La escalada inflacionaria estaría haciendo perder cada vez más rápido el poder adquisitivo del dinero. Los precios comienzan a subir tanto de un día para otro que los billetes ya no valen nada. En un recorrido histórico por la moneda local podemos ver que no solo fue perdiendo ceros, sino que se reemplazó el signo monetario varias veces como medida para atacar cuestiones inflacionarias.
En este marco la oposición presentó un proyecto de ley para quitarle dos ceros al peso argentino a partir del cual por ejemplo el billete de $100 pasaría a ser de 1 peso.
Según la Cámara Argentina de Comercio y Servicios, uno de los principales motivos por el cual el Peso Ley 18.188 (se emitió en enero 1970 hasta 1983) entró en vigencia fue debido a la crisis inflacionaria después de la creación del BCRA en 1935. Según Ferreres (2010), durante esos años el tipo de cambio respecto al dólar se devalúo en más de un 200.000% y se llegó emitir billetes de un millón de pesos Ley.
El billete de mayor denominación fue el de 1.000.000 de pesos ley el cual se emitió el 25/11/1981. Al poco tiempo fue perdiendo valor. La situación económica fue tan crítica que las cantidades usuales de dinero no entraban en las máquinas de calcular de esa época, es por ello que se dio inicio al fin del curso legal (no se puede usar en comercios, pero si canjear en el BCRA). Eso fue en julio de 1985 y su desmonetización total (no es más canjeable en el BCRA) fue en octubre de 1985. En 48 meses un billete de $1.000.000 paso a valer menos de $1.500, perdiendo así el 100% de su valor al final del período.
Luego del fin del Peso Ley 18.188, se reemplazó por una nueva moneda que estabilizaría las altas variaciones de precios. Se dio paso al peso argentino ($a). El billete de mayor denominación fue el de 10.000 pesos argentinos, el cual tuvo su fecha de emisión en abril de 1985, para que luego de 39 meses en julio de 1988 luego de una inflación promedio de 650%, este billete perdiera el 100% de su valor.
Finalmente tenemos al último cambio de moneda, el popularmente conocido como Austral. Llegó con una Plan económico, que al final de la historia no pudo cumplir sus objetivos por lo cual se volvieron a registrar altas tasas de inflación. En ese entonces el billete de mayor denominación fue 500.000 australes, el cual tuvo su primera emisión en noviembre de 1990 y con una fecha de desmonetización en enero de 1993, es decir que en 27 meses el austral perdió la totalidad de su valor.
Este recorrido histórico, nos lleva nuevamente al presente, en donde tenemos al billete de $1.000 pesos como el de mayor denominación, el cual se emitió en noviembre del 2017 y hasta el momento ya pasaron 54 meses desde el inicio de su curso legal. Si vemos la serie al inicio del período podemos darnos cuenta de que un billete de $1000 tenía el valor en dólares de 51,87 en el 2017, para luego llegar al 2022 con una serie renovada con un valor ajustado en dólares de 4,84.
Según el informe de Nery Persichini, de GMA Capital, al billete de $1.000 es el de mayor denominación en tercer lugar como el billete menos valioso en el mundo. En primer lugar se encuentra Sudón con 500 libras sudanesas que valen en dólares 0,93, y en segundo lugar está el Líbano 100.000 libras libanesas que en dólares es 3,07 dólares. Ahora, si miramos los 5 billetes con mayor cantidad de ceros emitidos en la historia veremos el top 5 de las monedas más débiles en la historia se encuentran: Hungría (1945-1946) con la emisión de 100 trillones de pengos, Zimbabue (2009) con 100 billones de dólares, Alemania (1923) con 100 billones de marcos. Yugoslavia (1994) con 500 millones de dinares y Grecia (1944) con 100 millones de dracmas, todas estas tienen un único factor en común el cual es: le emisión monetaria debido a una fuerte crisis inflacionarias.
Del otro lado del mostrador, de acuerdo al numismático Cristian Caminos, tenemos monedas fuertes como el billete de 10.000 Ringgit de Brunéi que equivale a USD 7.276 o el billete de 10.000 de Singapur que equivale a USD 7.282, lo que significa que el billete de mayor denominación argentino es apenas el 0,05% del total del de mayor denominación de otros países.
La pérdida de valor de la moneda, y más específicamente del billete de mayor denominación del país, solo es una muestra del deterioro que genera la inflación a todos los elementos de la economía. Al derrumbe de más del 90% del poder adquisitivo de este billete se suma que el gobierno ante la escalada de precios solo usa la herramienta del cambio de serie y diseño del papel moneda. Hay una división de aguas claras entre la ocupación de los políticos del gobierno y la preocupación de la gente. Los políticos ocupados del diseño del billete. Los argentinos preocupados por su poder de compra.