas para realizar la administración, total o parcial, de las obras, designando a Energía Argentina (Ex Ieasa) como el fiduciante y al BICE como fiduciario. Los recursos del fideicomiso se constituyen con los fondos derivados de la Ley 27.605, conocida como Aporte Solidario o impuesto a las grandes fortunas, a los que se suman otros fondos específicos de la Secretaría de Energía. “Los últimos días de mayo nos prometieron un anticipo por el 40% del total adjudicado, pero todavía no nos pagaron nada. Estamos negociando. Los fondos asignados hasta el momento ascienden, a poco más de $178.000 millones, de los cuales más de una tercera parte, unos $60.200 millones, provienen de lo recaudado en 2021 por el Aporte Solidario. Sin embargo, en Techint aseguran que hasta el último jueves no recibió ni un peso.
Los últimos días de mayo nos prometieron un anticipo por el 40% del total adjudicado, pero todavía no nos pagaron nada (Techint)
8. Esta es una obra muy compleja que en primer término requiere tiempo y dinero fresco disponible en todo momento. La judicialización de la obra puede poner la lupa sobre el origen de los fondos destinados a su construcción. El proyecto de Presupuesto 2022 nunca se aprobó, por lo cual se mantiene sin modificaciones el texto original de la Ley que impuso el Aporte Extraordinario, lo cual a su vez deja al gasoducto sin una fuente clave de financiamiento. El punto fue advertido por el economista especializado en energía y también cuestiones presupuestarias, Nicolás Gadano: “Si se judicializa el gasoducto, aparecerá el problemita de la malversación de los fondos del Aporte Solidario, que por ley deben destinarse al upstream, no a la construcción de infraestructura de transporte”.
9. Enarsa es la que lleva la dirección de la obra, empresa que no tiene experiencia en este tipo de proyectos, menos aún el Enargas, cuya jurisdicción caería sobre este ente, no aportó una sola línea al proyecto.
10. Enarsa quiere finalizar la obra en un año, en el marco de la invasión rusa a Ucrania, razón por la cual todos los precios internacionales de las materias primas han aumentado más de un 100%, en donde no se encuentran disponibles los transportes necesarios para llevar los caños a la obra, no hay disponibilidad de equipamiento especialmente diseñado para llevar a cabo la obra, y no existen la cantidad suficiente de personal idóneo, por ejemplo soldadores especializados, todo sale más caro y se corre un riesgo grande de que la obra no se termine en tiempo y forma y a costos mucho más altos que los presupuestados.
Cada uno de los protagonistas de esta historia, todos los días van a los juzgados y hacen declaraciones ante la prensa que no hacen más que dar más argumentos a esta historia llamada El Gasoducto de los Lamentos, crónica de una obra inconclusa antes de empezar y que pasará a la historia como otra oportunidad perdida para la Argentina.
SEGUIR LEYENDO: