Putin no es Stalin

A 77 años del fin de la Segunda Guerra Mundial y 74 días del inicio de la invasión rusa a Ucrania, no nos queda duda que Putin no es Stalin

El presidente ruso Vladimir Putin durante el desfile por el día de la Víctoria (REUTERS/Maxim Shemetov)

Hitler se había suicidado en su búnker el 30 de abril…. el 7 de mayo de 1945, se rindieron las tropas alemanas del frente occidental en la ciudad de Reims ante el general Eisenhower y el 8 a las 22:43 -hora alemana- el mariscal Keitel hizo lo propio en Berlín ante el mariscal ruso Zhukov, pero en Moscú ya eran las 0:43 del dia 9 de mayo, y, por eso, se inmortalizó ese día como el “Día de la Victoria” (los americanos e ingleses reconocen que fueron los rusos los que hicieron el mayor sacrificio: 20 millones de rusos murieron en la contienda).

Esa tarde, el primer ministro Winston Churchill, desde el balcón del Palacio de Buckingham, saludaría a la multitud reunida para celebrar la paz haciendo el saludo de ✌️ con la mano que se utilizará en el mundo entero como señal de la victoria (solo en Argentina se cree que es un símbolo partidario).

Hoy es 9 de mayo del 2022, amaneció soleado en Kiev y W. Zelenski sigue firme en su palacio presidencial. Ni siquiera la llamada “zona prorrusa” del Donbass ha caído y la ciudad mártir de Mariupol, en ruinas y con miles de muertos, es ya un capítulo ejemplar de la resistencia a la opresión.

Una antigua pero nueva Nación Europea, Ucrania, está naciendo de sus cenizas y, gracias a ella, un proyecto en crisis, la Unión Europea, saldrá económicamente debilitada pero políticamente fortalecida. Nada será igual. El desafío de la unidad política, un nuevo esquema de defensa europeo y la tarea de incluir a la Rusia post-Putin es una tarea pendiente desde el 25 de diciembre de 1991, fecha de la desaparición de la URSS.

La nueva Europa será mucho más que un inmenso territorio -23 millones de kilómetros cuadrados- rico en recursos humanos y materiales, con el mayor arsenal nuclear del mundo (si sumamos el ruso al inglés y al francés).

Ubicada entre los otros dos gigantes -Estados Unidos y China- dejará de ser solo el “Viejo Continente” que fascina a millones de turistas con sus museos y su rica historia, para ser, una vez más, el centro de un mundo cambiante que neutralizará el peligro de un enfrentamiento global entre chinos y norteamericanos. La Unión Europea + Rusia es el principal socio de ambos y un factor equilibrante que hoy está ausente.

Quizás sea una visión muy optimista -el tiempo lo dirá- pero, finalmente, “la vida es sueño y, lo sueños, sueños son…”.

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