Actualmente, vimos que en el plano comercial, en febrero, las ventas en centros de compras (según el INDEC), a precios constantes, presentaron una variación del 33% respecto al mismo mes del año anterior. Dentro de este guarismo, quienes más aumentaron a nivel interanual, nominalmente, fueron “Diversión y esparcimiento” (+755%) y “Patios de comidas, alimentos y quioscos” (+152%). A las claras, se vislumbra cómo, al día de hoy, estos sectores tan castigados por la pandemia aún se siguen recuperando. Mientras que las ventas en supermercados presentaron una variación, a precios constantes, del 6,6%.
Asimismo, la misma fuente (INDEC) dio a conocer que, en febrero, la variación general mensual de los salarios estuvo en el 3,1%. Siendo el sector privado registrado el que presentó un mayor aumento (+3,9%). Por su parte, el salario, en el sector público, trepó un 2,4%, mientras que en el sector no registrado aumentó un 2,2%. En términos interanuales, el aumento se posicionó en el orden del 52%. Muy pegado a la inflación interanual de ese periodo (52,3%).
Desde lo financiero-monetario, Hacienda informó que el total de vencimientos de deuda a cubrir en la última licitación de abril era de $386.000 millones. Sin embargo, no se alcanzó ese monto. Se lograron colocar $372.000 millones y, de esta forma, abril tuvo un roll-over del 90% (siendo el primer mes desde agosto del 2021 en el cual no se lograron renovar la totalidad de los vencimientos). Como contrapartida, y después de unas calmas primeras semanas de abril, el dólar blue comenzó a recalentarse nuevamente. Esta carrera alcista se relaciona de manera directa con la preocupación del mercado, ya que el bono IFE 4, para monotributistas y trabajadores informales, encendió alarmas por una mayor emisión, por lo que mucha gente salió a buscar refugio en el dólar informal.
En pocas palabras, la incertidumbre en la situación económica y política se ve reflejada en el humor social. Lo concreto es que las metas no serían modificadas, y que la aplicación del acuerdo seguirá como hasta ahora, tal como se diseñó en un principio. Ahora bien, tan o más importante que cumplir las metas, es cumplir el objetivo último del acuerdo. Es decir, un esquema que permita alinear expectativas, llevar tranquilidad a la economía, generar confianza, establecer un orden macroeconómico y financiero, reducir la incertidumbre y aumentar la previsibilidad. Y en efecto, el dato de inflación de marzo es la principal muestra de cobertura por parte de los agentes de la economía ante un futuro incierto. Consecuentemente, las paritarias buscan adelantarse. Y, en la misma línea, el mercado de crédito busca refugio. Las colocaciones de deuda del Tesoro Nacional fueron posibles gracias a los instrumentos atados a la inflación y mayormente de corto plazo (luego de marzo, donde la deuda CER representó casi el 77% de las colocaciones, en abril ese porcentaje bajó hasta el 49,4% y el roll-over cayó del 150% al 90%).
En línea paralela, el crédito al sector privado tuvo una dinámica similar. El crédito que mayor incremento tuvo, en febrero, fueron los UVA, también ajustables por inflación, con aumentos entre el 6,3% y el 9,6% en términos reales. En el plano cambiario, la persistente brecha es una muestra más de la inestabilidad y búsqueda por salir del peso. La brecha nunca fue menor al 65%. Medida entre el dólar paralelo y el minorista se encuentra en el 70% aproximadamente, mientras que al medirla entre el mayorista y el CCL es del orden del 82%. Los activos financieros son una interpretación del acuerdo con el fondo y qué expectativas tiene el mercado a futuro. La desconfianza en el programa se ve reflejado, también, en el Riesgo País (habiendo alcanzado los 1970 puntos en la primera semana de marzo de 2022, un máximo desde la reestructuración de la deuda en 2020, hasta llegar a los 1789). El acuerdo con el FMI no termina de ser un driver positivo para el valor de los bonos argentinos.
Señales y mecanismos de cobertura que tienen distintos orígenes y diversas razones para desconfiar. Las metas del primer trimestre que se cumplieron fueron mediante ayudas del FMI que ya no volverán a repetirse o a través de maniobras contables. Este último es el caso de las reservas netas, la cual apuntaba a alcanzar los USD 3.520 millones para fines de marzo, y fue efectivamente sobre cumplida al superar los USD 3.700 millones. No obstante, esto fue posible gracias al primer desembolso del FMI, y de la incorporación de un total (proxy) de USD 4.400 millones al stock neto. Sin esto, el primer trimestre hubiera finalizado en terreno negativo. En efecto:
- Los próximos desembolsos no podrán ser destinados a engrosar las reservas netas y el BCRA no podrá contar con las próximas llegadas de DEGs para cumplir la meta de reservas.
- Si bien la meta de déficit fiscal primario fue sobre cumplida, para lograrlo se incluyeron las rentas de la propiedad como ingreso primario. Este atajo contable, resultante de registrar como ingresos la diferencia entre el valor nominal y el valor efectivo de los títulos emitidos, da lugar a que el FMI no lo apruebe o si es considerada, en el futuro, a la hora de registrar los pagos de dichos títulos, el efecto sería el contrario (agrandando el rojo fiscal).
En síntesis, las inconsistencias se trasladan más allá de las metas cuantitativas. En el caso de la inflación, el 16,1% acumulado hasta marzo confirma que el 48% como techo para el 2022 que estimó el FMI resulta ya poco realista. De esta forma, el objetivo de mantener tasas de interés reales positivas se ve afectado, y para alcanzarlo el BCRA debería aumentar la tasa de política monetaria. Y la propia dinámica inflacionaria, suma interrogantes sobre la intención del FMI por mantener un tipo de cambio real en niveles similares a los de fines del 2021. Dado el atraso experimentado, de mantenerse firme, implicaría una devaluación aún más acelerada que el 4% de abril. Una mirada de más largo plazo indica que el objetivo principal del programa no está siendo alcanzado. Las inconsistencias y poca claridad resultan en una importante falta de confianza y como consecuencia el mercado busca resguardo.
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