El hidrógeno nos une, más allá de la grieta

Puede ser un puente geográfico entre provincias para consolidar el federalismo, un puente productivo para alinear los esfuerzos del sector público y el sector privado y un puente exportador, para una integración regional y global inteligente

Esta semana se llevó a cabo el “Encuentro Nacional Hidrógeno 2030″, un nuevo avance para co-crear una política de Estado que nos una más allá de cualquier diferencia

En química se denominan “puentes de hidrógeno” a los enlaces capaces de unir distintas moléculas e incluso sectores diferentes de una misma molécula. Si la unión es lo bastante fuerte, como ocurre en el agua con el hidrógeno (H) y el oxígeno, se la llama cohesión.

En la Argentina, el hidrógeno también puede ser un triple puente de cohesión social: un puente geográfico entre distintas provincias para consolidar un federalismo inclusivo; un puente productivo para alinear los esfuerzos del sector público y el sector privado en la transformación de la matriz energética; y un puente exportador, para una integración regional y global inteligente que contribuya al desarrollo sostenible.

En el marco del Consejo Económico y Social, venimos trabajando desde hace más de un año en una mesa interministerial sobre el hidrógeno. En dicho contexto, y junto al Gobierno de Río Negro y el Ministerio de Desarrollo Productivo, realizamos esta semana el “Encuentro Nacional Hidrógeno 2030″, que significó un nuevo avance para co-crear una política de Estado que nos una más allá de cualquier diferencia. La presencia de la gobernadora de Río Negro, Arabela Carreras; los gobernadores de Neuquén, Omar Gutiérrez; de Tierra del Fuego, Gustavo Melella; de Jujuy, Gerardo Morales; junto al vicegobernador de Santa Cruz, Eugenio Quiroga, reflejan el profundo sentido federal de una iniciativa con potencial impacto desde Ushuaia a la Quiaca.

Representantes de los trabajadores, como Héctor Daer, secretario general de la Confederación General del Trabajo, líderes de empresas del sector de diverso tamaño; académicos; funcionarios y embajadores de países con amplia trayectoria en la materia, como Chile, Japón, Emiratos Árabes Unidos y Corea del Sur, participaron de un diálogo amplio para identificar oportunidades y obstáculos en el sector.

Del intercambio, quedó en claro que el hidrógeno es la energía de un futuro que ya está entre nosotros. En la última Cumbre Mundial del Clima, el 80% de los jefes de Estado mencionó al hidrógeno como un factor clave para la transformación. En la actualidad, países que representan el 90% del PIB global tienen políticas públicas que promueven la producción de esta fuente de energía. Los anuncios de inversiones en el área superan los 300.000 millones de dólares (Hydrogen Council, McKinsey). No podemos quedarnos atrás. El subdesarrollo encuentra en la inacción una de sus raíces más profundas.

Se trata de un sector estratégico debido a su contribución a una triple sustentabilidad, macroeconómica, social y ambiental. El sector energético representa más del 70% de las emisiones a nivel global y más del 45% en América Latina y el Caribe (CEPAL). La producción de hidrógeno es la llave para enfrentar al calentamiento global. Al mismo tiempo, tiene la capacidad de atraer inversiones, generar exportaciones y las divisas necesarias para la estabilidad macro. Como lo expresara el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, es factible crear 35.000 nuevos puestos de trabajo hacia 2030, empleos de calidad ligados a la ciencia, la investigación y el desarrollo sostenible.

Matías Kulfas, Gerardo Morales, Arabela Carreras, Omar Gutiérrez y Gustavo Beliz en el “Encuentro Nacional Hidrógeno 2030″

La Argentina necesita sumar a sus ventajas competitivas nuevas ventajas innovativas. La Patagonia cuenta con niveles de vientos ideales, mientras que el Norte del país posee una radiación solar óptima para la generación de hidrógeno verde formada en base a energías limpias. Esta naturaleza privilegiada se complementa con más de 150 proyectos de generación de electricidad por energías renovables, con recursos humanos capacitados, con casi 10.000 trabajadores del rubro, con más de 50 empresas que forman parte del consorcio H2AR liderado por Y-TEC, empresa de tecnología de YPF. La asistencia técnica de organismos multilaterales de crédito servirá para robustecer esta red, identificar la demanda potencial, proyectar la participación de mercado y establecer los lineamientos de una estrategia nacional del hidrógeno.

Para aprovechar su potencial energético, nuestro país podría requerir iniciar un proceso de modernización de sus marcos regulatorios. Una actualización de la Ley de Promoción del Hidrógeno estaría en condiciones de contemplar los desarrollos tecnológicos de los últimos 15 años. Puede ser esta a su vez la ocasión para tener un debate parlamentario generador de nuevos consensos para la producción y exportación de hidrógeno libre de emisiones. El régimen promocional que brinda beneficios impositivos, el Fondo Fiduciario, la Agencia Nacional de Movilidad Sustentable y mecanismos financieros innovadores otorgan un impulso sólido al área vinculada con la electromovilidad, que también fue aprobada por consenso en el marco del Consejo Económico y Social.

Un trabajo federal articulado es la base de un ecosistema de producción nacional. A partir de instancias tempranas de participación y análisis de la actividad, de modo de asegurar que las inversiones se realicen en un marco de respeto con el ambiente y en acuerdo con las comunidades locales, conformando un entramado productivo, científico y tecnológico en todo el territorio. En esta tarea es clave la labor que viene realizando la Mesa Interministerial de Hidrógeno, junto a representantes de distintas regiones del país, con un enfoque intersectorial.

Una inserción inteligente para la descarbonización y la seguridad energética global. América Latina y el Caribe es la región más verde del planeta en términos de energía primaria. Las energías renovables tienen una participación del 30% sobre el total de la matriz energética, cuando en el resto del mundo ese ratio promedia un 13%. Se trata de un punto de partida ideal para que la región se convierta en proveedora de bienes y servicios para la transformación que requiere el cuidado del medio ambiente. Países como Corea o Japón, entre otros, reemplazarán hasta el 97% de los vehículos a combustión por vehículos eléctricos o a base de hidrógeno para el 2050. Tenemos que estar listos para que el incremento de la demanda global genere un salto de productividad que acelere el camino al desarrollo integral. Para que muchos otros países que buscan diversificar sus fuentes de energía encuentren en la Argentina y la región un socio estratégico.

Para muestra vale un botón. Generar los consensos entre el sector público y el sector privado, ente distintos actores de la política y de la sociedad civil en torno a la producción de hidrógeno es la prueba manifiesta de que somos capaces de unirnos en nuestras diferencias. Después de todo, la artesanía del desarrollo consiste en derribar los muros de la división y consolidar los puentes de la amistad.

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