Con pesos o dólares en Argentina, se puede invertir en los principales índices bursátiles a través de los Cedear de ETF y por ello es clave entender de dónde partimos y hacia dónde podríamos ir en términos históricos.
El principal índice estadounidense, S&P 500, nos acostumbró a romper máximos año tras año. A nivel local, fue habilitado para operar a partir de enero de 2022, ni más ni menos que luego de 10 años (desde 2013) de batir récords históricos sin pausa.
Camino hacia un 20% de caída desde el pico máximo, con 8 semanas consecutivas en baja, nos encontramos ante el peor comienzo de año del índice desde 1940
Sin embargo, dirigiéndonos ya hacía un 20% de caída desde el pico máximo, con 8 semanas consecutivas en baja, nos encontramos ante el peor comienzo de año del índice desde 1940. Todo parece indicar que estamos ante un punto de inflexión, y una forma de intentar comprenderlo es analizando situaciones similares en el pasado:
¿Qué tanto demoró en recuperarse el índice en el pasado luego de haber ingresado en un mercado bajista?
A partir del máximo de 2000, debieron pasar 6 años para que el S&P 500 pueda alcanzar un nuevo récord
Si nos centramos en los tres últimos eventos, a partir del máximo de 2000, debieron pasar 6 años para que el S&P 500 pueda alcanzar un nuevo récord y luego de una breve pausa en 2007, otros 5 hasta 2013. En el siguiente gráfico, se puede podemos observar los récords alcanzados y cómo fue el recorrido hasta tocarlo:
Si vemos la película de más largo plazo, el período más extenso del índice sin alcanzar un nuevo máximo fue de nada menos que de 24 años (1930-1953).
¿Cuánto demorará S&P 500 para superar el último máximo alcanzado en enero de 2022? A primera vista, uno podría decir que recientemente el índice pasó por una situación similar (o peor) en términos de la caída (pandemia 2020) y se recuperó de una forma espectacular, borrando pérdidas y alcanzando nuevos máximos rápidamente. Sin embargo, esto sucedió de la mano de los principales bancos centrales que salieron al rescate con políticas fuertemente expansivas, algo con lo que ya no podemos contar. De hecho, los principales bancos centrales están retrocediendo sobre sus pasos, a excepción de China.
El índice pasó por una situación similar (o peor) en términos de la caída (pandemia 2020) y se recuperó de una forma espectacular
Otro de los aspectos a considerar cuando se compara con el pasado, es el crecimiento estelar que han tenido algunas empresas de gran capitalización en los últimos años, lo que tuvo un alto impacto en el nivel de concentración de los índices. Así, el rendimiento y el riesgo es impulsado cada vez más por un número menor de acciones. A partir de ello, es que se puede ver el gran deterioro de las cotizaciones de algunas empresas en particular, con caídas de más del 50% (como ejemplo Netflix, 70%) desde máximos y un índice que ha perdido cerca de 20% en promedio.
Las 10 acciones principales se llevan cerca de 27% del peso dentro del índice:
Esta concentración no se produjo de forma homogénea, por eso el top 10 de hoy, no se parece mucho al top 10 de hace 20 ó 30 años atrás. Sin ir más lejos, si se remonta a 1990, se ve que ninguna compañía que era top 10 en ese momento, logró mantenerse hasta hoy. Las tres firmas más valiosas del índice en ese entonces eran Exxon Mobile, Phillip Morris y General Electric.
La ponderación por tipo de industria mutó radicalmente, y por ello las velocidades para crear y destruir valor, probablemente sean muy diferentes hoy.
Para los cortoplacistas, todo parece indicar que podría no ser el mejor momento de ingreso. Sin embargo, quienes están para el largo plazo, los índices norteamericanos han probado a lo largo de la historia su capacidad para generar rendimientos extraordinarios.
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