El pasado 17 de mayo se conmemoró el Día Mundial del Reciclaje, que nos invita a recordar la importancia del cuidado del planeta a través de una adecuada gestión de los residuos y el desarrollo de políticas de acción comprometidas con el cuidado del ambiente.
Hoy ser sustentable es una prioridad en todos los rubros y la construcción no es la excepción. La gran mayoría de las nuevas construcciones no pierden de vista este ítem tan importante a la hora de diseñarlas. Eficiencia y sostenibilidad van siempre de la mano.
El principal problema a la hora de levantar una propiedad es el uso excesivo de plásticos, ya que este material es muy contaminante y con una vida útil muy larga. Por ello se tiende a utilizar plástico reciclado principalmente en productos de aislamiento e impermeabilización, como planchas y paneles de aislamiento térmico y acústico, láminas de impermeabilización de cubiertas, tejados, suelos, cimientos o perfiles de ventanas y cerramientos.
La reutilización de los materiales de construcción es una opción cada vez más extendida
Reciclar ya no es una excepción, ni siquiera una moda, y afecta por igual a todos los sectores de la economía y la sociedad. Los materiales más sencillos de reciclar son:
Hormigón: reciclar este elemento permite la reutilización de los escombros, a la vez que redunda en una reducción de los costos de construcción. Al reciclar hormigón endurecido, se utiliza una trituradora especial que produce lo que se conoce como “agregado reciclado”.
Madera: Las maderas duras pueden durar cientos de años por lo que su reutilización es muy viable, e incluso las maderas más blandas y baratas pueden usarse de nuevo como materia prima para la industria de paneles mediante su molienda completa para la fabricación de láminas de MDF. Otra opción es la producción de biomasa.
Acero: se puede transformar reiteradas veces sin que merme su calidad. Cuando se recicla, el consumo de electricidad se reduce en un 80% con respecto al proceso en una nueva pieza, causando un menor impacto ambiental y limitando la extracción de nuevas materias primas.
Reciclar ya no es una excepción, ni siquiera una moda, y afecta por igual a todos los sectores de la economía y la sociedad
Yeso: Este material reciclado conserva las mismas características físicas y mecánicas que el yeso convencional, permitiendo un costo relativamente bajo. Pero ¡Cuidado! Debe reciclarse con extremas precauciones ya que su incorrecta eliminación puede emitir ácido sulfhídrico, que resulta inflamable y altamente tóxico, pudiendo afectar al suelo y las aguas subterráneas. El yeso reciclado conserva las mismas características físicas y mecánicas que el yeso convencional, permitiendo un costo relativamente bajo.
Vidrio: El vidrio utilizado en ventanas no es equiparable en su reciclaje a las botellas. Cada vidrio posee diferentes composiciones químicas y distintas temperaturas de fusión. Se suele fundir y re manufacturar para convertirlo en fibra de vidrio, pudiendo pasar a formar parte del asfalto e incluso combinarlo en pinturas reflectantes.
Viendo todos estos ejemplos podemos afirmar que la reutilización de los materiales de construcción es una opción cada vez más extendida. De esta manera se convierten en materia prima para nuevos componentes que cuentan con una calidad comparable a los originales.
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