Es bueno recordar que el 23 de septiembre de 1992 Diputados debatió la privatización de la petrolera. El miembro informante fue Oscar Parrilli, que lo hizo con la anuencia de Néstor Kirchner. El personaje dijo “No venimos … arrepentidos de lo que fuimos, no sentimos vergüenza de lo que somos y tampoco venimos a pedir disculpas por lo que estamos haciendo”… va a representar una bocanada de aire puro que fortalecerá al presidente Menem”. Palabras kirchneristas. Dijo Alberto: “es muy bueno recordar”. Cristina recordó que esa ley fue el paso necesario para la escandalosa venta de YPF a Repsol.
Transformada por decreto en YPF S.A. el 31 de diciembre de 1990, Cristina diputada provincial el 17 de septiembre de 1992 presentó un proyecto para que el Parlamento de Santa Cruz apoye la venta del capital disponible. “Es muy bueno recordar”.
Repsol -empresa sin antecedentes- se apropió de las reservas, no exploró y agotó el activo energético nacional. Lo hizo en el tiempo en que Néstor Kirchner era gobernador y socio político del entonces presidente Carlos Menem y de Domingo Cavallo.
Los K eran parte de la fuerza del menemismo que destruyó la industria nacional, generó el desempleo y la pobreza y multiplicó la deuda externa.
Los K eran parte de la fuerza del menemismo que destruyó la industria nacional, generó el desempleo y la pobreza y multiplicó la deuda externa
“Es muy bueno recordar” que Alberto fue funcionario político de Menem (Inder) y legislador de la CABA en el bloque formado por Domingo Cavallo. Sin embargo, el Presidente se deleita en olvidar quién fue y qué hicieron, él, Néstor y Cristina que hicieron campaña por Menem dos veces.
Néstor Kirchner -siendo presidente - logró que Repsol le “venda” a los Eskenazi (dueños del 50% y conductores del Banco de Santa Cruz que había recibido depósitos en dólares del matrimonio Kirchner por los que pagaba intereses superiores al mercado) el 14,9% de YPF por 1,6 millones de dólares. El presidente de Repsol fundamentó esa venta “irracional”, como veremos, porque los Eskenazi eran “expertos en empresas reguladas”.
Néstor logró que Repsol le financie al comprador el 70% del precio, obligándose a distribuir las utilidades de la empresa para que Eskenazi pudiera pagar las acciones que había “comprado”.
Ni siquiera era Eskenazi, sino una empresa de los Eskenazi radicada en Australia que era titular de una empresa de los Eskenazi radicada en España. El resto se financió básicamente con créditos de Credit Suisse, BNP Paribas, Goldman Sachs y banco Itaú.) Los Ezkenazi tuvieron opción por otro 10,1% que materializaron. Así, pasó a conducir YPF. Y dejó de invertir ya que tenía que distribuir utilidades para poder cancelar el crédito.
Las petroleras invierten normalmente sus utilidades, pero Néstor Kirchner con la venta del 25% a sus amigos, le dio un pase libre a Repsol para que saque la plata de la Argentina y se haga petrolera en el exterior. Cristina felicitó a Eskenazi públicamente, en reiteradas oportunidades, como si fuera un gran empresario.
Pero la gestión objetivamente –ahora tiene razón Cristina– fue desastrosa para la Argentina.
Cristina Fernández de Kirchner presidente expropió el 51% (¿de quién serían las acciones realmente?) y ahora, por los errores de procedimiento, tenemos un juicio infame derivado de los Eskenazi por USD 12.000 millones que -si lo ganan- se llevará un pedazo de Vaca Muerta. El 49% está en manos extranjeras. Le recuerdo.
“Es muy bueno recordar”. Cristina no fue la primera mujer presidente de la Argentina. Fue la segunda. No es tan malo ser la segunda ya que pudo ser reelegida y terminar su mandato.
Cristina no fue la primera mujer presidente de la Argentina. Fue la segunda. No es tan malo ser la segunda ya que pudo ser reelegida
La primera, la mujer de Juan Domingo Perón, más allá de su propia incapacidad, sufrió -entre otras cosas- el asedio infame de la “juventud maravillosa”, la acción imparable de los Montoneros que usted Presidente evoca como héroes. Son los que asesinaron a José Rucci porque era “la pata sindical del Pacto Social” el legado de Perón. Ud. nunca condenó la guerrilla contra la democracia. Estela Martínez, la primer mujer presidente, fue derrocada y presa. Ud. debería -como peronista que es porque por peronista llegó a la presidencia- evocarla como una mujer que sufrió derrocamiento y cárcel. ¿Por qué no lo hace?
Alberto Fernández debería haber escuchado (no solo oído) cuando Cristina le dijo “usá la lapicera”. Ni la banda presidencial, ni el bastón de mando. Y ahora le dice en la cara y delante de sus funcionarios, “usa la lapicera”. Una síntesis perfecta de una gestión triste.
Como con absoluta razón Cristina aplicó el “es muy bueno recordar” al lamentable video de Nicolás Dujovne. Un muchacho que dio vergüenza ajena como ministro (los brotes verdes) que reconoció el bajo nivel de deuda, en relación al PBI, que había recibido; y cuya desastrosa gestión nos llevó al dramático endeudamiento con el FMI.
Mauricio Macri, lo que habla de su absoluta irresponsabilidad como presidente, dijo en Río Negro (21 de enero 2020) “no sirvieron los planteos que hacía puertas adentro … para alertar sobre el endeudamiento excesivo. “Yo siempre les decía a todos ‘cuidado que yo conozco los mercados, que un día no te dan más plata y nos vamos a ir a la mierda’. Lo sabía y no hacía nada.
La verdad es que en 2015 la deuda pública en dólares con el mercado era menor que en 2007 por la quita después del default. Bajó la deuda por la quita. Pero la deuda con Organismos Internacionales era mayor que en 2007. En todo ese período la soja fue una fiesta. El viento de cola.
“Es muy bueno recordar”, por ejemplo, que en 2015 las Reservas eran negativas. Cristina en ocho años se gastó el stock de Reservas, dilapidó la soja y lo que hizo fue “aprovechar” el corto plazo, sin deuda.
En estos años de economía sin Plan (46 años) la suerte de la soja le permitió a Cristina gastar el stock y no tomar deuda. Eso es verdad.
Cristina en ocho años se gastó el stock de Reservas, dilapidó la soja y lo que hizo fue “aprovechar” el corto plazo, sin deuda
Pero “es muy bueno recordar” que no hubo ningún cambio estructural, salvo la explosión del empleo público y el aumento de la pobreza. Que la inflación fue menor que la posterior, que la pobreza fue menor que la posterior y que el empleo público no baja porque no se crea empleo privado. No son tan buenas noticias. Porque el país sigue barranca abajo.
Que si no hubieran estado Macri y Dujovne las cosas no serían tan graves, ni dudarlo. Pero que Alberto, a pesar de que no agarró la lapicera, todo lo que heredó lo empeoró, eso, “es muy bueno recordarlo”.
Cristina, es cierto “el futuro se hace en el presente”. Es verdad. Pero cuando no hay Plan es porque, en el presente, no tenés la menor idea de hacia dónde vas. Esa falta de “visión” es lo que los hace iguales a Néstor, a vos, a Mauricio y a Alberto.
“Es muy bueno recordar” que en 2020 tuvimos un PBI por habitante menor al de 1974 (con los nuevos datos del Censo 2022) y que, en 1974, teníamos el mayor PBI de América Latina. Y es muy bueno recordar qué es lo que hacíamos entonces. La política tenía “consenso”, el abrazo de Perón y Balbín, para olvidar el pasado y avanzar al futuro con un Plan. La “juventud maravillosa” y el golpe genocida se lo llevaron puesto.
Es muy bueno recordar que la desgracia económica y social, vino de la violencia política.
Es muy bueno recordar que la desgracia económica y social, vino de la violencia política
Y, Cristina, las palabras violentas son la génesis de la violencia. Como dijo Monseñor Justo Laguna, “Cristina habla de corrido” y lo hacés muy bien. Por eso su violencia verbal dura y se expande. Eso no es bueno. Aunque escucharlo y recordarlo a Dujovne sea peor ¿es o se hace?
Igual “es muy bueno recordar”, para no mentir y no repetir. Mucho de eso hubo en los discursos de Alberto y Cristina en el centenario de YPF. Oportunidad perdida.
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