Nadie esperaba que Cristina Fernández de Kirchner pronunciara una conferencia académica para recibir el honoris causa. El pequeño desbarranco académico lo demostró en “los detalles”. Afecta a la práctica del name-dropping, citó a un Premio Nobel llamándolo, dos veces, por un apellido parecido, pero equivocado.
Un viejo conocido de ella recordaba que Cristina era cultora del sobaco ilustrado: bajo el brazo libros que nunca habría de leer. Tal vez por eso se auto calificó “hegeliana” y también cultora de “Camus”.
En la línea name-dropping recordó que en 2003 había conocido a José Saramago. Fue en la casa de Hugo Sigman: no lo dijo. Los que allí estuvieron comentaron que “la pasó mal” a causa de decir “unas pavadas” que “los intelectuales”, allí presentes, no le dejaron pasar: en ese entonces no le tenían miedo. ¿Se acordará? La memoria es selectiva. Además, falla.
Por ejemplo, dijo, en este discurso de 2 horas, “ideas de las que hablé toda mi vida y que cumplí cuando goberné”. ¿? ¿Se acordará que defendía por TV el modelo de Domingo Cavallo, que “su” Oscar Parrilli fue el miembro informante de la privatización de YPF, que le regaló -con Néstor- a Eskenazi acciones de YPF y que luego se las “expropió”; y que ahora tenemos un juicio equivalente al costo de 14 gasoductos como el que acaban de licitar? ¿Cuáles ideas Groucho?
¿Se acordará que defendía por TV el modelo de Domingo Cavallo, que “su” Oscar Parrilli fue el miembro informante de la privatización de YPF?
Cristina es contradicción. Veamos. Habló de sistemas y reivindicó la gestión de desarrollo de República Popular China en los últimos 70 años (sic). ¿?
Para la “académica” el origen de la espectacular tasa de crecimiento china, nació en 1952. La pifió en 40 años!!! La planificación, a la manera de la URSS, comenzó con Mao en 1953. Con esa planificación (que no era indicativa) las cosas no anduvieron bien. Por eso el segundo plan (1958) se llamó “Gran Salto Adelante”. Mao creía que había que “saltar” porque había metido a la economía en un pantano. Lamentablemente, entre 1959 y 1961 se vivió “La Gran Hambruna”. Anota CFK.
Los fracasos de Mao llevaron, finalmente, al giro copernicano del “Socialismo con características chinas” (1979) con Deng Xiaoping. Descolectivización de la agricultura y apertura a la inversión extranjera, básicamente EEUU y las multinacionales, en base a la “apertura geopolítica” que dio lugar a la “Chimerica” de salarios chinos bajos: una dictadura de acumulación. Nada de distribución.
China ahorra mucho (40% del PBI) y exportó barato a Estados Unidos que detuvo su inflación, “se desindustrializó” y se endeudó con China.
Llegamos a Joe Biden que señala “no puede ser que Estados Unidos no pueda fabricar las aspas de un molino generador eólico” (sic) y continúa la deriva política de la presión del “cinturón oxidado” que -perdedores de la globalización pro china- votaron a Donald Trump y exigen un cambio de rumbo que ahora, pandemia y Ucrania, le hace decir a la secretaria Janet Yellen vamos a la “globalización entre amigos” (sic).
Un modelo diferente
¿Sabrá la “conferencista” que “el modelo capitalista chino” creció como uno de super ahorro interno (acumulación feroz antes que distribución) y economía exportadora (no la mesa de los chinos, sino los dólares para comprar) y su exitoso pasaje (aunque extremadamente lento) de la pobreza a la clase media de un cierto porcentaje vino con la mega concentración de super ricos?
¿Sabrá la “conferencista” que “el modelo capitalista chino” creció como uno de super ahorro interno (acumulación feroz antes que distribución) y economía exportadora
Cristina no es el modelo nórdico en lo económico ni el Estado de Bienestar. Menos una democracia, de libertad, e igualdad (hace unos pocos años el Gini de la China “moderna” era más regresivo que durante Mao cuando todos eran pobres), y ni hablar de fraternidad, porque se gobierna con mano de hierro.
Cristina, sin saberlo, dio por tierra con la doctrina del Patria expresada en el “Cohete a la Luna” por Sebastián Primici: “La disputa hacia el interior del Frente de Todos siempre fue por la manera en que debe distribuirse la riqueza. La idea de “distribuir primero para crecer después” tenía una lógica que no pudo ser reemplazada por la teoría del derrame exportador”.
Lo dicen Máximo Kirchner o la nueva moratoria patética de los senadores cristinistas. Todo lo contrario del sistema de acumulación que admira Cristina.
La vicepresidente demostró que es una excelente actriz y que como dijo Monseñor Justo Laguna “habla de corrido”. Pero que tira frases al voleo sin demasiada idea de lo que significan. Tal vez porque lo más cercano que tiene que es Oscar Parrilli a quien ella considera “boludo” (sic). Lo dijo ella. El resultado está a la vista.
La multitud gritaba “Coqui presidente”. CFK lo avalaba un poquito ¿con las neuronas?
La multitud gritaba “Coqui presidente”. CFK lo avalaba un poquito ¿con las neuronas?
¿Sabrá que “el Coqui” fue Premio Adeba (1977) -de la derecha financiera pura diría Axel Kicillof por la obra menemista “La eficiencia del Gasto Social”. Para completar la ensalada se graduó (1999) de la Escuela Superior de Economía y Administración de Empresas (Eseade). La que fundó ¡Alberto Benegas Lynch (h) el padre intelectual de Javier Milei.!!!!!.
Cristina, ante los lloriqueos albertistas, remató diciendo: “Lo único que les pido es que nadie… se haga la víctima, que acá la única víctima son los que no llegan a fin de mes, no tienen laburo, no tienen para darles de comer a los hijos”.
Jubilación de privilegio
Abogada distinguida, sobre todo en su refinado lenguaje de bajo fondo, exitosa y millonaria, sin pudor, cobra aproximadamente 3 millones de pesos mensuales por dos jubilaciones. Néstor se quejaba, en 1994, de lo mucho que ganaban los constituyentes, entre los que estaba Cristina.
En aquel entonces CFK dijo: “No podemos obviar que cuando recibimos el gobierno en 1989 éramos un país fragmentado, al borde de la disolución social, sin moneda, y con un Estado sobredimensionado que como un dios griego se comía a sus propios hijos. Entonces hubo que abordar una tarea muy difícil: reformular el Estado, reformarlo; reconstruir la economía. Se hizo con mucho sacrificio, pero se lograron incorporar pautas de comportamiento en los argentinos”.
Alegato menemista si los hay: “ideas de las que hablé toda mi vida y que cumplí cuando goberné”. Entonces, ¿nada de Mao? Mucho Cavallo y Menem. Como constituyente del 94 votó la reforma y ahora “prefiere la de 1853″. Te digo esto y te digo lo contrario. Patética. Mientras Alberto lloriquea y se va de viaje. No sufra.
Tenemos Vaca Muerta y un Estado que administra el octavo territorio del Planeta. Sobreviviremos. No tengo dudas. No por Patricia, ni por Mauricio, ni por Milei. Tampoco por los que están ahora.
Sino porque siempre llega “El Zorro” antes del final.
SEGUIR LEYENDO: