De la bancarización a la inclusión financiera

En la Argentina creció notablemente la cantidad de cuentas bancarias y tarjetas de débito activas, pero también el uso de dinero en efectivo

La inclusión procede como término evolutivo de la bancarización, muy de moda durante los años 90, cuando por ley se obligó a que las empresas abonen los salarios a sus trabajadores exclusivamente a través de los bancos

Diversos sucesos han puesto en evidencia cómo evolucionan las normativas y las regulaciones en los países de cara a las nuevas tecnologías denominadas “de inclusión financiera”. Este concepto, tan utilizado por las empresas conocidas como Fintech, apunta a integrar con el mundo de los pagos electrónicos a quienes por diversas razones operan por fuera de los sistemas bancarios y financieros tradicionales.

La inclusión procede como término evolutivo de la bancarización, muy de moda durante los años 90, cuando por ley se obligó a que las empresas abonen los salarios a sus trabajadores exclusivamente a través de los bancos y que, a cualquier pago superior a $1.000 de ese momento, equivalente a USD 1.000 debía realizarse por medio de cheques o transferencias bancarias.

Las normas del sistema bancario han segmentado a la población entre quienes pueden tener y afrontar los costos de mantener una cuenta bancaria y quienes no. De hecho, una gran cantidad de ciudadanos no cuentan con posibilidades de operar con el sistema.

Por otra parte, la colaboración que existe entre los bancos y los entes recaudadores de impuestos han servido para que las pequeñas empresas y los trabajadores independientes de cualquier rubro vean desfinanciadas sus actividades por medio de tasas, servicios, percepciones y adelantos impositivos que afectan a cada movimiento bancario.

Estas realidades han servido de caldo de cultivo para que empresarios y técnicos busquen la manera de sortear ambos escollos, economía de escala y cargas tributarias, por medio de novedosas soluciones tecnológicas.

Dinero electrónico

Existen distintos formatos, desde cuentas electrónicas accesibles por medio de una tarjeta de débito tradicional hasta sofisticadas billeteras que permiten en tiempo real verificar saldos, movimientos y transferencias instantáneas.

Las tarjetas recargables o de débito y las billeteras vinculadas a cuentas de bancos sirven de rampas para enviar o recibir dinero, existen autopistas informáticas

Mientras que las tarjetas recargables o de débito y las billeteras vinculadas a cuentas de bancos sirven de rampas para enviar o recibir dinero, existen autopistas informáticas por donde estos saldos circulan, estos son los sistemas de procesamiento de pagos.

Los bancos tienen su propia red, las tarjetas tienen la suya, al igual que los cajeros automáticos, que en conjunto se integran para interoperar entre sí.

Los bancos tienen su propia red, las tarjetas tienen la suya, al igual que los cajeros automáticos, que en conjunto se integran para interoperar entre sí (Colprensa)

Sin perjuicio de lo que cada uno pueda pensar sobre las criptomonedas, la tecnología por donde se transfieren y almacenan sus posiciones, Blockchain constituye una nueva forma de procesar saldos. De hecho, es mucho más que eso, pues por utilizar Internet como autopista sus posibilidades de acceso son casi ilimitadas y los costos operativos mucho más bajos.

Usar Blockchain como tecnología al servicio de los registros de balances entre cuentas tiene enormes ventajas comparativas con respecto a las alternativas existentes:

a) Posibilidad de acceder y vincular a cualquier lugar que cuente con cobertura de internet, casi todo el mundo hoy en día;

b) El protocolo de encriptación, separación en bloques de la información que se almacena y de distribución desconocida de los datos otorga niveles de seguridad informática excelentes;

Los sistemas de procesamiento de transacciones basados en Blockchain son ideales para administrar en una única cuenta balances de saldos de múltiples especies

c) El uso de infraestructura distribuida sumado a que se utilizan para acceder a la red de dispositivos de usos habitual como teléfonos celulares, computadoras personales o cualquier otro de uso personal, hacen que las inversiones en hardware sean casi nulas. Se aprovecha la capacidad instalada de todas las partes, optimizando la utilización de lo que ya se tiene.

Los sistemas de procesamiento de transacciones basados en Blockchain son ideales para administrar en una única cuenta balances de saldos de múltiples especies. Tener una única cuenta que permita mantener saldos en pesos, dólares, acciones que cotizan en Bolsa, criptomonedas, plazos fijos, líneas de créditos o posiciones en plazos fijos, y que todas estas puedan ser transferibles o permutables entre sí en tiempo real.

EL blockchain permite tener una única cuenta que permita mantener saldos en pesos, dólares, acciones que cotizan en Bolsa, criptomonedas, plazos fijos, líneas de créditos o posiciones en plazos fijos, y que todas estas puedan ser transferibles o permutables entre sí en tiempo real (Reuters)

Además de estos atributos, importantísimos por sí solo, las redes en Blockchain ofrecen la posibilidad de generar en formatos de token o NFT certificados indubitables de participaciones sobre cualquier cosa que, al menos dos partes den valor.

Marco Regulatorio

Como en toda nueva industria o tecnología, el avance y la usabilidad son previos a las definiciones regulatorias y legales. Bancos, procesadores de pagos, emisores de tarjetas de crédito y en general, las entidades financieras han recorrido caminos similares en pos de cumplir tres exigencias fundamentales:

a) Evitar el uso de estos medios y procedimientos para actividades ilícitas. A estos efectos normas de KYC, o conoce a tu cliente, por sus siglas en inglés, obligan al sistema financiero a contar con determinada información y control sobre los titulares de sus cuentas. También, controlar el movimiento de las cuentas para evitar el lavado de dinero. En este sentido, cada titular es perfilado de acuerdo con sus capacidades patrimoniales, actividad y consumos, alertando cuando alguno de los parámetros sale de lo “normal” para que se produzca la correspondiente investigación;

Cada titular es perfilado de acuerdo con sus capacidades patrimoniales, actividad y consumos, alertando cuando alguno de los parámetros sale de los “normal”

b) Dar seguridad a los clientes sobre la disponibilidad y custodia de sus activos, para esto, balances auditados, normas de los bancos centrales, encajes y seguros son obligatorios para quienes administran fondos de terceros o hacen captación de ahorro público; y

c) “Colaborar” con el fisco, volviendo al sistema bancario y financiero desde agente de información hasta responsable recaudador.

Ahora bien, las nuevas tecnologías obligan nuevas regulaciones. Diariamente somos testigos de cómo el mundo adapta sus legislaciones incluyendo a los nuevos formatos de procesamiento y registro de saldos, integrando a los sistemas tradicionales con los más novedosos.

las nuevas tecnologías obligan nuevas regulaciones. Diariamente somos testigos de cómo el mundo adapta sus legislaciones incluyendo a los nuevos formatos de procesamiento y registro de saldos (Getty Images)

Curiosamente en las últimas semanas dos sucesos han puesto en evidencia las tendencias que cada nación adopta. Mientras que en la Argentina se restringe el uso y la oferta de activos digitales y se dificulta la integración del sistema bancario local con el nuevo mundo tecnológico, en Panamá se está tratando de hacer todo lo contrario a través de una moderna “Ley de cripto: que hace a la República de Panamá compatible con la economía digital, el blockchain, los cripto activos y el internet”.

Claramente los legisladores panameños se han tomado el trabajo de analizar hacia dónde va, inexorablemente el mundo de las finanzas, y van en camino de enmarcar sus normas jurídicas en ese sentido.

El progreso puede producirse en un mismo sentido a mayor o menor velocidad, ir a contramano multiplica y acelera el atraso

Al igual que en muchos aspectos de la vida de los argentinos, en los que con el tiempo se igualan hacia abajo las condiciones y oportunidades de los ciudadanos, en relación con los avances tecnológicos, se adecuan las normas para que las nuevas posibilidades se vean postergadas o se adapten a las viejas soluciones.

El progreso puede producirse en un mismo sentido a mayor o menor velocidad, ir a contramano multiplica y acelera el atraso, frente a un mundo en el que la competencia por captar a quienes más valor agregado producen se ha vuelto una carrera de quién ofrece más.

SEGUIR LEYENDO: